Trastorno por déficit de atención y hiperactividad (TDAH) y las adicciones
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad – TDHA asociado habitualmente a casos de patología infanto-juvenil, está mostrando cada vez más comorbilidad con las adicciones en el mundo adulto, donde este trastorno mantiene una prevalencia de entre el 2 y el 6 % según los estudios realizados en la población. De hecho, algunos autores aluden a que se detecta una mayor precocidad en el inicio del consumo de sustancias en aquellos pacientes previamente diagnosticados de TDAH.
El seguimiento a lo largo de los años de pacientes con TDAH está revelando cómo este trastorno se ha convertido en un factor de riesgo para posteriores problemas de adicción. De hecho, se considera que hay un riesgo de hasta tres veces mayor en un adulto con TDAH de sufrir una adicción, y se calcula que existe un porcentaje cercano al 20% de pacientes por consumo de drogas que tienen un TDAH. En algunos estudios, se ha llegado a observar una incidencia del 30% de los casos de TDAH adultos que presentan problemas por consumo de sustancias.
Otros investigadores han constatado el doble de riesgo, a lo largo de la vida, de enfermedades adictivas en pacientes con TDAH y observaron que este trastorno, asociado a ansiedad o depresión, incrementaba adicionalmente el riesgo de desarrollar una adicción.
Pero, ¿por qué consume drogas alguien con TDAH?
Existen diversas causas. Una primera explicación establece una especie de facilitación debido a los fármacos administrados para combatir los efectos del TDAH (de base anfetamínica), que desarrollarían una mayor sensibilidad o predisposición al consumo en el individuo.
Por otra parte, se ha visto que las personas que sufren este trastorno manifiestan en mayor medida otros problemas psicológicos, como ansiedad, depresión, arranques de ira, impulsividad e incluso agresividad, los cuales causan un deterioro personal y social notable, convirtiéndose todo ello en importantes factores de vulnerabilidad y riesgo para el consumo de distintas sustancias.
Lo cual nos lleva a la principal hipótesis explicativa, que es la automedicación. La persona que sufre TDAH y arrastra toda esa serie de trastornos y problemas busca en las drogas un efecto calmante o reductor de síntomas que por sí misma no se ve capaz de manejar. Sin embargo, el descontrol que caracteriza estos consumos lleva a un empeoramiento muy rápido tanto de los propios consumos abusivos como del TDAH.
Por otra parte, se plantea también el carácter impulsivo y abierto a experimentar y jugar con el riesgo como uno de los factores facilitadores tanto de la iniciación temprana como de las mayores tasas de consumo en este tipo de pacientes.
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Las sustancias de abuso más relacionadas con el TDAH son:
- Alcohol y cannabis: se trata de drogas depresoras o inhibidoras de la actividad cerebral, por lo que el consumo tendría como objetivo ralentizar la actividad neuronal y aliviar los síntomas del TDAH. Se ha observado una mayor incidencia del abuso de alcohol en adultos con TDAH, de hasta un 44%, y se trata de una de las sustancias más recurridas por adultos con este trastorno. Por su parte, el consumo de cannabis es muy importante en la población adolescente y edad adulta temprana, aunque aparece frecuentemente en casos de consumo de múltiples sustancias, junto con alcohol y cocaína.
- Cocaína: se ha demostrado que hay una prevalencia del 35% de su consumo en casos de TDAH, así como también que el consumo de cocaína es mucho más acusado y comienza mucho más precozmente en este tipo de pacientes. El consumo de cocaína provocaría un estrechamiento de la dispersión y una falta de focalización de éste tipo de pacientes, siendo frecuente la presencia de reacciones paradógicas de “tranquilidad” en algunos casos.
- En muchos casos, el TDAH se asocia como policonsumos (alcohol, cannabis, cocaína, medicamentos…).
Las evidencias en la observación de este tipo de relaciones nos ponen sobre la mesa la necesidad del abordaje conjunto de este tipo de problemas y patología dual, de forma que sin un enfoque amplio y comprensivo del individuo los tratamientos para dejar las adicciones difícilmente tendrán éxito.
El reto principal en estos tratamientos es diagnosticar adecuadamente la presencia del TDAH durante la fase de abuso, pero también en la etapa previa del consumidor, puesto que los síntomas de ambos problemas pueden entremezclarse.
Una vez realizada esta labor, y cuando se ha establecido claramente que se da una comorbilidad entre ambos, el tratamiento debe abarcar objetivos claros destinados a lograr la abstinencia total de los consumos, y que éstos se compaginen con un tratamiento psicológico para el TDAH que reduzca los problemas de impulsividad, inestabilidad, arranques de ira o ansiedad excesiva, sin lo cual será complicado poder mantener una abstinencia a las drogas prolongada con éxito.
Fermín Ferrero. Psicólogo de IVANE SALUD.
Clínica de Desintoxicación y Patología Dual en Hospital Vithas Aguas Vivas.
Unidad de Salud Mental y Psiquiatría Hospitalaria en Hospital Vithas Valencia al Mar.