Para Hubertus Tellenbach (1914-1994), Director del Dpto. De Psicopatología Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Heidelberg, el TYPUS MELANCHOLICUS sirve para definir a aquellas personas que presentaban una caracterología «pre depresiva» y se caracterizaban por presentar los siguientes rasgos constitutivos en su personalidad: afán por el orden, escrupulosidad, obsesionalidad, autoexigencia con respecto al trabajo, alto rendimiento, hiperresponsabilidad, «sentido de ser para otros» y con elevado sentido de la amistad y lealtad.
Tal y como afirmaba Tellenbach, estas personalidades poseen características muy valoradas en la sociedad actual, pero genera una vulnerabilidad a padecer trastornos depresivos graves. Mientras que este perfeccionamiento y alto rendimiento se mantenga en equilibrio no hay problema, pero cuando aparecen circunstancias que rompen este frágil equilibrio (pues la vida no puede ser predecible y sin cambios como espera el typus melancholicus), como es la imposibilidad para transcender la espacialidad («includencia») o la imposibilidad de transcender lo temporal («includencia»), inexorablemente, este tipo de personas caerían en un cuadro depresivo grave y profundo de características melancólicas que requeriría un diagnostico precoz y un abordaje psiquiatra – psicólogo intensivo.

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Si bien, el typus melancolicus, no ha transcendido en las actuales clasificaciones de las enfermedades mentales (DSM-V y CIE-10) y el tiempo lo ha dejado caer en el olvido, se trata de pacientes que vemos cada día en la consulta, generalmente presentan sintomatología muy intensa y de características endogeniformes que requieren un abordaje terapéutico integral, siendo necesario vigilar la recurrencia del cuadro, si no son capaces de atenuar la intensidad de sus rasgos constitutivos de carácter.