Una fobia es un trastorno que se caracteriza por presentar cuadros de ansiedad, miedo intenso e incontrolable ante diversas situaciones, objetos, animales y/o personas. Ello conduce a una evitación de dicha situación, afectando en ocasiones de manera significativa el funcionamiento diario. Debemos resaltar en que cada individuo es distinto y por ello existen distintos tipos, hay diferencias entre la fobia social generalizada y especifica.
Entre las fobias simples más comunes se encuentran las fobias a los insectos, a las alturas, a espacios cerrados, a la sangre o las jeringuillas…y no hablamos de simples miedos, las diferencias son notables.
La fobia social, también conocida como trastorno de ansiedad social, se ha encuadrado dentro de los trastorno de ansiedad aunque diferenciado de las fobias especificas. En este sentido cabría diferenciar dos tipos de fobia social: la generalizada y la no generalizada o específica.
Fobia social generalizada vs específica
La fobia social o trastorno de ansiedad social es un trastorno en el que las interacciones cotidianas se traducen a cuadros de ansiedad intensa, miedo, inseguridad y vergüenza por temor a ser juzgado o simplemente a la opinión de los demás.
Ciertas situaciones como exponerse en público, eventos, interacciones que resulten novedosas, de forma natural pueden generar algo de temor o vergüenza, sin embargo, en la fobia social este miedo o temor se acentúa, generando mucho malestar volviéndose un gran inconveniente. A veces estas reacciones se focalizan e una situación concreta, sin embargo en otros casos, la fobia y evitación tiende a ser más extensa, afectando a otras áreas sociales.
La persona que lo sufre teme a ser juzgado como débil, estúpido, aburrido, loco o desagradable, pudiendo llegar a generar grandes limitaciones en la interacción social y/o evitándola por completo.
El ser humano como ser sociable, requiere de interacción e intercambio con el mundo, cuando esta ley natural se ve alterada, el individuo enfrenta diferentes problemas que lo conducen a situaciones de estrés, tensión interna, estancamiento personal y/o profesional y laboral.
Fobia social generalizada
La fobia social generalizada se define como ansiedad y preocupación excesiva que se encuentra presente la mayor parte del tiempo respecto a una serie de acontecimientos o actividades.
Hablamos de generalizada cuando se presenta en los pacientes en la mayoría de las relaciones sociales que puedan tener, específicamente aquellas en las que sea necesaria una interacción con otras personas.
Fobia social específica
La fobia social específica se denomina a toda aquella fobia que se desarrolla por situaciones de ansiedad que solo se dan en determinados momentos o situaciones, siendo mas concreta, más limitada.
Un ejemplo de este tipo de fobia es hablar en público, tocar un instrumento o ser observado mientras realizas alguna actividad.
Diferencias entre fobias social generalizada y específica
La principal diferencia entre ambas fobias sociales se debe al hecho de que la fobia social generalizada ocurre prácticamente en cualquier contexto que conlleve una interacción social, como saludar a un vecino, atender a un dependiente o pedir un favor a alguien
Por su parte, la fobia social específica, como su nombre lo indica, hace presencia en el individuo en situaciones específicas.
El individuo puede tener la capacidad de socializar o entablar una conversación, sin embargo, las miradas fijas ante ciertas actividades pueden generarles ansiedad.
Otra diferencia se debe al tiempo en la que se puede presentar cada una de ellas.
La fobia social generalizada, como su nombre indica, suele presentarse de forma más constante, debido a que cualquier interacción o situación puede generar cuadros de ansiedad en cualquier momento dado.
Mientras que, en la fobia social específica, solo en esas situaciones que generan ansiedad se presentaran los síntomas, y por lo general al ser tan específicas, la persona que la padece las reconoce y suele evitar que se presenten este tipo de situaciones.
Este tipo de fobia tiende a aparecer más tardíamente que la generalizada, sobre la adolescencia, contrariamente a la generalizada que parece tener mayor carga genética y puede aparecer incluso antes de los 8 años.
Estudios realizados en adolescentes indican que los adolescentes con fobia social generalizada tuvieron una mayor puntuación de ansiedad social a diferencia de los que presentaron fobia social específica. Esto indica que los jóvenes con fobia social generalizada refieren mayor índice de ansiedad social total que aquellos con ansiedad social específica.
Por otra parte, en los adultos se ha encontrado que aquello con fobia social específica pueden disfrutar más sus relaciones de pareja que aquellos que presentan fobia social generalizada.
Sin embargo, diversos estudios hacen referencia a que existe muy poca información capaz de establecer diferencias claras en cuanto a estos tipos de fobia social.
Y que los criterios de separación de ambas fobias no están claramente señalados, puesto a que en diversos estudios se han encontrados más semejanzas que diferencias entre ambos tipos.
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Síntomas y signos asociados a las fobias sociales
Como parte del criterio diagnóstico empleado en los casos de fobia social o ansiedad social el DSM-V estableció los siguientes puntos:
- Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que el individuo está expuesto al posible examen por parte de otras personas.
- Tiene miedo a actuar de cierta manera o de mostrar síntomas de ansiedad.
- Las situaciones sociales casi siempre provocan miedo o ansiedad.
- Se evitan o resisten con miedo o ansiedad intensa.
- El miedo y ansiedad son desproporcionados a la amenaza real planteada por la situación.
- Es persistente y dura varios meses.
- Causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas del funcionamiento.
Otros síntomas asociados a las fobias sociales son:
- Temor a que los demás noten los procesos ansiosos.
- Temor a sentirse juzgado o criticado.
- Temor a presentar signos físicos de incomodidad como: sonrojes, sudor, temblar.
- Evitar situaciones donde se puede ser el centro de atención.
- Aumento de la frecuencia cardiaca.
- Temblores.
- Malestar estomacal.
- Mareo o aturdimiento.
- Dificultad para respirar.
En los casos de ansiedad social infantil, el niño puede exteriorizar su ansiedad mediante llantos, berrinches, no hablar en situaciones sociales y tienden a aferrarse a los padres en estas situaciones.
De manera más específica, las personas que presentan fobia social generalizada tienden a presentar las siguientes características:
- Les cuesta interactuar con extraños o no lo hacen.
- No asisten a fiestas o reuniones.
- Les cuesta iniciar y mantener una conversación.
- Evitan el contacto visual.
- Entrar a una habitación donde los demás ya están sentados les genera incomodidad.
- Usar baños públicos.
La fobia social suele ir acompañada de algunos trastornos de salud mental, especialmente el trastorno de depresión mayor y de ansiedad, además de estar asociado al consumo de sustancias.
Causas de la fobia social generalizada y específica
El trastorno de ansiedad social tanto generalizado como específico viene influenciado genéticamente. Los rasgos que predisponen a la ansiedad social, como la inhibición conductual, tienen origen genético pero a su vez son susceptibles a las influencias ambientales.
Se ha visto que la causa parece hereditaria, aunque no todos los miembros de una familia lo presenten. Los familiares de primer grado tienen de 2 a 6 veces más probabilidades de tener el trastorno y la predisposición supone una interacción entre trastornos genéticos específicos como miedo a una evaluación negativa, o más inespecíficos como el neuroticismo.
Por otra parte, la neurociencia ha demostrado que el temor y la ansiedad involucran áreas específicas del cerebro en la que se considera que una mala interpretación de las conductas externas puede activar estas áreas y generar la ansiedad social, o empeorarla. Entre estas estructuras se encuentra la amígdala, que gestiona emociones y controla respuesta al miedo. Cuando esta tiene facilidad para hiperactivarse, responde de forma desproporcionada ante el miedo. La hiperactivación del sistema nervioso simpático también media, favoreciendo el estado de alerta.
Otra de las causas se relaciona a una dificultad o problemas en el desarrollo temprano de habilidades sociales como posible contribuyente en la aparición de la fobia social.
Algunos estudios intentan descubrir si factores ambientales y el estrés desempeñan un papel en el desarrollo de las fobias sociales. El inicio puede surgir después de una experiencia estresante, o humillante otras veces de forma lenta e insidiosa.
Tratamiento de la fobia social
Parte del tratamiento para la fobia social generalizada o específica es la búsqueda de ayuda profesional en la que se puedan tratar los síntomas mentales de este trastorno como la ansiedad, estrés y depresión. A nivel farmacológico existen opciones que pueden ayudar a atenuar dichos síntomas tanto de forma general como ante situaciones especificas, mediante el uso de benzodiacepinas, antidepresivos u otro tipo de fármacos como los betabloqueantes o la buspirona.
A nivel psicológico se abordan los miedos y las distorsiones cognitivas que se produzcan.
Además de ello, el psicólogo establecerá terapias guiadas y rutinas personalizadas de manera que el individuo con esta afección pueda encontrar las maneras acordes para sobrellevar las situaciones que generan ansiedad social.
Una recomendación como parte del tratamiento de la ansiedad social es el tener un diario personal en el cual llevar un registro de la vida diaria donde se identifique cuál es la causa de estrés o ansiedad y aquello que hace sentir mejor.
Indispensable reducir hasta el punto de evitar el consumo de sustancias que puedan alterar el estado mental del individuo, tal como sustancias alcohólicas, nicotina, cafeína, así como otro tipo de sustancias.
Sin embargo, si se cuenta con una adicción, es importante consultar con el profesional, ya que intentar dejarlas de forma repentina puede empeorar los cuadros de ansiedad.
Foro: Fobia social
En la actualidad existen diferentes métodos y formas de sanar y tratar diferentes trastornos, y es bien sabido que la búsqueda de ayuda y apoyo en círculos sociales es capaz de aportar grandes beneficios y una pronta recuperación.
Gracias a la tecnología existen diversidad de grupos o foros de fobias sociales e incluso de otros trastornos, en el que se pueden conseguir informaciones útiles en cuanto a técnicas y métodos para mejorar la situación.
Además de ello, el foro de fobia social representa una forma útil de intercambiar información y experiencias sobre las situaciones que se viven de forma personal.
Dentro del foro se pueden encontrar otras personas con trastornos y que al final, con cada experiencia es posible crea una conexión y encontrar un apoyo y entendimiento mutuo.
Algunas personas que padecen de fobia social encuentran en el foro un mecanismo útil para poder desarrollarse y expresarse de una forma más cómoda y sin sentirse tan expuestos.
Esto les permite tener libertad de hablar sobre su situación y escuchar o leer a los demás, así como solicitar información y consejos respecto a situaciones específicas.
El foro de fobia social es a su vez un mecanismo que garantiza la seguridad al anonimato lo cual le garantiza y le hace sentir al individuo mayor comodidad y tranquilidad de probar una nueva forma de socializar.
Además de ello, muchas personas con fobia social no son capaces de buscar ayuda profesional por la fobia a la gente, pero mediante el foro de fobia social ha sido más sencillo para muchas personas buscar y conseguir ayuda profesional.
Esto podría incluso preparar al individuo a la búsqueda de ayuda psicológica de forma presencial.
Lo importante del foro de fobia social es que sea un medio en el que una persona con este trastorno pueda encontrar la comodidad de buscar y conseguir ayuda para superar aquello que no le permite tener una vida de calidad.
Finalmente, el foro de fobia social puede ser un medio en el que se creen lazos duraderos y verdaderamente especiales y puedan generar cambios positivos en la vida de los beneficiados.