Las personas adictas suelen tener una característica en común que hace referencia al uso de manera compulsiva de una determinada sustancia, lo que los lleva a su vez a hacer un consumo descontrolado de la misma. Quienes padecen de trastornos alimentarios, pudiendo ser desde bulimia y anorexia hasta obesidad, suelen mostrar síntomas muy similares a los que mencionamos lo que lleva a que los especialistas comparen sus reacciones y compulsiones a los desarrollados por personas adictas a las drogas o el alcohol.
Según diferentes estudios e investigaciones realizadas hasta el momento, se cree que los adictos a la comida realizan procesos cerebrales muy similares a quienes tienen dependencia por otras sustancias como las drogas o el alcohol, por lo que sus conductas llegan a equipararse. En el articulo de hoy te contamos cuales son los síntomas de esta adicción y que se puede hacer ante ella.
Los síntomas de la adicción a la comida
Como cualquier otro problema de la dependencia, las adicciones a la comida también tienen síntomas claros que demuestran a simple vista esta situación En caso de notar la existencia de alguno de ellos, es fundamental actuar a tiempo y acudir a un especialista para terapia, para evitar problemas más complejos como la obesidad, la anorexia o la bulimia, y en caso de que esto ya se haya dado en la persona dependiente en cuestión se deberán tomar las medidas necesarias.
Medidas
Antojos recurrentes.
Sentir la aparición de antojos o la necesidad de comer una determinada comida aún cuando tenemos sensación de saciedad y sabemos que no tenemos hambre es uno de los síntomas más superficiales pero importantes de esta adicción
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Culpas y reincidencias.
El adicto a la comida suele sentir culpa luego de cada una de sus ingestas, pero vuelve a caer en la misma situación una y otra vez porque no puede evitarlo y su química cerebral dependiente de ciertas sustancias derivadas de la comida lo controlan por completo.
Excusas para justificar.
Ante la aparición del antojo, al igual que el drogadicto lo hace cada vez que tiene ganas de consumir, se comienzan a inventar excusas alrededor de la ingesta para justificar por qué comer ese determinado alimento estaría bien. Así el adicto se genera una especie de burbuja de contención que le impide reconocer su problema.
Esconder la comida.
Es muy común que una persona con trastornos alimenticios y adicción a la comida esconda diversos productos de las personas allegadas para evitar que lo enfrenten con su problema y lo obliguen a buscar una solución Es muy frecuente encontrar desde chocolates debajo de la cama hasta envoltorios de productos ya consumidos escondidos por doquier.
Poca importancia a la salud.
El adicto a la comida no puede dejar de comer, aún sabiendo que su conducta esta perjudicando considerablemente su salud y que puede traerle problemas mucho más serios si continua haciéndolo