Dependencia emocional tratamiento
Durante nuestra existencia el ser humano busca constantemente el afecto, el amor, la amistad, las relaciones sociales,… para sentirse parte del mundo y de una vida más allá de sus propias vivencias. Todo ello es totalmente necesario para un desarrollo sano y feliz de nuestras vidas pero en muchas ocasiones se interponen en relaciones y situaciones de nuestra vida.
Una dependencia que nos hace obsesivos y dependientes de lo que otro pueda pensar o decir, nos quita poco a poco nuestra individualidad para tomar decisiones o decir que no en un momento dado. Y es que igual de necesaria son las relaciones sociales como el fomento de nuestra individualidad y la forja de un carácter propio más allá de la pareja, para poder afrontar los problemas, la ansiedad y el estrés con el que nos vamos a encontrar diariamente en todas las situaciones de trabajo, amistad o amor.
Características y tratamientos
Aunque no hayamos pensado nunca en este tipo de dependencia como una adicción, es en parte un comportamiento psicológico parecido en el que nos encontramos “enganchados” a unos sentimientos y personas, inventando continuamente razones para justificarnos sin darnos cuenta de que perdemos nuestra propia personalidad y capacidad de decisión.
En la clínica Ivane hemos tratado durante años este tipo de problemas psicológicos de autoestima, muchos más graves y generalizados de lo que nos podemos pensar. Sobre todo porque están muy arraigados en las relaciones ,familiares, amorosas o el trabajo diario y el paciente debe reconocer el problema para poder ser tratado.
Qué es
Por tanto, ¿cómo podemos definir adecuadamente la dependencia de este tipo?. Simplificando podríamos decir que es un problema psicológico en el que una persona actúa de manera totalmente dependiente de otra persona perdiendo ampliamente su personalidad y libertad interior, atada a los pensamientos u opiniones de la otra persona. En todo momento justifica esta situación argumentando un gran amor o una obligación de algún tipo, siendo cada vez más el apego y la atadura y aumentando la dificultad de poder dejar esa relación y rebajando su autoestima cada vez más.
Tipos
Aunque habitualmente se habla de la dependencia de la pareja, pueden existir otras opciones que también englobamos como dependencias relacionales:
Dependencia de la pareja
En los casos de dependencia amorosa la persona busca normalmente hombres o mujeres con fuerte carácter, autoritarios, que saben que pueden manipular a este tipo de sujetos en todo momento. Sienten un fuerte miedo a quedarse solo, ansiedad e inseguridad ante sus propias opiniones. Se aleja de sus familiares y amigos queriendo estar siempre con esa persona, en su mundo y con sus amistades.
Si la persona elegida como pareja no tiene un carácter autoritario, egoísta y manipulador, se sentirá seguramente agobiado ante la necesidad de constante afecto y la presión para realizar todas las actividades juntos, con lo que es posible que quiera dejar la relación y el dependiente busque de nuevo y precipitadamente otra pareja ante el miedo a no tener a nadie. Es necesario que mediante la dependencia emocional tratamiento los pacientes aprendan a estar solos y de ahí puedan desarrollar una relación sana basada en compartir ciertos aspectos de la vida pero no todos.
Padres e hijos
También existe la posibilidad de la llamada dependencia de padres a hijos. Éstos son padres y madres que han desarrollado una necesidad y control excesivo de los hijos ante el miedo a que los abandonen o marchen de casa, dejándolos solos de nuevo en una situación que hace muchos años no vivían y teniendo de repente demasiado tiempo en sus manos. Estos padres suelen desarrollar este comportamiento de asfixia y control total sobre los niños durante todo su crecimiento, no es una situación aislada.
Pueden llegar a manipular los sentimientos del niño o niña para que no les deje solos, para que dependa de ellos, salga con ellos,… creando a la vez en el hijo una sensación de necesidad de los padres y provocando en muchas ocasiones una dependencia emocional desde el hijo/a a los progenitores. Si durante muchos años creas la sensación en el niño de seguir siempre tus órdenes, de ser castigado si toma una decisión haciéndolo sentir culpable por ser independiente, entonces podemos estar sembrando la semilla de la dependencia en un futuro no muy lejano.
Características
Entre las características habituales de este tipo de personas pueden encontrarse todas o algunas de los siguientes rasgos:
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Baja autoestima
Una persona con baja autoestima es aquella que no tiene una buena imagen de sí misma. Por ejemplo no acepta las pérdidas, no sabe reponerse de las críticas, no sabe defenderse ante ataques externos o defender su posición porque se ve inferior o peor que los demás. Se hunde ante las adversidades y se deja convencer o llevar porque opina que los pensamientos de los demás son siempre mejor idea que los suyos, sin ver en sus acciones ninguna virtud o ejemplo positivo sino siempre errores.
Miedo a los cambios
Un paciente con dependencia por exceso siempre se acomoda a su estado, desarrollando un ideal de relación feliz y estable con una fuerte union en todos los aspectos de su vida diaria. Siente un miedo atroz a cambiar esa situación y al qué será, imaginando que no podrá soportar realizar sus actividades sin el apoyo y ayuda de la otra persona.
Idealizacion
Por supuesto la dependencia trae consigo otra característica, y esa es la idealización de la otra persona. En una pareja el dependiente verá siempre en su amor una imagen ficticia de felicidad y plenitud, un ser perfecto sin ninguna clase de defecto que será el mejor marido, el mejor padre, un éxito profesional y una persona amable y cariñosa en toda momento. Una figura que percibe desde el principio como superior y más importante que uno mismo.
Necesidad excesiva de afecto
El dependiente querrá que su pareja esté siempre a su lado, pendiente de él o ella. Sus ratos libres tendrá que pasarlos siempre a su lado o empezará a preocuparse en todo momento por la pérdida, el miedo a que le dejen, etc.. Estas personas tienen una necesidad excesiva de cariño y de demostración de él en todo momento ya que lo necesitan para sentirse seguros y no fantasear con el abandono y el miedo que les provoca.
Síndrome de abstinencia
En la dependencia de este tipo también existe el síndrome de abstinencia que podemos encontrar en otras adicciones a sustancias. Ese periodo en que ha finalizado la relación y la persona se encuentra desesperada, intentando por todos los medios volver a recuperarla aunque fuera insatisfactoria o tóxica para él/ella.
Como identificarlo
Podemos aconsejarte una serie de puntos o test que puedes realizarte si crees que tú o alguien de tu entorno puede estar sufriendo este tipo de síndrome. Por supuesto siempre recomendamos que lo mejor es acudir a un psicólogo especialista que pueda aconsejarte y evaluar adecuadamente para descubrir si es en realidad dependiente emocional o alguna otra enfermedad psicológica que necesite ayuda médica también.
Puedes ser dependiente emocional si:
- Tienes necesidad constante de estar comunicado con tu pareja aunque esté en el trabajo, con amigos o familiares y sepas que no puede atenderte. Si no es con llamadas, existe el whatsapp, mensajes, etc.. Siempre quieres saber lo que está haciendo.
- Hay un desequilibrio en vuestra relación ya que siempre dejas pasar tu opinión o lo que te apetece hacer en favor de sus planes.
- No te imaginas sin pareja y siempre que has terminado una relación has pasado rápidamente a otra sin estar nunca solo o sola.
- Miedo y pánico a perder a la pareja, permitiendo cualquier cosa para que no se enfaden o se “desenamoren” de ti.
- Siempre pones en primer lugar a tu chico/a, anteponiendo su compañía a una cena con amigos, quedada familiar o cualquier evento al que no te acompañe él o ella.
- Hablas o piensas en exceso en las estupendas cualidades positivas de tu pareja y nunca en sus defectos y no te ves a ti mismo con buenas cualidades a la altura de la otra persona.
Tratamientos dependencia
Existen diversos tratamientos y terapias que el paciente debe comenzar con su psicólogo si reconoce que tiene un problema de dependencia afectiva.
En una primera fase lo primero sería superar la etapa del periodo de abstinencia, el cual lleva a querer retomar como sea la relación. Para poder superarlo es importantísimo respetar ciertas pautas como:
- Escritura de defectos del otro para darnos cuenta de nuestra idealización
- Cero contacto con la pareja, ni en redes sociales ni por conocidos
- Evitar preguntar sobre la vida del otro a conocidos comunes
Más allá existen pautas como comenzar nuevos hobbys y aficiones, cambiar de aires y conocidos para darse cuenta que es posible desarrollar una nueva vida fuera de esa relación tóxica. Todo ello, por supuesto, con el acompañamiento y asesoramiento de un psicólogo que supervise los tratamientos y terapias necesarios.