Trastorno de la Conducta Alimentaria. IVANE SALUD Blog

Trastornos de la Conducta Alimentaria

Índice de contenidos

¿Qué es TCA o trastorno de conducta alimentaria?

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son enfermedades mentales graves que se relacionan con una conducta alterada respecto a los hábitos alimentarios, lo que se traduce en comportamientos que van desde comer de manera descontrolada hasta la falta de ingesta de alimentos.

Los trastornos alimenticios son afecciones médicas y no un estilo de vida, ya que afectan a la capacidad del cuerpo para obtener una nutrición adecuada. Esto puede provocar problemas de salud como enfermedades cardíacas y renales, o incluso la muerte.

Los trastornos de conducta alimentaria (TCA) se pueden reconocer por un patrón persistente de comer no saludablemente o de hacer dietas no saludables. Estos patrones de conducta alimentaria están asociados con angustia emocional, física y social.

Los TCA no discriminan en base del género, edad, o raza. Se pueden presentar en cualquier género, a cualquier edad, y pueden ocurrir en cualquier grupo étnico.

No obstante, afecta principalmente a adolescentes y mujeres jóvenes y en su aparición influyen principalmente factores biológicos, sociales y de personalidad.

¿Cuán comunes son los Trastornos de la Conducta Alimentaria?

No sabemos exactamente cuántas personas sufren un TCA. Se estima que entre 0.3-1% de mujeres sufren de anorexia nerviosa y cerca de 3% sufren de bulimia nerviosa.

Muchos más sufren de condiciones sub-clínicas (es decir, no tienen un diagnóstico oficial de un TCA, pero experimentan varios síntomas).

Además, muchas personas batallan con insatisfacción corporal, actitudes alteradas y conductas distorsionadas en la alimentación. Por ejemplo, en algunos estudios, se ha evidenciado que hasta un 80% de las mujeres americanas están insatisfechas con su apariencia.

¿Qué causa los Trastornos de la Conducta Alimentaria?

Se desconoce la causa exacta de los trastornos alimenticios. Los investigadores creen que estas afecciones son causadas por una interacción compleja de factores, incluyendo genéticos, biológicos, conductuales, psicológicos y sociales.

Tipos de TCA o Trastornos de Conducta Alimentaria

Los trastornos de la alimentación más frecuentes incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón y el trastorno por evitación y restricción de la ingesta de alimentos. A estos tipos hay que sumar uno no muy común, el trastorno por rumiación.

Cada uno de estos trastornos está asociado con diferentes síntomas, pero a veces son compartidos en varios de los diagnósticos.

Las personas que presentan cualquier combinación de estos síntomas pueden tener un trastorno de la alimentación y deben ser evaluadas por un médico u otro proveedor de atención médica.

La Anorexia Nerviosa

La anorexia nerviosa es una afección en la que las personas evitan comer, restringen los alimentos severamente o solo comen cantidades muy pequeñas de ciertos alimentos.

También pueden pesarse una y otra vez. Incluso cuando están peligrosamente por debajo del peso normal, debido a la distorsión de la imagen corporal, estas personas pueden verse a sí mismas como si tuvieran sobrepeso.

Las personas con anorexia nerviosa están incapacitadas o no están dispuestas a mantener un peso corporal normal o esperado para una persona de su edad y estatura. Típicamente, esto significa que la persona pesa menos del 85% del peso corporal esperado.

Asimismo, aun estando en bajo peso, la persona con anorexia nerviosa continúa teniendo miedo a aumentar de peso. Sus pensamientos y sentimientos sobre su talla y su figura tienen un impacto profundo en su autoestima y su auto-evaluación.

Usualmente no reconocen la gravedad de su pérdida de peso y niegan o no son conscientes de que su pérdida de peso pueda tener consecuencias adversas permanentes para su salud. En algunas ocasiones, esta disminución del peso corporal puede conllevar dejar de tener el periodo menstrual.

Hay dos subtipos de anorexia nerviosa: la restrictiva y la de atracón-purgativa.

Restrictiva: Las personas con este subtipo de anorexia nerviosa limitan severamente la cantidad y el tipo de alimentos que consumen, mantienen un peso corporal bajo, principalmente restringiendo el consumo de alimentos y con mecanismos compensatorios como realizando ejercicio excesivo.

Atracón-purgativa: Las personas con este subtipo de anorexia nerviosa también se imponen fuertes restricciones en la cantidad y el tipo de alimentos que consumen.

Además, pueden tener episodios de atracones y purgas, es decir, ingieren grandes cantidades de alimentos en poco tiempo, seguido por vómitos o por el uso de laxantes o diuréticos para compenasar la ingesta.

Muchas personas durante el curso de su condición pueden fluctuar entre los subtipos o presentar síntomas combinados.

Con el tiempo, la anorexia nerviosa puede originar consecuencias graves para la salud, como:

  • Pérdida de masa ósea (osteopenia u osteoporosis)
  • Desgaste y debilidad muscular.
  • Cabello y uñas quebradizos.
  • Piel seca y amarillenta.
  • Crecimiento de vello fino en todo el cuerpo (lanugo).
  • Estreñimiento grave.
  • Presión arterial baja.
  • Respiración y pulso lentos.
  • Daño en la estructura y el funcionamiento del corazón.
  • Disminución de la temperatura corporal interna, lo que hace que la persona sienta frío todo el tiempo.
  • Letargo, lentitud o cansancio constante.
  • Daño cerebral.
  • Fallo multiorgánico.

La anorexia nerviosa puede ser fatal

Tiene una tasa de mortalidad extremadamente alta, en comparación con otros trastornos mentales. Las personas con anorexia corren el riesgo de morir por complicaciones médicas asociadas con la inanición, debido a arritmias, alteraciones hidroelectrolíticas u otras comentadas anteriormente.

El suicidio es la segunda causa principal de muerte en las personas diagnosticadas con anorexia nerviosa, dado que esta presente un sufrimiento emocional constante que puede llegar a desbordar psíquicamente a la persona.

Bulimia Nerviosa

Las personas con bulimia nerviosa tienen episodios recurrentes en los que consumen grandes cantidades de comida. Suelen sentir una pérdida de control sobre la comida durante estos episodios, que se denominan atracones.

A los atracones suelen seguir comportamientos para compensar el exceso de comida, como vómitos forzados, uso exagerado de laxantes o diuréticos, ayunos, ejercicio excesivo, o una combinación de los anteriores.

A diferencia de las personas con anorexia nerviosa, las personas con bulimia nerviosa pueden mantener un peso saludable o tener exceso de peso.

Una persona con bulimia, probablemente le preocupe su peso y su figura corporal, y tal vez se juzgue con severidad y dureza por los defectos que son producto de su autopercepción.

Los criterios diagnósticos para la bulimia nerviosa requieren que los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas ocurran por lo menos una vez a la semana durante un período de tres meses.

Sin embargo, independientemente de la frecuencia, estas conductas son preocupantes y pueden tener consecuencias físicas y psicológicas adversas.

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Hay dos subtipos de bulimia nerviosa. El subtipo purgativo incluye a aquellas personas que se inducen el vómito o usan laxantes, diuréticos o enemas.

El subtipo no purgativo se refiere a aquellas personas que utilizan conductas compensatorias como el ejercicio excesivo, dietas o ayunos.

Los síntomas y las consecuencias para la salud de la bulimia nerviosa incluyen

  • Dolor e inflamación crónica de la garganta.
  • Inflamación de las glándulas salivales en la zona del cuello y la mandíbula.
  • Esmalte dental desgastado, mayor sensibilidad y caries en los dientes, como resultado de la exposición al ácido del estómago al vomitar.
  • Reflujo ácido y otros problemas gastrointestinales.
  • Malestar e irritación intestinal debido al uso inadecuado de laxantes.
  • Deshidratación grave por las purgas.
  • Desequilibrio de los electrolitos (con niveles demasiados bajos o demasiados altos de sodio, calcio, potasio y otros minerales) lo que pueden originar un accidente cerebrovascular o ataque al corazón.

Trastorno por Atracón

En este trastorno, las personas padecen en frecuencia variable episodios de comer sin control. Las personas con trastorno por atracón siguen comiendo incluso después de sentirse saciadas, llegando incluso a sentirse muy incómodos. En general, después suelen experimentar sentimientos de culpa, vergüenza y angustia.

Las personas con un trastorno por atracón presentan episodios de atracones, pero no usan regularmente conductas compensatorias para perder peso.

Mantener estas conductas con respecto a la ingesta en una frecuencia elevada puede causar aumento de peso y obesidad. El trastorno por atracón es el trastorno alimentario más común en los Estados Unidos.

El trastorno por atracón regularmente, pero no siempre, está asociado con la obesidad y el sobrepeso.

Los síntomas de este trastorno incluyen:

  • Consumir cantidades inusualmente grandes de alimentos en un período corto de tiempo, como, por ejemplo, en dos horas.
  • Comer rápidamente durante los episodios de atracones.
  • Comer solo o en secreto para evitar sentirse avergonzado frente a otros.
  • Tener sentimientos de angustia, vergüenza o culpa por comer en exceso.
  • Comer incluso cuando se está lleno o no se tiene hambre.
  • Hacer dietas frecuentes, posiblemente sin llegar a mantenerlas en el tiempo o perder peso.
  • Comer hasta estar tan saciado que uno se siente incómodo.

Trastorno por evitación y restricción de la ingesta de alimentos

El trastorno por evitación y restricción de la ingesta de alimentos, anteriormente conocido como trastorno de alimentación selectiva, es una afección en la que las personas limitan la cantidad o el tipo de alimentos que ingieren.

A diferencia de la anorexia nerviosa, las personas con este trastorno no tienen una imagen corporal distorsionada ni un temor extremo a aumentar de peso.

Este trastorno se caracteriza por no alcanzar los requerimientos nutricionales diarios mínimos por la falta de interés en alimentarse; es decir, evitan las comidas con determinadas características sensoriales, como el color, la textura, el aroma o el sabor.

O bien están preocupados por las consecuencias al comer, como el temor a atragantarse. No evitan alimentos por temor a aumentar de peso.

El resultado del trastorno puede ser un adelgazamiento significativo o la imposibilidad de aumentar de peso en la niñez, así como deficiencias nutricionales que pueden acarrear problemas de salud.

Este trastorno es más frecuente en la niñez y por lo general su inicio es más temprano que otros trastornos de la alimentación.

Muchos niños pasan por fases en las que podríamos decir que son “quisquillosos” a la hora de comer, pero un niño con trastorno por evitación y restricción de la ingesta de alimentos no consume suficientes calorías para crecer y desarrollarse adecuadamente, y un adulto con este trastorno no consume suficientes calorías para mantener las funciones básicas del cuerpo.

Los síntomas de este trastorno incluyen:

  • Restricción dramática de los tipos o la cantidad de alimentos consumidos.
  • Falta de apetito o de interés en la comida.
  • Pérdida drástica de peso.
  • Malestar estomacal, dolor abdominal u otros problemas gastrointestinales sin otra causa conocida.
  • Selección limitada de alimentos favoritos que se va haciendo aún más limitada «comer de forma quisquillosa» que empeora progresivamente.

Trastorno por Rumiación

El trastorno de rumiación es la regurgitación repetida y continua de los alimentos después de comer, pero que no se debe a una enfermedad ni a otro trastorno de la alimentación, como anorexia, bulimia o trastorno alimentario compulsivo.

La comida vuelve a la boca sin náuseas ni arcadas, y puede que la regurgitación no sea intencional. A veces, los alimentos que se regurgitan se mastican nuevamente y se vuelven a tragar, o bien se escupen.

El trastorno puede derivar en desnutrición, si los alimentos se escupen o si la persona come mucho menos para evitar la conducta. El trastorno de rumiación puede ser más frecuente en los niños pequeños o en las personas que tienen una discapacidad intelectual.

Pica

Las personas que padecen esta enfermedad pueden comer sustancias que no son propiamente alimentos, como por ejemplo tierra, pelo o papel. Es frecuente que se inicie en la infancia, aunque puede darse en todos los rangos de edad. Se diagnostica a partir de los dos años de edad, puesto que llevarse cosas a la boca es una práctica exploratoria normal en niños de menos de dos años.

Este comportamiento puede llegar a tener consecuencias clínicas graves como el déficit de vitaminas o una obstrucción intestinal.

¿Cuáles son los tratamientos para los Trastornos de la Conducta Alimentaria?

Es posible tratar con éxito los trastornos de la alimentación. La detección y el tratamiento temprano son importantes para una recuperación total. Las personas con trastornos de alimentación tienen un mayor riesgo de suicidio y de complicaciones médicas.

Los miembros de la familia pueden desempeñar un papel fundamental en el tratamiento, ya que pueden alentar a la persona con problemas de alimentación o de imagen corporal a que busque ayuda.

Los familiares también pueden brindar apoyo durante el tratamiento y pueden ser grandes aliados tanto para la persona como para el proveedor de atención médica.

Los planes de tratamiento para los trastornos alimenticios se adaptan a las necesidades de cada persona. Es probable que tenga un equipo de proveedores que lo ayude, incluyendo médicos, nutricionistas, enfermeras y terapeutas. Los tratamientos pueden incluir:

Psicoterapia individual, grupal y / o familiar

La terapia individual puede incluir enfoques cognitivos conductuales que le ayuden a identificar y cambiar los pensamientos negativos e inútiles. También ayuda a desarrollar habilidades de afrontamiento y cambiar patrones de comportamiento.

Existen investigaciones que sugieren que la incorporación de la familia al tratamiento para los trastornos de la alimentación puede mejorar los resultados del tratamiento, especialmente para los adolescentes.

Atención médica y monitorización clínica.

Incluida la atención de las complicaciones que pueden causar los trastornos alimenticios. Realizar controles analíticos, monitorización de peso y talla y constantes básicas es fundamental en el seguimiento de estos trastornos.

Asesoramiento nutricional

Los médicos, enfermeras y consejeros le ayudarán a comer de manera saludable para alcanzar y mantener un peso sano.

Medicamentos

Cómo antidepresivos, antiimpulsivos, estabilizadores del estado de ánimo  o algunos antipsicóticos pueden ayudar a tratar trastornos alimentarios.

Las personas con trastornos de la conducta alimentaria también pueden tener otros trastornos mentales (como depresión o ansiedad) o problemas con el consumo de sustancias. Es fundamental tratar cualquier afección concurrente como parte del plan de tratamiento.

Es fundamental la detección temprana del problema y una búsqueda de ayuda profesional para minimizar las posibles complicaciones de estos trastornos.

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