La primera definición del Síndorme de Asperger, fue publicada hace más de 50 años por Hans Asperger, un pediatra vienés, que objetivó un patrón establecido por: falta de empatía, poca capacidad para entablar amistades, conversaciones unilaterales, interés restringido por temas especiales o poco corrientes para su edad, así como movimientos más torpes que otros niños a su edad.
El Síndrome de Asperger, era una entidad independiente del Autismo infantil hasta la última clasificación del DSM-V, donde queda englobado dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA).
Las principales características que lo hacían ser considerado como trastorno independiente se basan en que:
- No requería como condición el retraso en el desarrollo del lenguaje, de hecho es habitual que la adquisición del mismo sea a una edad normativa, incluso un uso gramatical más elaborado.
- Es habitual que presenten una entonación y fonológica llamativa.
- Presentan dificultades en la interacción social con iguales.
- Les cuesta entender el lenguaje metafórico con un uso literal del mismo, y no suelen asociar retraso cognitivo.
- Con frecuencia desarrollan intereses restringidos o inusuales lo que conlleva en ocasiones un rechazo por sus iguales, con una torpe interacción con los mismos.
Causas del Síndrome de Asperger
No se conoce con exactitud la causa de desarrollar un Síndrome de Asperger, estableciéndose que su presencia obedece a factores multifactoriales, interviniendo en el mismo tanto factores genéticos como ambientales.
Los diferentes estudios que se han realizado denotan poco éxito en hallar exactamente cuáles son los genes involucrados, si que hay mayor concordancia en gemelos monocigotos que en dicigotos, pero sin conseguir encontrar un gen específico.
Entre los factores ambientales que pueden estar implicados cabe destacar los siguientes:
- Edad de los padres.
- Factores demográficos.
- Exposición a toxinas o virus.
- Complicaciones durante el embarazo, periparto y postparto.
Asperger en la infancia:
El síndrome de Asperger en la infancia se caracteriza por la existencia de cinco síntomas fundamentales que aparecen en mayor o menor intensidad:
- Gran habilidad memorística.
- Uso levemente raro del lenguaje.
- Uso de un lenguaje literal que leen o escuchan.
- Son felices con rutinas y ambientes estructurados.
- Mal comportamiento por frustración y ansiedad.
¿Cómo tratar el Sindrome de Asperger en la infancia?
Debemos tener en cuenta que cada individuo y sus necesidades son distintas, por lo tanto, tendremos que individualizar y buscar aquellas herramientas que le son útiles.
Como generalidades debemos trabajar con ellos desde casa y en la escuela, sobretodo ayudándoles a:
- Estimular juegos de cooperación.
- Modelar el modo de relacionarse con el niño.
- Explicar medios alternativos de pedir ayuda.
- Estimular las amistades prospectivas.
- Proporcionar supervisión en el patio durante los recreos.
- Contar con un profesor de apoyo.
- Incluirlos en grupos de Habilidades Sociales.
Asperger en la adolescencia
Algunos adolescentes pueden denotar la carencia de amistades como algo difícil de afrontar ya que intentan con esfuerzo y desean hacer amigos a su modo, pero encuentran dificultad para conservarlos.
Los adolescentes con asperger suelen adaptarse mal a los cambios que suceden entre los 12 y los 18 años. El Sindrome de Asperger en la adolescencia se caracteriza por la siguiente sintomatología que aparecen en mayor o menor intensidad:
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- Mayor tendencia a estar solos. Son más conscientes de que son diferentes.
- Son sencillos y más ingenuos. No tienen malicia ni picardía. Les cuesta comprender algunas normas sociales y relacionales, siendo en esta etapa un período de difícil adaptación a los cambios sociales que sufrirán.
- Quieren formar parte de un grupo social, pero no saben cómo.
- Susceptibles a las críticas de iguales.
- Muestran poco interés en la higiene y el cuidado personal.
- Toleran mal los cambios en su rutina.
- Les cuesta organizarse y las tareas que requieren una planificación suponen para ellos un gran esfuerzo, llegando al fracaso en ocasiones por lo que su frustración aumenta.
¿Cómo tratar el Sindrome de Asperger en la adolescencia?
En esta etapa de la vida, es primordial que trabajemos con ellos aspectos de su autoestima y promovamos actividades en un espacio seguro donde no se sientan juzgados.
También será conveniente proporcionarles herramientas de gestión emocional y autocontrol que le permitan moldear su conducta y tener una imagen positiva de sí mismo.
Seguirá siendo necesario apoyo académico, como la figura del profesor de apoyo que le yude en sus tareas académicas, y le pueda servir de puente en el aula.
Asperger en la Vida Adulta
Cuanto antes se realice el diagnóstico de Síndrome de Asperger antes se podrá ayudar a la persona que lo padece, e incluir en su vida herramientas que le ayuden a adaptarse al medio.
Las dificultades que pueden objetivarse en un adulto con Asperger son los siguientes:
- Dificultades de relación social, problemas para tener amigos o mantenerlos.
- Dificultades para el trabajo en equipo.
- Problemas para detectar emociones y sentimientos ajenos y dificultad para expresar los suyos propios.
- Ansiedad y depresión.
- Rituales o esterotipias que no pueden controlar.
- Problemas en la toma decisiones.
- Dificultades en las relaciones de pareja.
- Problemas para planificar y organizar su futuro en base a proyectos realistas.
- Dificultades en las entrevistas de trabajo.
¿Cómo tratar el Síndrome de Asperger en la vida adulta?
El trabajo en este momento vital pasa por el acopañamiento del paciente, aportando una intervención psicoterpéutica interdisciplinar, incluyendo tanto recursos psicoterapéuticos como en ocasiones introducción de tratamiento farmacológico para control de algunos procesos que pueden aparecer como: ansiedad, depresión y dificultades para control de impulsos.
Debemos realizar un abordaje integral, buscando favorecer la conciencia de autocuidado en el adulto y dotar de significación el porqué de situaciones o consecuencias que la sintomatología ha podido tener en la toma de decisiones y en las consecuencias sufridad.
Es indispensable un enfoque terapéutico que aporte al adulto con Sindrome de Asperger mecanismos de afrontamiento y herramientas psicológicas necesarias que le permitan un desarrollo madurativo como persona y un adaptación a entorno y al ambiente en las dimensiones familiares, sociales, laborales y académicas.
No podemos o mejor dicho, no debemos caer en la trampa y pensar que el síndrome de Asperger pasará o desaparecerá en la vida adulta.
Si que la persona solventará mejor los problemas y pueden desarrollar una mejora en sus habilidades sociales, pero sin olvidarnos que estamos hablando de un trastorno del neurodesarrollo y que probablemente necesite adaptaciones e intervención durante diferentes etapas de su vida, que irán cambiando según el proceso evolutivo.