La salud mental de un individuo engloba el bienestar emocional, psicológico y social del mismo. El estado mental altera la manera en la que podemos sentir, pensar, e incluso actuar ante diferentes situaciones y la manera en la que afrontamos la vida.
El estado de salud mental va a determinar incluso la manera en la que manejamos el estrés, la manera de socializar con los demás y la manera en la que tomamos decisiones.
La salud mental no es más importante en una etapa de vida específica, sino que por el contrario, se va construyendo durante cada una de ellas, desde la infancia, la adolescencia, la adultez y finalmente la vejez. Cada una de estas etapas puede influir de manera positiva o negativa en la vida de un individuo. Cuando la influencia es negativa, se altera la salud mental y se pueden desarrollar diversidad de enfermedades mentales.
La salud mental durante las distintas etapas del desarrollo humano
Si bien, como se acaba de decir, cada etapa del desarrollo humano es importante, el desarrollo de una buena salud mental se inicia en la infancia, ya que es cuando se deben alcanzar los ítems del desarrollo y emocionales. Además, en la infancia es posible aprender a tener relaciones e interacciones sociales y establecer patrones saludables, así como formar una mente que sea capaz de solventar los problemas que se le presenten. Por tanto, el cuidado de la salud mental es uno de los trabajos más importantes en el que, tanto familiares como educadores, son partícipes desde los primeros años de vida.
Posteriormente, el adolescente continuará necesitando el apoyo familiar y social para continuar el buen desarrollo de su salud mental (tal como veremos más adelante). Finalmente, el adulto será el encargado de velar por su propia salud mental, sin embargo, las bases formadas durante su infancia y adolescencia serán claves para garantizar una mejor estabilidad mental en la vida adulta.
Las temidas enfermedades mentales
Las enfermedades mentales son alteraciones que afectan de manera directa en cómo piensa el individuo, su humor y su comportamiento. Estas pueden ser de duración corta o prologada. Esto depende de factores internos (genética) y externos (estilos de vida, factores económicos, sociales y familiares…) del individuo
Es común que las personas sufran algún tipo de problema de salud mental a lo largo de su vida. Por ello es importante saber que existen tratamientos que ayudan a resolver este tipo de problemas.
¿Cómo cuidarla en el día a día?
Dentro de los métodos existentes para mantener una buena salud mental se pueden detallar:
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Mantener rutinas saludables
Esto permite tener objetivos fijos y claros, como levantarse cada día a una hora y realizar una actividad que contribuya a sentirse mejor y más productivo. Como parte de las rutinas sanas, se destacan las de cuidado e higiene personal, el consumo de alimentos a una hora específica y un tipo de alimentación más balanceada. Además, de reservar tiempo especialmente para hacer aquello que más guste.
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Hacer ejercicio
También forma parte de una rutina saludable. El ejercicio contribuye de manera positiva en la vida de una persona, aumenta los niveles de hormonas de la felicidad y ayuda a drenar el estrés cotidiano.
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Reducir al mínimo el uso de dispositivos móviles
Sí, por muy complejo que eso parezca, es necesario aprender a dejar el uso constante de dispositivos móviles, las redes sociales, los videojuegos y todo canal que te aleje de hacer otras actividades más productivas y beneficiosas o de compartir y relacionarte con otras personas.
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Evitar el consumo de sustancias adictivas
El uso de drogas y de alcohol genera dependencia y alteraciones importantes en las transmisiones nerviosas que alterar el estado y la salud mental del individuo.
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Tener contacto y relaciones sociales
El contacto con otras personas ayuda de manera positiva en el mantenimiento de una buena salud mental.
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Probar nuevas experiencias
Buscar hacer algo nuevo y diferente o bien trazarse nuevas metas y objetivos siempre contribuye al mejor estado mental.
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Agradecer
Es importante ser agradecido con las situaciones y las oportunidades, ya que agradecer estimula zonas cerebrales que liberan sustancias capaces de sentir paz y tranquilidad.
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Programar proyectos personales
A corto, mediano y largo plazo. A medida que se van cumpliendo, las sensaciones y las sustancias químicas que libera el cerebro contribuirán a tener un estado mental más saludable y estable.
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Conocer nuevos lugares
Viajar, no necesariamente a otro país, sino a un lugar cercano nunca visitado. Hacer recorridos por la naturaleza, excursiones y caminatas matutinas o en horas frescas.
Beneficios de cuidar la salud mental
Entre los beneficios de cuidar la salud mental encontramos:
- Poder enfrentar el estrés cotidiano de la vida
- Mantener relaciones sociales, familiares y de pareja sanas
- En el ámbito laboral permite mantener un mejor ritmo y ser más productivo
- Tener mejor capacidad de sobreponerse a adversidades
- Mantener una mejor salud física. La alteración de la salud mental puede aumentar el riesgo de padecer problemas de salud como diabetes mellitus tipo 2, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares
Los Adolescentes y la salud mental
La adolescencia es una de las etapas más complejas tanto para padres como para los mismos adolescentes. Ya que durante esta etapa existen muchos cambios tanto físicos, hormonales y psicológicos.
Muchos son los factores que intervienen en la salud mental de los adolescentes. Ejemplos de estos factores serían: vivir en situación de pobreza, sufrir violencia escolar o doméstica o bien sufrir abuso sexual.
Se calcula que 1 de cada 5 adolescentes padece de algún trastorno mental, y en algunos de ellos el trastorno o enfermedad perdura.
Los adolescentes con trastornos mentales son particularmente vulnerables a sufrir exclusión social, discriminación, problemas de estigmatización (que afectan a la disposición a buscar ayuda), dificultades educativas, comportamientos de riesgo, mala salud física y violaciones de derechos humanos.
Es por ello que durante esta etapa, es indispensable promover el aprendizaje socioemocional y el bienestar psicológico para garantizar una mejor salud mental en la vida adulta.
Cómo cuidar la salud mental de los adolescentes
El cuidado de la salud mental de los adolescentes comienza por la adquisición de rutinas y el aprendizaje de diferentes hábitos sociales y emocionales. Dentro de esto se hace referencia a un patrón de sueño saludable, la realización de ejercicio de forma regular, el desarrollo de habilidades personales, aplicar la resolución de problemas ante situaciones difíciles y la gestión adecuada de las emociones.
También es importante contar con un entorno favorable y de protección en la familia, la escuela y la comunidad en general.
De forma concreta se destacan a continuación las actividades o acciones que propician el cuidado de la salud mental de los adolescentes:
- Garantizar una buena convivencia familiar.
- Establecer límites y también libertades.
- Procurar una alimentación saludable y preferiblemente variada.
- Establecer horarios y rutinas, especialmente rutinas de sueño/descanso y comidas.
- Practicar el respeto familiar y personal en cada uno de los miembros de la familia.
- Incorporar actividades físicas, ejercicios o la práctica de un deporte.
- Brindar apoyo en las actividades extraacadémicas que el adolescente quiera realizar, sus hobbies o talentos.
- Otorgar confianza en su autonomía sin dejar de aconsejar y guiar en el camino.
Finalmente, solo queda concluir que cuando hablamos de salud mental, independientemente de la etapa del desarrollo humano en la que nos encontremos, siempre es necesaria la ayuda familiar y social para superar cualquier adversidad y problema que se presente. Y si en algún momento sientes que tienes una alteración en la salud mental, o conoces a alguien que la tenga, no dudes en buscar ayuda profesional. Recuerda que de la salud mental depende el curso de una vida sana y tranquila.