La nueva tendencia acerca de una semana laboral de 4 días ha estado generando furor en todo el mundo. Esta metodología da mucho qué pensar. Es bien conocido que, a nivel mundial, en la mayoría de las empresas se trabaja 5 días a la semana, e incluso 6 días en turnos de hasta 12 horas.
Este tipo de jornadas laborales de 5-6 días ha causado en muchas personas un aumento de los niveles de estrés. Además, ha generado o desencadenado la mayoría de los problemas asociados al estrés laboral.
Es común en estos casos encontrar personas que afirman estar agotadas en su trabajo, desanimadas, decepcionadas e incluso al borde de la renuncia, puesto que existe un punto de ruptura en el que el individuo ve afectada su salud mental.
Es por ello que, a nivel mundial, cada vez son más las empresas que se suman a las jornadas laborales de 4 días a la semana. Esto ha tenido un efecto significativo en lo referente a la reducción de los índices de estrés laboral.
Inicios del Modelo Piloto de semana laboral de 4 días
El mayor piloto de la semana laboral de cuatro días se llevó a cabo en Reino Unido, participando 61 empresas y 3.000 trabajadores que probaron esta jornada por un periodo de seis meses.
Durante el estudio, los investigadores evidenciaron que el 70% de los empleados que fueron participes del proyecto, reportaban niveles más bajos de estrés laboral o agotamiento.
Otro importante grupo afirmaba que su salud mental tuvo una importante mejoría. Especialmente con una reducción de sus emociones negativas y con una mayor satisfacción con sus trabajos.
El plan piloto contó con una amplia variedad de empresas, entre grandes corporaciones, sector bancario, publicitario, alimentos y bebidas, inmobiliario, y otros más.
Parte del modelo dependía explícitamente de cada empresa. Ya que cada una de ellas ideó un plan o modelo de semana laboral con 4 días, programando o adaptando las jornadas laborales y de descanso de acuerdo a sus necesidades y sus retos empresariales, además de a su cultura laboral.
Uno de los modelos establecidos consistía en condicionar la semana de trabajo en base al rendimiento de los equipos. De esta manera, la empresa podría suspender el día de descanso adicional si percibía que los objetivos laborales no se cumplían como era esperado.
Este modelo de trabajo no es tan nuevo como se cree. En realidad, Nueva Zelanda fue uno de los primeros países cuyas empresas comenzaron a implementar esta metodología.
Otros países como Islandia o Japón también han usado esta metodología con la finalidad de impulsar el bienestar de los empleados y un mejor equilibrio entre el ámbito personal y el laboral.
Beneficios de una semana laboral de 4 días
Los beneficios de trabajar bajo la modalidad de una semana laboral de 4 días, son variados. En primer lugar, cabe destacar el disponer de “más tiempo libre”, lo cual se traduce en bienestar y en buena salud mental.
Aunado a ello, se consigue fortalecer el núcleo familiar y personal, especialmente si se tienen hijos. Debido a que es más fácil conciliar y hay más tiempo para compartir en familia, así como organizar las labores y cuidados del hogar y el núcleo familiar en general.
Disponer de más tiempo fuera de las funciones laborales, también tiene como ventaja el poder tener mayor libertad y tiempo para socializar con amigos, salir o realizar actividades de dispersión.
Teniendo en cuenta que las actividades de dispersión y la vida social son factores importantes para una buena salud mental, no es de extrañar que se evidencien importantes cambios positivos en el estado emocional y mental del individuo que tiene la oportunidad de trabajar 4 días a la semana.
La reducción de horas de trabajo permite que el trabajador, como persona y como ciudadano, tenga más tiempo disponible para desarrollar otras actividades útiles y necesarias tanto para él como para la comunidad.
Compartir más tiempo con sus familiares y amigos, incursionar en aficiones, formarse profesionalmente, practicar deportes, explorar vocaciones artísticas, participar activamente en la vida social de su comunidad (…)
Es una forma de liberación, que, a su vez, produce una especie de ‘compromiso de eficiencia’.
El modelo de jornada laboral de 4 días permitió que los participantes del proyecto demostrasen tener mayor productividad y eficiencia laboral, además de gozar de un mejor estado de salud.
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Un importante beneficio tanto para el trabajador como para la empresa se traduce en un descenso considerable de las bajas y ausencias laborales por enfermedad o motivos personales.
La semana de cuatro días ha logrado reducir el número de personas que dejan la empresa en busca de mejores condiciones. Esto mejora la especialización de la plantilla y ahorra los costes propios de los periodos formativos.
La desconexión que se produce durante tres días a la semana es beneficiosa para la salud mental. Varios estudios revelan que el trabajo es la principal fuente de estrés. Al mejorar el balance trabajo-vida personal se está invirtiendo en evitar el síndrome de burn-out.
Está demostrado que las personas con un buen estado de ánimo cuidan más su alimentación, practican más deporte… En definitiva, tienen mejores hábitos de vida, lo que repercute en una mejor salud.
Productividad y eficiencia laboral
En líneas generales, el estrés laboral propicia que el trabajador tome peores decisiones y cometa más errores en comparación a uno que no padezca estrés. Además, también aumenta la predisposición a presentar problemas de salud importantes.
Por ende, trabajar en jornadas largas 5 o 6 días a la semana, sin un descanso adecuado, sin la capacidad u oportunidad de desarrollarse en otros ámbitos personales, sin duda repercute negativamente en el estado y salud mental del individuo y en su desenvolvimiento y productividad laboral.
“La presencialidad no es sinónimo de productividad”. ¿Quién nos dice que pasar 8 horas en el trabajo es más productivo que 6 o 4? El problema es que estamos instalados en la cultura del presentismo.
En múltiples estudios se ha demostrado que las personas que trabajan menos horas son más productivas. Ya que, a partir de un número determinado de horas, el rendimiento tiende a disminuir considerablemente.
Más allá de una jornada laboral de 4 días
Las empresas y organizaciones deben buscar estrategias que les permitan generar un buen clima laboral, independientemente de si su jornada laboral es de 4 días o más. Algunos aspectos importantes podrían ser:
- El desarrollo personal de los trabajadores y sus habilidades.
- Establecer una estrategia comunicacional en donde todos hablen el mismo idioma.
- Desarrollar un protocolo de ejecución y toma de decisiones basado en hacer lo más productivo en cada momento.
- Promover un Liderazgo auténtico, basado en la confianza del equipo y no en la cultura del miedo.
- Motivar al personal con reconocimiento en actividades de grupo o personales destacando los puntos fuertes.
- Dedicar un tiempo de dispersión en cualquier hora del día, semana o incluso mes. Preparando actividades que le permitan al equipo compartir e integrarse de una forma más amistosa y relajada alejada del estrés laboral.
Contras de una jornada laboral de 4 días
¿Quién no quisiera librar 3 días a la semana? Sin embargo, no todo es color de rosas, existen algunos contras que se pueden presentar bajo esta modalidad.
Una de las principales desventajas de este modelo es que hay que trabajar más en menos tiempo. Esto, en cierto modo, puede generar mayor estrés.
Por otra parte, a muchos empresarios les preocupa de qué manera podría medirse la productividad y la competitividad bajo este nuevo modelo.
Los empresarios consideran que la escasez de trabajadores cualificados y la propuesta de una semana de cuatro días es incompatible.
Otra importante desventaja es que este modelo quizá no es aplicable para todos los sectores laborales.
En los servicios de seguridad o las empresas de transporte, la semana de cuatro días es más difícil de implementar que en otras áreas. Eso sin contar con los servicios de salud.
En el mundo sanitario, se suele trabajar en horarios de 24 horas los 7 días a la semana, todo el año. En este tipo de sectores, trabajar bajo la modalidad de 4 días a la semana sería realmente un reto.
La contratación de más personal es obviamente un costo para la empresa. Especialmente si no existe un programa que soporte una transición de modelo de trabajo y ayude a las empresas a contratar más empleados para cubrir la reducción de los horarios.
Por otra parte, en el mundo actual, en especial para las empresas que enfrentan un mercado global, requiere disponibilidad continua, independientemente de la hora del día. La expectativa del cliente choca innegablemente con una semana laboral más corta, especialmente cuando el negocio requiere un sistema constante de servicio al cliente.
