TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD Y EL AVE DEL PARAÍSO
El trastorno límite de personalidad (TLP) o borderline es un trastorno que jamás debió existir. Conlleva una importante autodestrucción del presente y del futuro de la persona, así como una profunda incomprensión por parte de los familiares y una parte importante de los profesionales.
El sufrimiento personal de la persona con trastorno límite de la personalidad y de los seres que les rodean, así como la frustración por no poder liberarse esta pesada carga, acompaña a algunos pacientes con patología dual que presentan adicción al alcohol u otras drogas (cocaína, heroína, cannabis, pastillas).
Además de comportamientos patológicos (anorexia nerviosa, bulimia o dependencia emocional) junto con una caracteropatía borderline tendente a sentimientos de vacío persistentes, dependencia emocional, baja tolerancia a la frustración, impulsividad e inestabilidad.
Sólo cuando la persona es capaz de comprender que las alas con las que están acostumbrados a volar ya no sirven, son capaces de plantear la posibilidad que se necesita ayuda externa para mejorar su existencia.
Estas alas les hacen estrellarse una y otra vez con obstáculos similares y que es indispensable pagar el precio que supone recortar ese plumaje, dejar un tiempo de volar con el objetivo de que crezcan nuevas plumas más fuertes y duraderas.
Es finalmente cuando existe un rayo de luz a una mejoría sostenible y duradera.
¿Qué es el trastorno límite de la personalidad?
Es un trastorno de la personalidad en la cual, la persona afectada presenta grandes dificultades en la regulación de las emociones y problemas de autoimagen, manifestando cambios súbitos en su estado de ánimo, inestabilidad e impulsividad.
Esto afecta la vida social y familiar en gran manera pues se desarrollan relaciones interpersonales inestables y conflictivas.
Las causas del trastorno límite de personalidad no se conocen completamente y siguen en estudio. Se cree que se relaciona con factores genéticos, familiares y sociales.
Se ha considerado que El TLP puede presentarse de igual manera en hombres y en mujeres, sin embargo hay mayores diagnósticos en mujeres probablemente debido a que las mujeres tienden a buscar tratamiento más a menudo que los hombres.
Características del trastorno límite de la personalidad
La característica base del trastorno límite de la personalidad es un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la afectividad.
Por otra parte, se presenta una notable impulsividad que comienza al principio de la edad adulta y se da en diversas circunstancias de la vida cotidiana.
Las personas con TLP son muy volubles a las circunstancias del medio que les rodea, por lo cual cualquier pérdida de la estructura externa, o la percepción de una separación o un rechazo, desencadena esfuerzos desesperados para evitar un abandono.
También ocasiona el sufrimiento de la o las personas que les rodean, así como la frustración por no poder liberarse esta pesada carga, acompaña a algunos pacientes con patología dual que presentan gran diversidad de adicciones, conductas y alteraciones patológicas.
Los individuos con trastorno límite de personalidad presentan un patrón de relaciones inestables e intensas pasando de la idealización inicial a la rápida devaluación de la pareja si creen que ésta no les presta suficiente atención.
Demuestran impulsividad en sus actos y pueden presentar comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes o comportamientos de automutilación.
Signos y Síntomas asociados al trastorno límite de la personalidad
Los principales síntomas son el comportamiento suicida, la autolesión no suicida, el comportamiento agresivo y la reactividad emocional, los cuales se pueden detallar así:
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- Miedo intenso de abandono: Reacciones de ira o miedo intenso cuando sienten que están siendo abandonados o descuidados pues piensan que esto indica que son malos.
- Patrón de relaciones intensas e inestables: Al iniciar una relación, idealizan a su pareja exigiendo pasar mucho tiempo junto a ella. Pero de repente pueden sentir que la persona no se preocupa lo suficiente, y se desilusionan pasando a menospreciar o enojarse con la persona.
- Comportamiento impulsivo y riesgoso: Dificultad para controlar su ira y a menudo muestran un enojo inapropiado e intenso, generalmente debida a negligencia o abandono.
- Cambios rápidos de identidad y ánimo: Cambian de forma brusca su autoimagen, que se refleja con cambios súbitos en los objetivos, los valores, las opiniones, las carreras o los amigos.
- Los cambios en el estado de ánimo: Pasan de intensa disforia a irritabilidad o ansiedad debido a la extrema sensibilidad a las tensiones interpersonales en los pacientes con trastorno límite de personalidad.
- La impulsividad que genera autolesión: Apostar, tener relaciones sexuales sin protección, comer compulsivamente, conducir imprudentemente, consumir sustancias o efectuar gastos excesivos.
- Comportamientos suicidas y autolesión: Actos autodestructivos como cortes o quemaduras son comunes.
Aunque no están destinados a acabar con la vida la mayoría de las veces, el riesgo de suicidio en estos pacientes es 40 veces mayor que el de la población general y se desencadenan generalmente por un rechazo, abandono o decepción sea real o no.
Factores que predisponen el trastorno límite de la personalidad
La investigación sobre las causas posibles y los factores de riesgo sobre el TLP todavía se encuentra en una etapa muy temprana.
Sin embargo, es probable que estén involucrados factores genéticos, neurofisiológicos y químicos, así como factores del entorno.
Por ejemplo, los estudios en gemelos con el trastorno límite de personalidad señalan que la enfermedad tiene un alto componente hereditario.
Otro estudio muestra que la persona puede heredar su temperamento y rasgos específicos de la personalidad, en especial la impulsividad y la agresión.
Alteraciones en los neurotransmisores que regulan los impulsos, la agresión y el afecto; así como un déficit en áreas cerebrales clave para la regulación del afecto, la atención y el autocontrol pueden estar involucrados.
Es posible que los factores sociales o culturales aumenten el riesgo de padecer el trastorno límite de la personalidad como vida familiar disociada; abandono o miedo al abandono en la niñez o en la adolescencia; abuso sexual, físico o emocional, inadecuado manejo de las emociones en la niñez.
Afrontando la transformación
La familia y entorno en general que rodean un paciente de TLP sufre una transformación marcada, no solo porque el comportamiento del paciente con trastorno límite de personalidad genera un ambiente familiar irregular si no porque al cabo de recibir la ayuda profesional.
Se deben realizar transformaciones profundas a nivel del individuo y la familia con el fin de brindar el apoyo más óptimo al paciente.
Las fases de esta transformación inician desde la aceptación reconocimiento de los signos clínicos y búsqueda de ayuda profesional.
Posteriormente el diagnostico, el proceso de comprender tanto los problemas como las soluciones en términos de interacciones que se producen dentro del sistema y no solo en el individuo.
Una clave importante en este proceso es enfatizar «que la persona no es un problema, que un problema es un problema, algo a resolver» Promover, entonces, la búsqueda de soluciones novedosas para aquellos comportamientos «saturantes».
Es entonces cuando es importante que la persona que padece un trastorno límite de la personalidad pueda descubrir que sus nuevas alas pueden ser igual de atractivas, si bien distintas pero efectivas.
Si bien estas nuevas alas pueden incluso ser menos novedosas pero son realmente un instrumento mucho más adecuado que les permitirá volar más alto y de forma constante.
¿Cómo ayudar a un familiar con trastorno del límite de personalidad?
La convivencia suele ser bastante difícil con un paciente de TLP; pues no solo el paciente se encuentra afectado.
Los familiares y personas cercanas tienen sentimientos de frustración; ansiedad, preocupación y miedo al no saber cómo ayudarles.
Estas son algunas de las pautas que pueden ayudar a mejorar la convivencia entorno a la convivencia con un paciente con trastorno límite de personalidad, de la mano con apoyo profesional.
- Aprender a validar y escuchar la experiencia tal y como es relatada, mostrando apoyo y escucha; en un contexto de aceptación, honestidad y evitación del juicio. Recuerda que aquí no hay culpables.
- Habla con claridad sobre aquello que no consideras tolerable como los insultos o las faltas de respeto, estableciendo una pauta para el contacto.
- Muestra comprensión y comunica esperanza de que la emoción que experimenta acabará resolviéndose, tal y como ha podido ocurrir en otras ocasiones del pasado.
- Implicarse en las pautas del tratamiento, pues éstas implican de forma directa a la familia. Mostrar compromiso evitando actitudes paternalistas. Contribuye a los cambios que deben hacerse en la vida cotidiana.
- Aprende estrategias para regular tus propias emociones pues la familia es una pieza relevante para la evolución del paciente.
- Busca ayuda profesional. Toma un respiro y busques ayuda profesional para obtener las pautas de manejo médico y/o psicoterapia para cada caso.