Preguntas Frecuentes

Salud Mental

El MÉTODO IVANE es el marco de excelencia compartido por todo el equipo de CLINICA ZAFRA SALUD MENTAL VALENCIA.

El MÉTODO IVANE, no es sólo la acreditación profesional, el conocimiento y la experiencia de cada uno de sus integrantes.

El MÉTODO IVANE supone compartir una serie de principios y valores del trabajo en equipo y aplicarlos con dedicación y compromiso para obtener el mejor resultado terapéutico en las personas y las familias que depositan su confianza en nosotros.

Aunque transcienda más allá de la estrictamente profesional y sin quererlo, el MÉTODO IVANE plasma una filosofía de vida de sus profesionales y colaboradores basada en el autocuidado, la autocompasión, la honestidad, la resiliencia, el perdón, la imperfección y el reto de trabajar cada día con el objetivo de conseguir la mejor versión de cada uno de nosotros y que esto quede reflejado en nuestros pacientes y en nuestro entorno más cercano.

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Si, así es. Según su preferencia:

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Los profesionales de CLINICA ZAFRA SALUD MENTAL VALENCIA están acreditados, mantienen una formación continuada y les avala una amplia experiencia en SALUD MENTAL, PATOLOGÍA DUAL, ADICCIONES, PSIQUIATRÍA Y PSICOLOGÍA.

Nuestro afán de mejora en dar soluciones reales, honestas y en el menor tiempo posible para conseguir el bienestar de las personas que depositan la confianza en nosotros para recuperar la SALUD MENTAL es nuestra prioridad.

La UNIDADES ESPECÍFICAS DE IVANE SALUD son el resultado de integrar el conocimiento, la experiencia clínica y la actualización de las neurociencias, psiquiatría y psicología para adaptarlo a las necesidades clínicas e individuales de nuestros pacientes y familiares para obtener soluciones a problemas de salud mental que por sus características no pueden abordarse desde abordajes terapéuticos tradicionales o genéricos.

El objetivo: HACER INTERVENCIONES TERAPÉUTICAS LO MÁS EFICACES POSIBLES y OBTENER RESULTADOS EN EL MENOR TIEMPO POSIBLE.

Las medidas de prevención para COVID_19 de CLINICA ZAFRA SALUD MENTAL VALENCIA están actualizadas con las obligaciones y recomendaciones vigentes para Espacios Sanitarios que publica el Estado de España, la Consellería de Sanitat y el Ilmo. Colegio Oficial de Médicos de Valencia, según las publicaciones que se emiten de forma periódica.

Las medidas aplicadas se regirán por estrictos procesos de supervisión por nuestro personal respecto al lavado frecuente de manos, mantener la mínima distancia social y el uso obligatorio de mascarilla durante los periodos concretos que así sea exigible y recomendable en cada momento.

SI.

En CLINICA ZAFRA SALUD MENTAL VALENCIA implementamos en 2019 la VIA DE COMUNICACIÓN TELEMÁTICA para dar cobertura a las necesidades de nuestros pacientes.
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Desde cualquier lugar del mundo, puede mantener su proceso terapéutico con el profesional de CLINICA ZAFRA SALUD MENTAL VALENCIA sin que la barrera geográfica suponga un problema.

Además, nuestras PLATAFORMAS DE PAGO INTERNACIONAL (PAYPAL o STRIPE) facilita el pago del Servicio Sanitario de forma intuitiva, rápida y sin las comisiones de la banca tradicional.

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En la actualidad los métodos de pagos habilitados son los siguientes:

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• EFECTIVO en la Consulta.
• TRANSFERENCIA a cuenta corriente de ENTIDAD BANCARIA NACIONAL.
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Las pruebas neuropsicológicas son evaluaciones que se hacen para conocer cómo está funcionando tu mente y cerebro. A través de estas pruebas, podemos entender cómo están habilidades como: memoria; atención; capacidad para resolver problemas; lenguaje; forma de pensar y organizarte; y motricidad.

Las pruebas neuropsicológicas son realizadas un especialista llamado neuropsicólogo y pueden durar desde una hora hasta varias, según el caso.

Estas pruebas no duelen, no son invasivas. Se hacen preguntas, juegos o actividades mentales que miden la agilidad mental de la persona.

La recomendación de hacerlas las realiza un médico especialista del cerebro con el objetivo de:

1. Detectar cambios en el funcionamiento del cerebro
2. Ayudar a diagnosticar enfermedades como el Alzheimer, el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), o secuelas de un accidente cerebrovascular
3. Saber qué habilidades están conservadas y cuáles necesitan más apoyo
4. Guiar mejor los tratamientos o terapias

Generalmente, las personas que se pueden beneficiar son:
• Niños con dificultades de aprendizaje o atención.
• Adultos que han tenido un golpe en la cabeza o un accidente cerebrovascular.
• Personas mayores que notan olvidos frecuentes.
• Cualquier persona que quiera hacer “una fotografía” está su funcionamiento mental y agilidad mental.

De diagnóstico, investigar causas biológicas de los trastornos mentales o descartar otras condiciones neurológicas. Aunque no se usan de forma rutinaria para diagnosticar trastornos psiquiátricos como la depresión o la esquizofrenia, sí son útiles en determinados contextos clínicos.
Las principales técnicas de neuroimagen empleadas en psiquiatría son las siguientes:

1. Resonancia Magnética (RM) Estructural.- obtiene imágenes detalladas de la anatomía cerebral. Permite detectar anomalías estructurales como atrofias, tumores, lesiones, malformaciones o signos de enfermedades neurodegenerativas. Su uso en psiquiatría ayuda en el apoyo diagnóstico en casos de síntomas atípicos, cambios de comportamiento súbitos o deterioro cognitivo.

2. Resonancia Magnética Funcional (fMRI).- evalúa la actividad cerebral observando el flujo sanguíneo en distintas regiones mientras el paciente realiza tareas o en reposo. Su uso en psiquiatría ayuda a estudiar cómo se activan distintas áreas cerebrales en la depresión, esquizofrenia y trastorno bipolar.

3. Tomografía por Emisión de Positrones (PET).- mide el metabolismo cerebral y la actividad de ciertos neurotransmisores usando trazadores radiactivos. Su uso en psiquiatría sirve para investigación de alteraciones en sistemas dopaminérgicos o serotoninérgicos en trastornos como la esquizofrenia o el TDAH.

4. Tomografía Computarizada (TC o TAC).- es una técnica rápida para ver estructuras cerebrales. Se usa más en situaciones de urgencia. Su uso en psiquiatría ayuda para descartar causas neurológicas agudas (hemorragias, masas) en casos con síntomas psiquiátricos bruscos o confusión.

5. Espectroscopía por RM (MRS).- evalúa los niveles de ciertos metabolitos cerebrales (como N-acetilaspartato, colina, etc.) en . Su uso en psiquiatría ayuda en investigación de cambios bioquímicos en trastornos como la depresión mayor, el trastorno bipolar o la esquizofrenia.

6. Electroencefalografía (EEG).- detecta actividad eléctrica del cerebro, útil para descartar epilepsia, encefalopatías o alteraciones del estado de conciencia.

🧠 Técnicas de Neuroimagen en Psiquiatría

Técnica¿Qué muestra?¿Para qué se usa?¿Es invasiva?
Resonancia Magnética (RM)Imágenes detalladas del cerebro (estructura)Detectar lesiones, atrofias o tumores cerebralesNo invasiva
Resonancia Magnética Funcional (fMRI)Actividad cerebral en tiempo realEstudios de cómo funciona el cerebro en trastornos como depresión o ansiedadNo invasiva
PET (Tomografía por Emisión de Positrones)Metabolismo y actividad química cerebralEstudiar la función de neurotransmisores como dopamina o serotoninaLigeramente invasiva (requiere un marcador radiactivo)
TAC (Tomografía Axial Computarizada)Imágenes básicas del cerebro (estructura)Descartar lesiones cerebrales urgentes (hemorragias, masas)Usa rayos X
Espectroscopía por RM (MRS)Niveles de ciertas sustancias químicas en el cerebroEvaluar desequilibrios bioquímicos en algunos trastornos psiquiátricosNo invasiva
EEG (Electroencefalograma)Actividad eléctrica cerebralDetectar epilepsias o alteraciones del estado mentalNo invasiva

¿Cuándo puede necesitarse una de estas pruebas?
• Cuando hay cambios de comportamiento repentinos.
• Si aparecen olvidos frecuentes o desorientación.
• En casos de psicosis, alucinaciones o síntomas severos.
• Para descartar causas neurológicas antes de confirmar un diagnóstico psiquiátrico.

DROGAS o TÓXICOS: Cocaína. Alcohol. Fenciclidina. Dietilamida del ácido Lisérgico (LSD). Mescalina. Psilocibina. Cannabis. Semillas de dondiegodedía. Alcohol.

FÁRMACOS DE PRESCRIPCIÓN: Metronidazol y otros antibióticos. Antidepresivos. L-dopa. Bromocriptina. Amantadina. Efedrina. Fenilpropanolamina. Indometracina. Antiinflamatorios no esteroideos (AINES). Cimetidina y otros antihistamínicos. Disulfiram. Carmabazepina y otros anticonvulsivantes. Digoxina, propanolol y otros cardiotrópicos. Medicamentos de acción cardiaca. Hormonas tiroideas. Anticolinérgicos

En 1923, Capgras y Reboul-Lachaux describieron un síndrome delirante sobre el hecho que existen duplicados de personas importantes o significativas de nuestro entorno o de uno mismo.

El paciente con SÍNDROME DE CAPGRAS puede señalar que su cónyuge ha sido reemplazado por un impostor y que éste es un doble idéntico. Este síndrome no se relaciona con alucinaciones, ni con un reconocimiento erróneo simple ni con ilusiones. Se trata de un delirio o trastorno delirante con cierta sistematización.

En 1983, Berson resumió 133 casos de personas con Síndrome de Capgras, publicados en la literatura médica. Sus conclusiones fueron que el trastorno aparece tanto en varones como en mujeres, en una amplia gama de edades y con una amplia variedad de otros trastornos mentales.

El diagnóstico más frecuente en estos casos fue, en general, de esquizofrenia (aproximadamente 60%) y el 23% de pacientes identificados con este trastorno sufrió un trastorno cerebral orgánico diagnosticable.

Aproximadamente entre el 10% y el 20% de los primeros ingresos hospitalarios para depresión, la evolución demuestra que se tratan realmente de personas que sufren un TRASTORNO BIPOLAR.

El estudio minucioso de la historia del paciente en busca de episodios maniformes o de hipomanía ayudan al diagnóstico. La evolución clínica de la DEPRESIÓN BIPOLAR se caracteriza por temperamento ciclotímico premórbido, recurrencias, inicio a edad temprana y en el posparto.

Es más probable que personas con depresión y sintomáticamente bipolares presenten psicosis, hipersomnia, anergia (energía baja) y depresiones graves inhibidas. También es más probable que los enfermos depresivos bipolares cuenten con antecedente familiar de trastorno bipolar y una carga familiar de trastornos afectivos en general.

En ausencia de un antecedente premórbido de manía, hipomanía o ciclotimia, ningún hallazgo aislado es patognomónico del TRASTORNO BIPOLAR, si bien las agrupaciones de estos factores hacen el diagnóstico más probable.

Una persona con depresión se considera «resistente a los antidepresivos» (TRD, por sus siglas en inglés: Treatment-Resistant Depression) cuando no responde adecuadamente a al menos dos tratamientos antidepresivos diferentes, administrados en dosis adecuadas, con una alta adherencia en la toma de medicación y durante un tiempo suficiente (generalmente, de 6 a 8 semanas por cada tratamiento).

Cuando esto ocurre es necesario realizar una evaluación clínica adicional:
1. Confirmar diagnóstico y comorbilidades (p. ej., trastornos de ansiedad, trastorno bipolar).
2. Evaluar factores psicosociales y ambientales.
3. Revisar adherencia y efectos secundarios.
4. Valorar posibles interacciones farmacológicas.

¿Qué se hace en estos casos?
Cuando se confirma una depresión resistente al tratamiento, los médicos pueden considerar:
1. Cambiar el antidepresivo o combinarlo con otro.
2. Añadir medicamentos potenciadores, como antipsicóticos atípicos, litio, o estimulantes.
3. Psicoterapia intensiva, especialmente terapia cognitivo-conductual.
4. Terapias biológicas avanzadas como:
• Estimulación magnética transcraneal (EMT)
• Terapia electroconvulsiva (TEC)
• Esketamina (en centros especializados)

Un paciente con enfermedad depresiva precisa ser remitido a un médico especialista en psiquiatría en estas situaciones:

  1. Cuando existe un riesgo de suicidio o ideación de autolisis.
  2. Cuando existen síntomas de psicosis.
  3. Cuando hay que valorar la necesidad de hospitalización en una Unidad de Psiquiatría.
  4. Cuando no existe respuesta adecuada a tratamientos de primera línea.
  5. Cuando existe una comorbilidad médica o psiquiátrica complicada.
  6. Cuando hay que planificar tratamientos psicofarmacológicos combinados o se precisa de psicoterapia.
  7. En casos resistencia a los abordajes terapéuticos estándar.
  8. Cuando hay que establecer un adecuado diagnóstico diferencial con otras patologías psiquiátricas.

El psiquiatra puede atender el episodio agudo y remitir al paciente al médico de atención primaria para continuar el seguimiento médico.

En casos concretos, los dos médicos deben trabajar en colaboración con los pacientes que tienen comorbilidad médica y psiquiátrica complicada.

La comorbilidad entre las enfermedades psiquiátricas es muy frecuente, se calcula que el 48% de las personas con una enfermedad psíquica, padecen más de un trastorno mental. El trastorno de pánico no es la excepción.

Los cálculos de comorbilidad en los trastornos de pánico van desde 24%, hasta el 91%. El diagnóstico comórbido más frecuente en los TRASTORNOS DE PÁNICO es la depresión, ya que hasta el 50% de las personas con trastorno de pánico experimenta depresión en algún momento. Cuanto más prolongada sea la historia de trastorno de pánico en un individuo, es más probable que se manifieste la depresión.

El diagnóstico y tratamiento apropiados del trastorno de pánico se alarga a menudo, ya que las personas tienden a buscar explicaciones médicas de sus síntomas somáticos. Y para cuando son apropiadamente diagnosticadas y tratadas, la depresión puede estar ya presente. La ansiedad o el pánico en los individuos deprimidos incrementan el riesgo de suicidio. Por esta razón, entre otras es imperativo el diagnóstico y tratamiento tempranos del trastorno de pánico.

El abuso de sustancias o las adicciones son frecuentes en personas con CRISIS DE PÁNICO. Las personas con ataque de pánico (así como en otros trastornos de ansiedad) tratan de automedicarse con el uso de alcohol u otras drogas.

La tolerancia al efecto ansiolítico inicial del consumo de alcohol, conduce a incrementar la cantidad de alcohol que se consume, con el objetivo de recuperar el efecto inicial. Hasta el 15% de las personas que buscan tratamiento para alcoholismo tiene también un trastorno de ansiedad.

Otros trastornos de ansiedad, como las fobias simples, la fobia social o el trastorno de ansiedad generalizada pueden manifestarse simultáneamente con el trastorno de pánico y el uso de drogas “sedantes” como el cannabis, la heroína, los opiáceos pueden estar dentro de las sustancias más consumidas buscando un efecto relajante que minimice el efecto de estos síntomas.

La agorafobia es un trastorno de ansiedad que puede limitar gravemente la vida de quien la padece. A menudo malinterpretada como solo «miedo a los espacios abiertos», en realidad se trata de un miedo mucho más profundo y complejo. En este artículo descubrirás qué es la agorafobia, cuáles son sus causas, síntomas y los tratamientos más efectivos según los expertos.

¿Qué es la agorafobia?
La agorafobia es un trastorno psicológico caracterizado por el miedo a estar en lugares o situaciones donde escapar podría ser difícil o embarazoso, o donde no se podría recibir ayuda en caso de sufrir un ataque de pánico u otros síntomas de ansiedad.
Quienes la padecen pueden evitar supermercados, transporte público, conciertos, centros comerciales o incluso salir de casa solos. En casos graves, la persona puede quedar confinada en su hogar.

Causas comunes de la agorafobia
La agorafobia generalmente se desarrolla después de uno o varios ataques de pánico. El miedo a volver a sufrir una crisis lleva a evitar situaciones donde ocurrió anteriormente. Esto genera un círculo vicioso de ansiedad y evitación.

Entre las posibles causas destacan:
• Antecedentes familiares de trastornos de ansiedad
• Eventos traumáticos o estresantes
• Personalidad con alta sensibilidad al estrés
• Desequilibrio químico en el cerebro (serotonina, dopamina)

Síntomas de la agorafobia
Los síntomas pueden variar, pero suelen incluir:
• Miedo intenso a salir solo de casa
• Ansiedad al estar en espacios públicos o con mucha gente
• Ataques de pánico (taquicardia, dificultad para respirar, mareo)
• Necesidad de compañía constante en lugares fuera del hogar
• Sensación de perder el control o volverse loco

Para que el diagnóstico sea clínico, estos síntomas deben durar al menos seis meses y afectar significativamente la vida diaria del paciente.

¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico lo realiza un psicólogo o psiquiatra mediante entrevista clínica y, en algunos casos, cuestionarios especializados. Es importante descartar otros trastornos que puedan parecerse, como fobia social o trastorno de ansiedad generalizada.

Tratamientos recomendados para la agorafobia
La buena noticia es que la agorafobia se puede tratar con éxito. Los enfoques más eficaces combinan terapia psicológica y, si es necesario, medicación.

Terapia cognitivo-conductual (TCC)
Es la forma más efectiva de psicoterapia para tratar la agorafobia. Esta terapia trabaja sobre los pensamientos distorsionados que generan ansiedad, y ayuda al paciente a enfrentar gradualmente las situaciones temidas mediante técnicas de exposición progresiva.

Medicación
En algunos casos, el médico puede recetar:
• Antidepresivos ISRS como sertralina o escitalopram
• Ansiolíticos de uso controlado (solo por períodos breves)
Siempre se recomienda combinar la medicación con terapia psicológica para obtener mejores resultados.

Estrategias complementarias
• Técnicas de respiración y relajación
• Meditación mindfulness
• Ejercicio físico regular
• Apoyo de grupos terapéuticos

Consecuencias de no tratar la agorafobia
Sin tratamiento, la agorafobia puede convertirse en un problema grave: aislamiento, depresión, dependencia de otras personas, pérdida de empleo y deterioro de las relaciones sociales.
Por eso es fundamental buscar ayuda profesional ante los primeros síntomas. Cuanto antes se actúe, más fácil es recuperar la autonomía y calidad de vida.

¿La agorafobia tiene cura?
Sí, muchas personas logran superar la agorafobia con el tratamiento adecuado. La clave está en abordar el problema desde una perspectiva integral y mantener la constancia en la terapia.
Aunque cada caso es único, los avances en salud mental permiten que la mayoría de quienes padecen agorafobia lleven una vida plena y funcional tras el proceso de recuperación.

Aunque los pacientes con TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO (TOC) señalan a menudo que se sienten “locos” como resultado de los síntomas que padecen, La PSICOSIS FRANCA, los DELIRIOS y las ALUCINACIONES son relativamente escasos en pacientes con trastorno obsesivo compulsivo (TOC).

Cuando hay psicosis, se debe considerar que aparte de parte del padecimiento de un trastorno obsesivo compulsivo (TOC), puede existir un error diagnóstico por lo que se debe pensar en otros diagnósticos psiquiátricos o analizar la existencia de comorbilidad.

Algunas personas diagnosticadas de TRASTORNO DISMÓRFICO CORPORAL están preocupadas con la percepción de un defecto, al grado de proporciones delirantes y la mayoría de enfermos con SÍNDROME DE REFERENCIA OLFATORIA tiene percepciones delirantes del olor.

El TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC) por norma, se considera un trastorno crónico y persistente.

En el TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC) pueden objetivarse formas episódicas, estados mantenidos o estados agudos que no recurren.

Algunos enfermos tienen niveles crónicos y bajos de síntomas, por los cuales no están gravemente afectados a nivel funcional ni relacional, excepto cuando existen periodos de estrés o cuando hay un trastorno concomitante del eje I, como la depresión. Estos individuos se pueden beneficiar del uso periódico de medicamentos o de sesiones de reforzamiento de terapia cognitivo-conductual.

El desarrollo de las habilidades conductuales es importante en todos los pacientes con TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC), para hacer mínimos los síntomas y la interferencia en la funcionalidad.

Algunos sujetos requieren sólo la utilización relativamente breve de medicamentos (6 a 12 meses), generalmente antidepresivos, ansiolíticos o antipsicóticos de nueva generación, en tanto que otros pacientes necesitan un periodo prolongado de tratamiento psicofarmacológico.

La investigación actual intenta determinar cuáles pacientes requieren tratamiento a largo plazo aunque a fecha de hoy es una incógnita y viene marcado por la evolución, por la presencia de síntomas y por el impacto funcional que nos ocasione.

La HIPOCONDRIASIS es un trastorno mental que se caracteriza por una preocupación intensa, irracional y crónica que provoca el temor de sufrir una enfermedad grave que podría ocasionarnos la muerte.

LA HIPOCONDRÍA se basa habitualmente en la percepción errónea y mantenida del individuo para con sus propios síntomas corporales, en el contexto de una enfermedad bien reconocida, diagnosticada y tratada, o en ausencia de una enfermedad conocida o padecida.

La preocupación irracional a padecer una enfermedad persiste en la persona con hipocondriasis, a pesar de pruebas médicas razonables que objetivan la ausencia de enfermedad, a pesar de la realización de exámenes médicos, a pesar de un asesoramiento profesional adecuado y en muchas ocasiones repetido para conocer segundas opiniones (es lo denominado “peregrinaje médico”).

LA HIPOCONDRÍA puede abarcar una gama amplia de funciones y sistemas corporales en el transcurso del tiempo, conforme varios estudios muestran funcionamiento saludable.

Aunque la preocupación de la persona con hipocondriasis puede ser atribuida únicamente a la presencia comórbida de ansiedad, depresión, trastorno obsesivo compulsivo o trastorno psicótico ya que se puede asociar con estas entidades clínicas, existe de forma primaria y así queda catalogado en las actuales Clasificaciones Internacionales de la Enfermedades Mentales (CIE-10 y DSM-5).

La HIPOCONDRÍA se puede manifestar a cualquier edad. La evolución suele ser crónica, con aumento y disminución de los síntomas y de los cuadros clínicos ante la vivencia de factores de estrés. Parece ser igualmente frecuente en varones y mujeres y puede empeorar cuando se efectúa el diagnóstico de nuevos problemas médicos en la persona que lo padece o en personas de su entorno más cercano.

El factor emocional de cada persona y su incidencia sobre su propio bienestar o salud es innegable.

EL DUELO que aparece tras la pérdida de un ser significativo de una persona constituye uno de los paradigmas más poderosos en relación a la aparición o agravamiento de una patología física o mental preexistente.

Aunque si tenemos en cuenta el modelo de médico vigente en la actualidad: VULNERABILIDAD – ESTRÉS – AFRONTAMIENTO – DISTRESS / SALUD, puede ayudar a entender el porqué existen personas en PROCESO DE DUELO que podrían tener una mayor vulnerabilidad a la aparición o complicaciones de su salud.

Estudios han demostrado de manera repetida la asociación entre el DUELO y el desarrollo de numerosos trastornos médicos tales como la cardiopatía, el cáncer o el resfriado común. El luto se considera como un factor de vulnerabilidad a síndromes psiquiátricos y en especial la depresión.

Dentro de las enfermedades en los que puede incidir este tipo de estrés por DUELO encontramos los siguientes sistemas orgánicos:

  1. Corazón: Enfermedad cardiovascular aterosclerótica.
  2. Cerebro: Depresión. Crisis de Pánico. Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).
  3. Tubo gastrointestinal: Úlcera duodenal. Colitis ulcerosa.
  4. Médula ósea: Cáncer. Tumores.

Históricamente, las personas en luto, la sociedad y los médicos han tomado la postura que la situación de luto es “deprimente” y que el “duelo” y la “melancolía” son fenómenos inseparables. Nadie se sorprende cuando un sobreviviente está deprimido, parece ser algo normal y natural.

En algún momento, durante el primer año después de la muerte del cónyuge, entre el 30 y el 50% de los viudos y las viudas satisfacen los criterios de EPISODIO DEPRESIVO MAYOR. Al reconocer la ubicuidad de los síntomas depresivos en el duelo, la Clasificación Internacional de las Enfermedades Mentales (DSM) introdujo hace años, pero olvidado en la última actualización DSM-5, el término DUELO “NORMAL” y el término DUELO “PATOLÓGICO”. Éste último término de “DUELO PATOLÓGICO” define la presencia de síntomas depresivos previsibles y esperables, así como otras variables clínicas a tener en cuenta por el evaluador que excede en cualidad y cantidad el DUELO considerado como “NORMAL”.

Por lo tanto, el DUELO NO COMPLICADO no se considera una enfermedad. la regla clínica sensible por parte de los profesionales ha sido descuidarlo de manera benigna más que utilizar un abordaje terapéutico activo. En ocasiones, pueden instaurarse depresiones son a menudo persistentes y se pueden relacionar con una comorbilidad sustancial a otros problemas médicos.

Los trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad, son hallazgos frecuentes en personas con TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD.

Los episodios depresivos mayores y los intentos de suicidio son más frecuentes en personas con trastorno de la personalidad, que en aquellas que no lo tienen.

Los trastornos de ansiedad como la fobia social son diagnósticos comórbidos frecuentes en el grupo C, en particular el trastorno de personalidad evitativa.

Los síntomas postraumáticos (p.ej., recuerdos intrusivos y escenas retrospectivas de eventos traumáticos) son frecuentes en el trastorno de personalidad borderline o límite, aunque sólo una minoría de casos satisface por completo los criterios para el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).

El abuso de sustancias y las adicciones son un diagnóstico comórbido frecuente con los trastornos de la personalidad, sobre todo en el grupo B. La intoxicación o supresión de sustancias puede contribuir a algunos de los síntomas y pueden explicar la razón por la cual algunos de los síntomas son tan graves en el cuadro inicial, aunque remiten muy rápidamente.

Los síntomas psicóticos transitorios, pueden conducir al tratamiento, de modo especial en el grupo A y en el trastorno de personalidad limíte o borderline.

Las personas con trastornos de la personalidad acuden a menudo con el médico de atención primaria con molestias físicas, más que para buscar servicio de salud mental específico para atenuar su caracterología patológica. Un trastorno de la personalidad puede complicar o prolongar el tratamiento médico y dar por resultado una mayor utilización de los servicios sanitarios.

La TRANSFERENCIA es traer la experiencia de la vida actual, como las relaciones, creencias, expectativas y percepciones de las relaciones previas. La transferencia del tratamiento analítico se refiere a menudo a las relaciones a partir de etapas particulares del desarrollo. Por ejemplo: un paciente puede sentir a su esposa de la misma manera que él experimentaba a uno de sus padres cuando era un niño. Aunque puede haber cierta similitud en la manera como su esposa se comporta, la percepción total es coloreada por la experiencia inicial, se trata entonces de una relación de transferencia.

La CONTRATRANSFERENCIA es una relación específica del terapeuta, psiquiatra o psicólogo a la transferencia del paciente. Los sentimientos, los pensamientos y las actitudes que son reacciones a sucesos específicos durante el proceso de tratamiento son bidireccionales y el terapeuta puede experimentar una reacción o sentimiento de ser diferente a sí mismo y puede mostrarse silencioso, enojado o cariñoso sin motivaciones primarias concretas, siendo a menudo un indicio de la presencia de una reacción de contratransferencia.

Tanto la TRANSFERENCIA como la CONTRATRANSFERENCIA en psicología o en psiquiatría tienen que ser reconocidas y trabajadas por parte del psicólogo o el psiquiatra para incrementar la comprensión del comportamiento y para ayudar en el proceso de tratamiento y de recuperación del paciente. Cuando estas reacciones no son atendidas ni analizadas por el profesional, pueden demorar el proceso terapéutico, conducir a reacciones negativas y en ocasiones provocar la finalización de la relación terapéutica.

Los MECANISMOS DE DEFENSA definen en psicología los métodos por medio de los cuales los individuos buscan regular sus instintos más primarios o básicos.

Los instintos pueden ser considerados primariamente como agresivos y sexuales. Los mecanismos de defensa son conceptualizados como una parte del proceso llamado el ego o el “yo”.

La teoría inicial de Freud de la personalidad hizo hincapié en un conflicto entre el deseo de gratificación de los instintos básicos y la necesidad del control de presión no deseada o peligrosa para lograr gratificación. Propuso el concepto de la “represión” como un mecanismo central de defensa del ego, pero en la actualidad se reconocen varios mecanismos de defensa.

La REPRESIÓN se refiere al mecanismo por medio del cual los impulsos, pensamientos y sentimientos internos del recuerdo de los sucesos son “olvidados”. Estos se hallan contenidos en la memoria no-consciente (o reprimida). Lo reprimido no es reconocido, pero tiende a permanecer el efecto de lo que fue reprimido. Por ejemplo, una persona puede “olvidar” o reprimir un hecho traumático, sin embarco conservar una emoción que no puede conectar con una situación particular. La tristeza inexplicable no unida a un recuerdo, pero presente en respuesta a ciertos indicios interpersonales, es probablemente resultado de la represión.

Otros mecanismos de defensa son negación, altruismo, intelectualización, proyección, internalización y sublimación. Cada mecanismo constituye un método diferente para tratar pensamientos, sentimientos, deseos o sucesos inaceptables.

El terapeuta, psicólogo o psiquiatra, deben ayudar al paciente a comprender las maniobras defensivas y para que éste sepa identificar sus influencias en el funcionamiento de sí mismo en las diferentes situaciones cotidianas que vivencia. Con ayuda de un profesional adecuado, el paciente puede cambiar modelos conductuales y hacerlos mas adaptativos.

En la TERAPIA DE GRUPO, el paciente recrea las dificultades características en el grupo de iguales. Las interacciones en las TERAPIAS DE GRUPO exponen rápidamente los tipos de comportamientos más naturales y automáticos de la persona.

  • La “COLINA DE LOS ESPEJOS” es un concepto que se refiere a la capacidad del grupo para confrontar a un individuo con un comportamiento que él o ella han sido incapaces de reconocer. Es más probable que cada uno de los miembros acepte la retroalimentación acerca de su comportamiento cuando proviene de múltiples observadores que han podido tener experiencias parecidas.
  • La existencia de múltiples personas que apoyan con empatía la lucha del paciente puede hacer que las confrontaciones sean más tolerables y se atiendan con el afecto intenso más posible.
  • La revelación de secretos vergonzantes puede conducir a alivio inmenso.
  • Las interacciones grupales atraen respuestas e intercambios socialmente aceptables.
  • El grupo ofrece modelos alternativos para el comportamiento con el objetivo de generar consecuencias distintas y más adaptadas.
  • La terapia de grupo es con frecuencia experimentada como menos regresiva que la terapia individual.

Dado que según los estudios clínicos. todos los antidepresivos son por igual eficaces. Por ello, los factores específicos de un paciente influyen en la elección del antidepresivo y en este caso la formación, el conocimiento y la experiencia del médico especialista en psiquiatría tratante es fundamental.

La enfermedad depresiva es heterogénea en la expresión sintomática y los pacientes por separado presentan tipos de efectos secundarios diferentes y respuestas al tratamiento también diferentes.

En términos generales, en psiquiatría se admite que cuando un paciente tuvo una respuesta excelente a un antidepresivo específico en el pasado, esta es probablemente la mejor elección para administración futura. De manera semejante, cuando hay antecedente de un pariente de primer grado que haya tenido una respuesta excelente a un antidepresivo, se incrementa la probabilidad de que el paciente logre una buena respuesta.

Además, los efectos secundarios de los antidepresivos tienen una consideración importante. Cuando un paciente tiene insomnio, es ventajoso entonces un antidepresivo con propiedades sedantes. De manera opuesta, cuando un enfermo experimenta letargo e hipersomnia, es útil un antidepresivo más activador.

Se deben evitar los antidepresivos que inducen hipotensión ortostática en el tratamiento de pacientes con riesgo de caídas o antidepresivos con componente anticolinérgico para evitar confusión mental en los pacientes de edad avanzada.

Otro factor es la seguridad en caso de sobredosis. Los ISRS (inhibidores de recaptación de serotonina), la nefazodona, venlafaxina, bupropión y mirtazapina tienen una ventaja clara a este respecto, ya que son sustancialmente más seguras en caso de sobredosis que otros antidepresivos, en especial, al compararlos con los antidepresivos tricíclicos (ADT).

La causa exacta de la aparición de TRASTORNO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH) se desconoce, pero suele haber un agrupamiento genético claro de casos en familias.

Los estudios de adopción identifican que la genética es mucho más importante que el ambiente en la manifestación del TRASTORNO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH). Los estudios realizados en gemelos no muestran concordancia completa, lo que indica que otros factores contribuyen a la causa del TRASTORNO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH).

Sin embargo, hasta la fecha, el único factor claramente demostrado que se relaciona con el TRASTORNO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH) es el tabaquismo materno durante la gestación. Seis estudios de gemelos con TRASTORNO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH) muestran tasas de concordancia de 60 a 80%.

En la actualidad, la ciencia considera a la PSICOSIS POSPARTO como un síndrome orgánico. Las variables psicológicas y sociales se consideran secundarias a los factores orgánicos, que en el factor predisponente fundamental.

Después de la expulsión de la placenta, se pierde una gran fuente de producción hormonal. Tal y como sucede con la melancolía de la maternidad, la disminución súbita y notable de estrógeno sérico puede iniciar una secuencia de sucesos neuroendocrinos, que producen síntomas psiquiátricos graves en mujeres con una vulnerabilidad biológica intrínseca.

El estrógeno posee propiedades antidopaminérgicas. La hipótesis es que la supresión brusca de estrógeno expone a los receptores postsinápticos sensibles en el cerebro; esto puede ser un suceso desencadenante para la aparición de la psicosis. La propensión para la recaída con las menstruaciones un factor importante de la implicación hormonal en la parición o recurrencia de este tipo de trastorno.

La disminución del estrógeno del suero conduce también a un descenso en las proteínas de unión del suero, con inclusión de la transcortina. Las cifras de cortisol están altas durante la gestación. Un aumento de cortisol durante el trabajo de parto le sigue una disminución brusca, pudiendo desencadenar reacciones psicóticas agudas con la insuficiencia suprarrenal o la supresión de esteroides. Las pequeñas dosis de análogo de cortisol administradas a mujeres con enfermedad posparto parecen disminuir la gravedad y duración de los síntomas.

Por último, las mujeres con enfermedad posparto tienen una incidencia alta de anormalidades tiroideas. Los valores de T3 se hallan significativamente disminuidos en mujeres con PSICOSIS POSPARTO, en comparación con controles. Los valores absolutos descienden a menudo dentro del intervalo normal, sin signos físicos francos de hipotiroidismo. Tal vez es la pendiente de la declinación de T3, más que la concentración específica en suero, lo que influye en la aparición de la psicosis, aunque esta aseveración precisa de estudios concluyentes.

Patología Dual

CLÍNICA ZAFRA SALUD MENTAL es el ÚNICO MODELO DE TRATAMIENTO EN VALENCIA capaz de dar la continuidad terapéutica de TODAS LAS FASES DEL PROCESO DE RECUPERACIÓN DE LA ENFERMEDAD ADICTIVA: desintoxicación, deshabituación, rehabilitación y reinserción.

Según el criterio clínico de nuestros profesionales de CLÍNICA ZAFRA le asesoraremos sobre el mejor ABORDAJE TERAPEUTICO que se adapta a sus necesidades particulares para iniciar un proceso de recuperación eficaz y con la mínima incertidumbre.

En casos específicos, la persona requiere un Centro de Ingreso durante las etapas iniciales del tratamiento. En estos casos, y tras realizar una primera valoración se coordinará la estancia con Clínica de Desintoxicación o Comunidad Terapéutica que ofrezca las máximas garantías asistenciales.

En CLÍNICA ZAFRA SALUD MENTAL, trabajamos con el firme compromiso de brindar una atención integral, humanizada y basada en evidencia científica a personas que atraviesan procesos de adicción y padecen, de manera simultánea, algún trastorno mental asociado, como ansiedad, depresión, trastornos del estado de ánimo, esquizofrenia o trastornos de personalidad. Esta condición, conocida como patología dual, requiere de un abordaje clínico específico, coordinado y multidisciplinario, ya que ambas problemáticas se interrelacionan y se potencian entre sí.

Nuestro objetivo es acompañar a cada paciente en su proceso de recuperación, promoviendo una mejora real y sostenible en su salud mental, su bienestar general y su calidad de vida.

Entendemos que cada historia es única, y por ello diseñamos planes terapéuticos personalizados, adaptados a las necesidades específicas de cada persona, considerando tanto su historia clínica como su contexto social, familiar y emocional.

Los objetivos son:
Diagnosticar de forma precisa y temprana los trastornos psiquiátricos que coexisten con el consumo de sustancias.
Tratar de manera simultánea e integrada la adicción y el trastorno mental, evitando enfoques fragmentados.
Reducir los síntomas y mejorar la funcionalidad psicosocial, facilitando la reinserción del paciente en su entorno habitual.
Prevenir recaídas a través de herramientas psicoeducativas, estrategias de afrontamiento y fortalecimiento del proyecto de vida.
Involucrar activamente a las familias, brindándoles contención, orientación y espacios terapéuticos que favorezcan la comprensión del proceso y el fortalecimiento de vínculos.

Contamos con un equipo interdisciplinario altamente capacitado, con especialistas especializados en salud mental y trabajadores sociales, todos comprometidos con el cuidado y la dignidad de las personas que atraviesan una situación de vulnerabilidad.

Además, ofrecemos un entorno terapéutico seguro, confidencial y libre de estigmas, donde cada paciente es tratado con respeto, empatía y sin juicios. Nuestra visión no se limita a la abstinencia, sino que se centra en la recuperación integral del ser humano, ayudando a restablecer sus vínculos, su autoestima y su autonomía.

A través de programas de tratamiento ambulatorio, intensivo y residencial, buscamos generar procesos terapéuticos profundos y transformadores, que no solo atiendan los síntomas, sino que también trabajen sobre las causas, los traumas y los patrones de comportamiento asociados.

Los profesionales de CLÍNICA ZAFRA SALUD MENTAL creemos que el cambio es posible. Y que toda persona, con el apoyo adecuado, puede iniciar un nuevo camino hacia una vida más plena, libre y saludable.

Nuestros programas de atención en adicciones y patología dual están dirigidos a:

Personas que:

• Presentan adicción al alcohol, drogas legales o ilegales, psicofármacos u otras conductas adictivas (como juego patológico o adicción a las pantallas).
• Han sido diagnosticadas o presentan síntomas de un trastorno mental asociado (depresión, ansiedad, trastorno bipolar, esquizofrenia, etc.), junto con un consumo problemático de sustancias.
• Tienen antecedentes de tratamientos previos sin resultados sostenibles y buscan un abordaje especializado e integral.
• Requieren contención profesional para estabilizar su salud mental y retomar su proyecto de vida.

Familiares y entornos cercanos que:

• Necesitan orientación y acompañamiento para saber cómo actuar ante un familiar o amigo íntimo con consumo problemático o diagnóstico de patología dual.
• Desean participar activamente en el proceso terapéutico desde un lugar de apoyo, comprensión y vínculo saludable.
• Buscan mejorar la convivencia, la comunicación y el entorno emocional familiar.

Profesionales o instituciones derivadores como:

• Centros de salud, hospitales, clínicas, comunidades terapéuticas o dispositivos asistenciales que necesitan derivar pacientes con enfermedad adictiva o patología dual clínicas.
• Profesionales de la salud mental, adicciones o patología dual que buscan un centro de ingreso, tratamiento intensivo o soporte terapéutico para sus pacientes.

Antes de tomar ninguna decisión terapéutica, un profesional de CLÍNICA ZAFRA SALUD MENTAL realiza una valoración clínica de su estado clínico y funcional.

En esta primera entrevista se le asesora y se encuadra el tratamiento más eficaz posible para conseguir los objetivos de recuperación en el menor tiempo posible.

Puede enviar un WhatsApp al 662 407 826 y concertaremos de forma preferente su cita de valoración.

Tomar la decisión de ingresar a un centro especializado no es fácil, pero puede marcar la diferencia entre el deterioro progresivo y la posibilidad real de recuperación.

En casos de adicciones o patología dual moderada-grave o grave, el ingreso no es solo recomendable, sino necesaria. Algunas señales clave que indican cuándo es momento de buscar ayuda en un centro de ingreso, bien clínica de desintoxicación o comunidad terapéutica especializada son los siguientes:

🚨 Señales de alerta para considerar el ingreso en Centro de Ingreso Especializado:

Consumo fuera de control: la persona es incapaz de detener el consumo y está sumido en una espiral de consumos repetidos, a pesar de las consecuencias negativas en su salud, trabajo o relaciones familiares.
Fracasos en tratamientos ambulatorios: la persona ha intentado dejar la sustancia con ayuda profesional a nivel ambulatorio, sin lograr mantener una abstinencia completa y con un estancamiento de su proceso de recuperación.
Descompensación psiquiátrica: presencia de sintomatología grave como alucinaciones, delirios, alteración de comportamiento, intentos de suicidio o conductas de riesgo. El consumo activo de sustancias es un claro factor agravante de la sintomatología psiquiátrica.
Negación del problema: no hay conciencia de enfermedad, lo que impide el inicio de un proceso terapéutico. En estos casos es necesario un proceso de maduración psicológica junto con la familia para motivar la mejor decisión del paciente proporcionada a su realidad vital.
Aislamiento social y familiar: la persona ha roto vínculos importantes y se encuentra en una situación de abandono, dependencia o riesgo social.
Deterioro físico y psicológico severo: problemas de salud física, pérdida de peso, insomnio de larga evolución, estados de ánimo depresivos o deterioro cognitivo.
Ambiente no terapéutico en el hogar: El entorno familiar no cuenta con los recursos o condiciones necesarias para contener, motivar o acompañar el proceso de recuperación.

Un centro de ingreso, clínica de desintoxicación o comunidad terapéutica brinda lo siguiente:

• Supervisión médica y desintoxicación segura.
• Evaluación psiquiátrica y abordaje de la patología dual.
• Contención emocional y psicoterapia intensiva.
• Acompañamiento interdisciplinario (psiquiatras, psicólogos, terapeutas, enfermería).
• Rutinas terapéuticas, grupos de terapia, talleres ocupacional y trabajo con la familia.

La máscara de la conducta adictiva esconde alteraciones mentales como trastornos de ansiedad, trastornos depresivos, bipolaridad, alteraciones de la personalidad, psicosis o esquizofrenia que requieren tratamiento multidisciplinar, integral, e intensivo en el que los enfoques terapéuticos tradicionales quedan obsoletos y arrastran concepciones erróneas que inevitablemente llevan al fracaso y al sufrimiento de pacientes y familiares.

La Patología Dual es el término clínico utilizado para describir la coexistencia de un trastorno adictivo y un trastorno mental en una misma persona. Esta condición no es la excepción, sino una realidad frecuente en los dispositivos de salud mental y atención a las adicciones.

El paciente con Patología Dual puede sufrir, por ejemplo, un trastorno por consumo de sustancias (como alcohol, cocaína, cannabis o benzodiacepinas) y, al mismo tiempo, un trastorno mental como depresión mayor, trastorno de ansiedad, esquizofrenia, trastorno bipolar o trastornos de la personalidad.

Estudios epidemiológicos han evidenciado la alta frecuencia de esta condición, incluso hay autores que defienden una prevalencia en torno a 90% de las personas que mantienen una enfermedad adictiva. Estadísticas rigurosas hablan que:

• Según la Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y la Salud Mental (EE. UU., SAMHSA, 2022), aproximadamente el 50% de las personas con un trastorno por uso de sustancias presenta también algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida.
• En el ámbito clínico, se estima que 6 de cada 10 pacientes que acuden a un centro de salud mental presentan simultáneamente síntomas compatibles con Patología Dual.
• En España, datos del Plan Nacional sobre Drogas indican que entre el 60% y el 70% de los pacientes adictos atendidos en programas de tratamiento padecen algún trastorno psiquiátrico asociado.

La Patología Dual puede presentarse de formas diversas:

• El trastorno mental puede preceder al consumo de sustancias (por ejemplo, una persona con depresión que comienza a automedicarse con alcohol).
• El consumo puede desencadenar o agravar un trastorno psiquiátrico (por ejemplo, un brote psicótico inducido por cannabis en personas vulnerables).
• O ambos trastornos pueden desarrollarse paralelamente debido a factores comunes como trauma, vulnerabilidad genética o ambiente psicosocial adverso.

El tratamiento de la Patología Dual requiere un enfoque integral e interdisciplinario por profesionales especializados y acreditados. No es suficiente tratar solo la adicción ni exclusivamente el trastorno mental por otro lado.

En CLÍNICA ZAFRA SALUD MENTAL, ofrecemos un abordaje especializado que incluye:

Evaluación clínica completa: diagnósticos precisos desde la psiquiatría y la psicología clínica.
Desintoxicación médica supervisada cuando es necesario, en un entorno seguro.
Terapias integradas que abordan el consumo y los síntomas mentales al mismo tiempo.
Psicoeducación, estrategias de prevención de recaídas y fortalecimiento del vínculo terapéutico.
Trabajo con la familia y el entorno, fundamentales para la contención y recuperación sostenida.

Aunque el tratamiento puede ser más prolongado y demandante que en casos de trastorno único, los estudios demuestran que la recuperación es posible cuando el abordaje es adecuado, continuo y personalizado.

El ingreso a una clínica especializada permite interrumpir el círculo de recaídas, estabilizar al paciente y diseñar un proyecto terapéutico realista y esperanzador.

La FILOSOFÍA DE TRABAJO DE CLINICA ZAFRA SALUD MENTAL es tratar, asesorar y acompañar durante TODO EL PROCESO DE RECUPERACIÓN para afianzar una transformación real y un cambio honesto a una vida saludable y con anclajes emocionales seguros.

El equipo de profesionales de toma en conjunto las mejores decisiones terapéuticas basados en los mejores intereses del paciente para alcanzar una recuperación plena y sostenible.

Por lo tanto, tras la FASE DE DESINTOXICACIÓN se hace imperativo focalizar en superar sin sobresaltos las siguientes fases de tratamiento: FASE DE RECUPERACIÓN TEMPRANA y posteriormente la FASE DE RECUPERACION TARDÍA.

El tabaquismo es una adicción y por lo tanto una enfermedad.

El tabaquismo es crónico y grave. Es una factor fundamental en la aparición y desarrollo de enfermedades pulmonares y otras patologías orgánicas. Durante la FASE DE DESINTOXICACIÓN de trastornos adictivos tales como el alcoholismo, la dependencia a cocaína, heroína, cannabis, pastillas de diseño u otras adicciones comportamentales (ludopatía, etc), los profesionales no recomendamos retirar el tabaco de forma completa durante estas fases iniciales, sino iniciar una toma de conciencia activa del tabaquismo que contemple una disminución del numero de cigarros en un rango entre 10 y 15 cigarros/día, es lo que se conoce como abordaje de tabaquismo mediante una “reducción de daño”.

En las fases posteriores de recuperación, el profesional acreditado le asesorará sobre la conveniencia de iniciar El PROCESO DE DEJAR DE FUMAR y tras valorar todos lo factores, le asesorará sobre las herramientas, medidas y programas más eficaces y actualizadas que garanticen una DESHABITUACION TABÁQUICA A LARGO PLAZO.

Se sabe que el riesgo de padecer una ADICCIÓN o un TRASTORNO POR ABUSO DE SUSTANCIAS es entre 3 y 4 veces más frecuente en hijos de personas que abusan de alcohol u otras drogas, que de padres que no abusan de éstas. La causa no es única y contempla la interacción de factores genéticos, factores ambientales y factores relacionales.

Los tipos familiares en los TRASTORNOS ADICTIVOS se han estudiado principalmente en familias de personas con alcoholismo. Los estudios realizados en gemelos ponen de manifiesto una concordancia más alta de alcoholismo o trastorno por consumo de alcohol en gemelos monocigotos, que en gemelos dicigotos. Los estudios de adopción demuestran que los gemelos criados por separado tienen un incremento semejante en la prevalencia del alcoholismo, sea que hayan sido criados en familias alcohólicas o en familias no alcohólicas. Sin embargo, dado que la concordancia en gemelos monocigotos no es del 100%, se asume que los factores ambientales participan en una parte importante en el desarrollo del alcoholismo o de adicción al
alcohol.

Las convulsiones o crisis epilépticas por de privación de alcohol suelen aparecer entre las 6 y las 48 horas después de interrumpir o reducir la ingestión de alcohol y puede aparecer entre el 5% y el 10% de pacientes con supresión alcohólica.

Las convulsiones o crisis epilépticas en el síndrome de abstinencia de alcohol cesan en general entre las 6 y las 12 horas. Pueden ser múltiples y agravarse dando crisis epilépticas de gran mal. Cuando un paciente tiene antecedente de convulsiones tras de privación o abstinencia de alcohol, el riesgo de recurrencia si se concatenan los mismos factores de supresión de alcohol, multiplica hasta x10 veces el sufrir una crisis epiléptica.

Dado que menos del 5% de las convulsiones por de privación de alcohol son focales, se deben estudiar otras causas como el hematoma subdural. Existen convulsiones que pueden manifestarse después de 48 horas, en estos casos se hace necesario realizar el diagnóstico diferencial con la abstinencia de tranquilizantes o sedantes.

Muchas personas con adicción al alcohol tienen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y las convulsiones se pueden relacionar con toxicidad por teofilina. Las convulsiones se pueden deber también a trastornos metabólicos, como hipoglucemia o hipomagnesemia, que son frecuentes en los alcohólicos.

La ENFERMEDAD DE WERNICKE, o ENCEFALOPATÍA DE WERNICKE, se caracteriza por confusión, somnolencia, ataxia y trastornos oculares o incluso nistagmo (debidos a la debilidad o parálisis de VI par craneal). El SÍNDROME DE WERNICKE puede tener un inicio agudo o presentarse lentamente en el transcurso de una semana.

La PSICOSIS DE KORSAKOFF es un estado de amnesia que suele ser consecutiva al síndrome de Wernicke. En la PSICOSIS DE KORSAKOFF los pacientes tienen amnesia anterógrada (incapacidad para retener nuevos recuerdos, incluso el nombre de su médico) y posiblemente amnesia retrógrada (incapacidad para recordar el pasado). En la PSICOSIS DE KORSAKOFF el paciente está alerta, responden, suelen tener aspecto normal y tratan de cubrir sus problemas de memoria fabricando respuestas, a esto se llama “confabulación”. En la prueba de la cuerda, que se utiliza en el diagnóstico de la PSIDOSIS DE KORSAKOFF, el médico le pide al paciente que tome una “cuerda imaginaria” en sus manos y el paciente cumple la indicación como si la cuerda fuese real.

El tratamiento con tiamina (vitamina B1) puede revertir las anormalidades oculares y la ataxia casi por completo, pero la confusión y los problemas amnésicos no suelen responder muy bien. El tratamiento rápido del SÍNDROME DE WERNICKE puede impedir el inicio de la PSICOSIS DE KORSAKOFF. Cuando el tratamiento es diferido, el paciente se puede progresar su sintomatología hacia la instauración de un SÍNDROME DEMENCIAL y ser incapaz de cuidarse a sí mismo. De esta manera, la ENCEFALOPATÍA DE WERNICKE de ser considerada una urgencia médica.

Entre el 80 y el 90% de las personas con alcoholismo o con un Trastorno por Consumo de alcohol son fumadores habituales y con frecuencia son fumadores intensos (cantidad superior a 20 cigarros al día).

Algunas de las complicaciones médicas del alcoholismo pueden ser causadas por el tabaquismo, y el incremento en la mortalidad en la persona alcohólica se debe también a las complicaciones del tabaquismo.

Se debe sospechar una tasa más alta de alcoholismo en poblaciones que fuman, así como en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Con el uso periódico de dosis altas de sedantes o ansiolíticos o benzodiazepinas, la DEPENDENCIA sucede después de aproximadamente de 1 a 3 meses.

Se ha postulado, si el desarrollo de DEPENDENCIA DE BENZODIAZEPINAS es menor, cuando la dosis terapéutica es menor, pero a fecha de hoy los datos no son concluyentes. Aunque, en la actualidad, la comunidad científica admite con mayor o menor contundencia que la DEPENDENCIA DE ANSIOLÍTICOS O SEDANTES puede suceder con el uso diario de dosis terapéuticas, después de dos a cuatro meses, pero sólo en un subgrupo de pacientes especialmente vulnerable.

Los FENÓMENOS DE TOLERANCIA o “acostumbramiento” en el uso de sedantes o hipnóticos puede conducir a la ingestión de dosis más grandes y más frecuentes para lograr los efectos psicoactivos deseados. En este sentido, es de especial interés el consumo o la sobredosis de barbitúricos ya que puede ser letal al inducir una depresión respiratoria que puede ser mortal.

Cuando las benzodiazepinas se utilizan de manera aislada, las dosis notablemente altas son toleradas, aunque la toxicidad se incrementa de manera significativa cuando se agregan otros psicótropos depresores.

Los SÍNDROMES DE ABSTINENCIA A BENZODIAZEPINAS pueden ser graves y poner en peligro la vida. El inicio varía desde unas cuantas horas a varios días, según la vida media del fármaco sedante o la benzodiazepina. Los signos y síntomas comprenden taquicardia, temblor, inquietud e insomnio, diaforesis, náuseas, vómitos, ansiedad y agitación, alucinaciones transitorias y convulsiones de gran mal. Estos síntomas de abstinencia son semejantes a los síntomas de abstinencia de los barbitúricos y de las benzodiazepinas tomadas a dosis altas a dosis altas.

Se puede objetivar una ABSTINENCIA DE SEDANTES O ANSIOLÍTICOS menos grave con la descontinuación de dosis bajas (terapéuticas) de benzodiazepinas, pero la gravedad se puede incrementar con las benzodiazepinas que poseen características más potentes, de acción más inmediata y de menor vida media.

La hipótesis de la automedicación indica que el abuso de alcohol, drogas o fármacos no prescritos se está utilizando de forma anárquica y descontrolada por un individuo para atenuar y minimizar una sintomatología psiquiátrica que padece. Esta hipótesis tiene su origen en el estudio de un grupo pequeño de personas que abusaban de drogas pero no ha sido validada de modo experimental.

La teoría sostiene que los pacientes no abusan de las drogas al azar; más bien descubren una droga que alivia los sentimientos dolorosos y el sufrimiento y que por tanto sirve como un mecanismo de escape a las situaciones vivenciadas para diferir la búsqueda de ayuda o la asunción de un problema psicológico o una enfermedad psiquiátrica.

El uso repetitivo de drogas como automedicación puede a la postre conducir a una dependencia y a una enfermedad adictiva. Incluso después del tratamiento del trastorno psiquiátrico, la adicción puede persistir.

Por ello, la mejor alternativa terapéutica es el tratamiento conjunto de ambas patologías, es lo que se denomina la PATOLOGÍA DUAL en Salud Mental y el TRATAMIENTO INTEGRAL DE LA PATOLOGIA DUAL.

Por ejemplo, un varón de 24 años de edad que se describe a sí mismo como deprimido de toda su vida, trató con heroína en una fiesta y dijo que por vez primera se sintió aliviado de su perturbación emocional. Pronto utilizaba heroína diariamente y necesitaba cantidades crecientes para lograr el mismo alivio.

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