Los menores son siempre víctimas inocentes de muchos problemas del mundo adulto, pero cuando se trata de las drogas es imposible no percibir su gran indefensión ante un asunto que requiere de mucha información y consciente toma de decisiones.
Generalmente, los niños tienen los primeros contactos con el mundo de las drogas a través de sus padres. Tabaco y alcohol son las sustancias con las que inicialmente se familiarizan y asocian a cierta “normalidad”, dado que los padres las consumen con cierta costumbre e incluso hasta convertirse en una adicción.
Con las drogas ilegales, el contacto ya puede establecerse por distintas vías. El entorno social, de amistades y tiempo libre, suele ser donde con se producen las primeras experiencias.
Sin embargo, hemos conocido casos muy recientes en los que niños de corta edad, bebés incluso, han tenido que recibir asistencia médica por consumo de cocaína y metadona asociado a sus padres o al hogar.
Los menores son siempre víctimas inocentes de muchos problemas del mundo adulto, pero cuando se trata de las drogas es imposible no percibir su gran indefensión ante un asunto que requiere de mucha información y consciente toma de decisiones.
El 29 de agosto conocíamos la noticia de que dos niños de 5 y 7 años de Calvià, en Girona, fueron hospitalizados por intoxicación de cocaína. Según parece, el consumo de la droga por parte de los menores fue accidental porque estaba ubicada en un lugar de su casa que estaba a su alcance. Afortunadamente, el consumo fue leve y la sintomatología pudo ser solventada por los servicios sanitarios.
Sólo un día después, conocíamos la noticia de que en Valencia un bebé de un mes sufrió daños cerebrales por consumo de cocaína, motivo por el que sus padres, de 36 y 22 años fueron enviados a prisión. No se ha aclarado si los daños provienen de un consumo accidental, o por los efectos del consumo de su madre durante el embarazo.
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Casi al mismo tiempo, conocimos la noticia de que los padres de un niño de dos años intoxicado con metadona y cocaína habían sido detenidos. Sucedió en Sevilla, y se sabe que el padre tenía de antecedentes por tráfico de drogas y malos tratos.
Noticias como esta ponen de manifiesto la responsabilidad de los padres con este asunto, y la necesidad de proteger a los niños del contacto prematuro con todo lo que tiene que ver con el consumo de drogas, ya sean legales o ilegales. Si los niños consiguen desarrollarse hasta una edad adulta temprana sin haber establecido contacto con el mundo de las drogas, será más probable que se mantengan al margen posteriormente, o que si realizan algún consumo éste no llegue a convertirse en una adicción. En este contexto, no solo hablamos de un problema de salud de primera linea, sino también social, ya que la vulnerabilidad en la edad temprana de menores, no sólo por el contacto de la sustancia en sí, sino la exposición a entornos facilitadores de consumo de drogas o de adicciones puede, no solo generar intoxicaciones accidentales en el menor, sino contribuir a un desarrollo madurativo psicológico problemático y patológico con consecuencias impredecibles en la adolescencia y en la edad adulta.
Dr. Augusto Zafra. Psiquiatra. Director de IVANE. Centro de Desintoxicación y Patología Dual Valencia.
Fermín Ferrero. Coordinador Psicólogo de IVANE. Centro de Desintoxicación y Patología Dual Valencia.