Relaciones no monógamas: ¿Cómo gestionar los celos y las inseguridades? - IVANE SALUD BLOG

Relaciones no monógamas: ¿Cómo gestionar los celos y las inseguridades?

Índice de contenidos

¿Qué son las relaciones no monógamas?

Las relaciones no monógamas son relaciones en las cuales no hay exclusividad sexual o afectiva. Quizá puede haber más de una pareja, o diversas personas con las que se tienen relaciones sexuales.

Existe la creencia de que tener relaciones no monógamas implica haber evolucionado y estar por encima del resto de mortales. Pero se puede tener una relación de poliamor con estructuras de amor romántico (como el control, los celos e inseguridad en la pareja).

Tipos de relaciones no monógamas

Cada relación y persona es un mundo, y, a medida que se han dado diferentes relaciones no monógamas se han establecido tipos. Existen numerosos tipos de relaciones no monógamas, las principales que podemos encontrar son las siguientes:

Poliamor:

Se tienen muchos amores, siempre con respeto y aprendiendo a reducir los problemas de comunicación en pareja. Puede ser de forma jerárquica (hay una relación principal) o no jerárquica (todas las relaciones son igual de importantes).

Polifidelidad:

Una forma de relación que rompe con la pareja de dos. Podría ser de tres personas que son fieles y exclusivas entre ellas.

Swingers:

Hay una pareja pero que en ocasiones puede jugar a cambiar las personas con las que se relacionan sexualmente.

Anarquía relacional: 

Se trata más bien de una postura política, que deconstruye la palabra pareja y quita de la pirámide de que lo sexoafectivo es lo más importante. Se trata de la idea de que todas las relaciones son iguales, indiferentemente de si hay sexo y/o amor.

Solo dependerá del compromiso y del tiempo que quieras dedicar a cada una.

Razones de por qué algunas parejas deciden tener relaciones no monógamas

Las razones que llevan a las personas a adoptar estos modelos de relación son variadas y complejas. Depende de las personas y del tipo de pareja.

Por ejemplo, si hablamos de una pareja que pasa de ser monógama a swinger, puede ser porque quieren innovar en su sexualidad o porque quieren conectar más el uno con el otro. En este tipo de encuentros, alcanzas mayor intimidad con tu pareja.

Pero no solo es por razones sexuales, hay quienes tienen relaciones no monógamas por ideología.

Consideran que la monogamia es un sistema que no funciona o que es antinatural, y eligen orientaciones relacionales que están más allá de ella.

El desafío psicológico de las relaciones no monógamas, los celos y las inseguridades.

Ser fiel o monógamos en una relación de pareja es un pacto mutuo, es una opción donde debe respetarse dicho pacto, pero, no es la única opción. Las relaciones no monógamas son consideradas liberales y modernas.

Sin embargo, muchas parejas que se embarcan en este tipo de relaciones no toman en cuenta que los celos y las inseguridades los pueden afectar.

Los celos y las inseguridades en las relaciones abiertas o no monógamas van de la mano. De hecho, los celos son el mayor obstáculo para el éxito de este tipo de relaciones.

Los celos se refieren al miedo a lo desconocido y al cambio, al miedo a perder el poder o control en una relación, al temor a la escasez y a la pérdida, y al miedo al abandono.

Son un reflejo de la propia inseguridad sobre la propia dignidad, la ansiedad acerca de ser adecuado como amante y las dudas sobre la conveniencia.

Puede parecer contradictorio ya que, al fin y al cabo, las personas que deciden tener este tipo de relaciones parecen estar por encima de ello.

Pero, en realidad, son muy pocas las personas que nunca experimentan celos.

Es importante tener en cuenta que los celos surgirán, y hay que aceptarlos como un hecho, asumiendo que va a ocurrir y estando preparados para abordarlos con estrategias adecuadas.

La mayoría de los expertos coinciden en que los celos son una reacción natural que, cuando se muestran de manera exacerbada, pueden derivar en conductas perjudiciales de tipo irracional.

Mientras que las parejas monógamas, lidian con su parte justa de inseguridad, los celos en las relaciones abiertas pueden derivar en formas sorprendentes, así como en complejos.

En este sentido, muchas parejas no monógamas se sienten innecesariamente estigmatizadas y culpables durante los episodios de celos.

En cualquier caso, los celos son algo natural en las parejas, sean del tipo que sean. ¿Y cómo manejamos los celos?

Gestionar los celos

Las relaciones abiertas todavía son relaciones estigmatizadas, a pesar de que cada vez se habla con más libertad de ellas y son más populares.

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Con este estigma cargan muchas de las personas que participan en este tipo de relaciones, y eso les hace sentir culpables y decepcionados, especialmente cuando surgen los celos.

En este sentido, los celos pueden parecer un fracaso personal o incluso factor comprometedor, ya que, junto a la libertad que se tiene para estar con otras personas, también se le permite al otro lo mismo.

Establecer pautas

Que la relación sea abierta no significa que sea una relación “sin reglas”. Por eso es importante establecer las fronteras y los límites de la permisividad para que los dos miembros de la pareja jueguen al mismo juego.

Aprender a cuidar de uno mismo

En las relaciones abiertas, cada uno debe asumir la necesidad de ser responsable de sí mismo y aprender a calmarse y a regular sus emociones.

La capacidad de hacer frente a los celos exige una fuente personal de confianza que no depende del amor de la pareja.

Seguridad

Declarar los celos debe hacerse con el objetivo de lograr respeto y compresión. Por lo tanto, ignorar o menospreciar los sentimientos del otro, solo hará que los celos se vean incrementados.

En las relaciones abiertas, conviene escuchar al otro, tranquilizarle y, sobre todo, expresarle con gestos frecuentes que no tiene nada que temer, para que se sienta seguro en la relación.

Entender la parte positiva de los celos

Cuando los celos surgen, es buen momento para explorar las causas que los motivan, para reflexionar sobre el tipo de relación que se mantiene y si es así como realmente se quiere enfocar la relación.

Los celos son un buen momento también para replantearse las propias creencias y para madurar como pareja.

Según la sexóloga Cecilia Bizzotto, embarcarse en estos proyectos, tan alejados de la norma social, conlleva una serie de desafíos que, no obstante, podrían no resultar tan extraños al modelo dominante.

Según detalla la experta, «el principal problema son las inseguridades, los celos y los miedos. Cosas que, en realidad, se experimentan en la monogamia: en las relaciones exclusivas también hay deseos y anhelos que generan celos e inseguridad».

«Son cosas», defiende, «que están dentro de nosotros, porque nos han enseñado para sentirlas y pensar que el amor es también esa posesión, esa necesidad del otro, esa dependencia emocional… Lo que pasa es que, evidentemente, si ves a tu pareja acostándose o deseando o queriendo a otra persona te va a remover algo, quizás más que en una relación monógama».

Es interesante detenerse en una cuestión clave como es la gestión de esas inseguridades y esos celos, que se hace vital en el mantenimiento de una relación abierta.

Al respecto, la sexóloga concreta que «hay muchísimas cosas que se pueden hacer para gestionar los celos, pero la primera es reconocerlos y desear activamente no sentirlos y experimentarlos de esa manera».

Relaciones no monógamas: Afrontar el miedo a perder mi pareja

Para empezar, es saber que esto va a pasar, que en ocasiones tendremos miedo. A partir de ahí, ¿qué hago con ese miedo? Quizá tienes miedo a que te dejen.

Es cierto que habrá pérdidas en este tipo de relación y debemos ser conscientes.

Cuesta renunciar a lo convencional, a la estabilidad que aporta lo que ya conocemos. Decidas lo que decidas vas a perder ciertas cosas, ¿qué ganas y qué pierdas? Explora tus propios límites.

Si decido tener una relación no monógama, ¿Cómo me preparo emocionalmente?

Inicialmente nunca se está totalmente preparado emocionalmente para ello, porque somos personas que estamos criadas y socializadas con una visión muy concreta de lo que debe ser una relación.

Si estar preparado significa ir sin una mochila eso no va a pasar, todas tenemos cuestiones a resolver. Pero que no estés preparada no significa que no seas capaz.

No te quedes con un estilo de vida y relación solo porque sea el establecido y más cómodo por inercia.

Conseguir el equilibrio depende de cada persona. Explora qué energía tienes y hacia dónde quieres dirigirla. Busca las respuestas en función de quién eres tú y qué necesitas, y no de lo que se dicta en la sociedad o tu entorno.

Evidentemente, dependerá de los privilegios que tenga la persona. Una madre soltera que cuida de sus hijos y tiene que trabajar 8 horas no tendrá la misma libertad que otras personas para poder incluir en su vida con varias relaciones sexoafectivas.

Además, hay muchas trabas a nivel legal y estructural para poder mantener relaciones no monógamas.

Las relaciones no monógamas y monógamas pueden ser relaciones sanas o relaciones tóxicas. Explora, conócete, reflexiona, comparte con tus vínculos, escucha, aprende.

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