Familias Disfuncionales
La familia es la base fundamental del desarrollo mental, emocional y físico de cualquier persona. Es donde aprendemos, amor y respeto, son quienes nos ayudan a desarrollar la inteligencia emocional. Aquí radica la importancia de crecer en familias funcionales y no en familias disfuncionales.
El lazo y los vínculos emocionales más fuertes se crean con la familia, sin importar el contexto cultural, económico, la raza, la religión… Los lazos familiares nos hacen sentir amados, protegidos y apoyados.
Lo cierto es que, si bien hay familias que cumplen su papel de manera correcta, esto no siempre es así. Son muchos los sistemas familiares disfuncionales que establecen dinámicas perjudiciales para sus miembros.
El problema es que muchas veces ninguno de ellos ha conocido otra manera de vivir las relaciones, por lo que nadie repara en que algo falla en su manera de interactuar.
Las familias disfuncionales son, esencialmente, familias que fracasan a la hora de establecer dinámicas adecuadas que satisfagan las necesidades emocionales de sus miembros.
Para comprender el enorme impacto que estas familias tienen en los hijos, debemos partir de la idea de que una familia no es un conglomerado de personas. Más bien, se trata de un sistema dinámico, dentro del cual los miembros forman vínculos en diferentes direcciones.
El sentido de la familia radica en que esta es proveedora no sólo de bienes materiales, sino también de protección, valores culturales y espirituales y, sobre todo, afecto y amor.
Una familia disfuncional no es capaz de ofrecer todo esto, pues vive continuas crisis y conflictos que le impiden alcanzar un estado de armonía.
Características que identifican a las familias disfuncionales
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Falta de comunicación familiar
Las familias disfuncionales no tienen una buena comunicación asertiva, una de nuestras recomendaciones. Prefieren evadir los problemas, sin buscar ningún tipo de solución o simplemente acuden a la agresión verbal para expresar lo que sienten.
En el caso de los niños, no logran comunicarse por temor a la reacción que puedan tener los adultos acerca de lo que manifiestan.
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Ausencia de límites y normas
No existe una organización familiar, por tanto, se carece de límites y normas en los integrantes de la familia, haciendo que la convivencia sea complicada.
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Peleas entre los padres
En las familias disfuncionales los conflictos y peleas siempre están presentes. Los padres no logran tener una buena cohesión de pareja; sus problemas los resuelven con gritos, agresiones verbales y en algunos casos, agresiones físicas.
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Padres negligentes, una característica de las familias disfuncionales
Son padres tóxicos, que, por alguna razón, sea que tengan un problema de adicción o sufran algún tipo de enfermedad mental, entre otras, no logran hacerse cargo de su hogar y, por tanto, los niños deben desempeñar roles de personas adultas, lo que las convierte en una familia disfuncional.
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Padre o madre ausente emocionalmente
Hablamos de un padre o una madre que no ejercen ninguna función con sus hijos. Simplemente confían todo el cuidado de los niños en su pareja.
La única presencia es física, no se involucran en absoluto en la crianza y desarrollo de su hijo; generando en ellos y la pareja, grandes vacíos y heridas emocionales en la infancia.
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Violencia intrafamiliar
En la familia disfuncional habitualmente se presenta la violencia intrafamiliar. Es decir, se evidencian actos de maltrato psicológico y físico a cualquier integrante de la familia.
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Los problemas de adicciones te pueden convertir en una familia disfuncional
Son familias en las que alguno de sus miembros sufre algún tipo de adicción. En consecuencia, suele existir el caos en la convivencia, ya que muchos de los problemas que se presentan, giran en torno a la adicción del familiar que la sufre.
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Los abusos en las familias disfuncionales
Pueden ser abusos físicos, psicológicos y sexuales. Las personas que reciben abusos suelen vivir con miedo y angustia, generalmente se sienten menospreciadas y el entorno familiar suele ser de carácter tóxico; causando graves heridas emocionales y físicas.
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Involucrar a los hijos en los conflictos
La familia disfuncional suele involucrar a sus hijos en los problemas. Como resultado los hacen parte de ellos. En muchos casos este tipo de padres hasta obligan a sus hijos a tomar partido por uno de los dos padres.
En las familias disfuncionales, ¿Cómo se afecta la salud mental de los niños?
Los primeros años de vida son decisivos. Es entonces cuando el niño está formando su personalidad y hasta los seis años atravesará diversas crisis.
En este proceso de desarrollo personal, la familia cumple un rol fundamental como apoyo y soporte emocional para superar estas instancias críticas con éxito y convertirse en adultos con una vida emocional plena y equilibrada.
Cuando el niño crece en el seno de una familia que está atravesando problemas de convivencia o es disfuncional, corre el riesgo de que estos conflictos condicionen el desarrollo futuro de su vida y la conformación de su personalidad, no solo en la infancia sino también en la adultez.
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Cuando el niño crece en este contexto, siente la necesidad permanente de huir de su casa.
En este tipo de familias los problemas tienden a ser crónicos, imperando en ella un comportamiento negativo por parte de los padres y una insatisfacción en las necesidades de los hijos.
Por ejemplo, si los padres tienen problemas psicológicos, los hijos suelen adoptar un rol de adultos desde muy pequeños y esto les «roba» su infancia, los obliga a asumir responsabilidades e ignorar sus necesidades y sentimientos desde muy pequeños.
Uno de los principales efectos de una familia disfuncional es la interferencia en el rendimiento escolar de los hijos.
La falta de apoyo y de una figura de autoridad adecuada puede causar problemas de motivación para los hijos, lo que a su vez afecta su rendimiento en la escuela.
Además, la tensión y el caos que a menudo se encuentran en una familia disfuncional pueden afectar la capacidad de los hijos para concentrarse y prestar atención.
Esto puede provocar una disminución de su rendimiento académico.
En concreto, los niños pueden desarrollar alguna de estas conductas:
- Son rebeldes. Se oponen a toda autoridad, ya sea la de los padres, los maestros o la policía.
- Al ser culpabilizados por todos los problemas familiares, desarrollan un profundo sentimiento de culpabilidad, lo que los hace víctimas de otros.
- Asumen el rol de los padres. Crecen demasiado deprisa y pierden su niñez.
- Son tímidos y callados, aprenden a esconder y reprimir sus emociones. Su autoestima se encuentra lesionada.
- Son oportunistas y manipuladores. Se aprovechan de las debilidades de los demás para lograr lo que quieren.
Sin duda, el entorno familiar marca la vida futura de los niños. Los primeros 6 años de vida son cruciales en este sentido.
Pero también es cierto que cualquier niño puede decidir ser un adulto diferente a todo lo que vivió al crecer en una familia disfuncional.
La mejor evidencia de ello la vemos cuando un hijo de una familia funcional se convierte en un adulto con problemas conductuales o, por el contrario, un niño criado por una familia disfuncional se convierte en un adulto empático, comunicativo, con relaciones asertivas y feliz.
Consejos para que los niños crezcan emocionalmente sanos
Para que el desarrollo emocional del niño sea adecuado es necesario darle muestras de afecto. Debe sentirse querido, comprendido y aceptado por todos los miembros del grupo familiar, especialmente por sus padres.
Si el niño o la niña ven que la relación es desigual, que su madre le brinda afecto, pero su padre no, o al revés, esto puede afectarlo para toda la vida.
Es también importante saber que no solo los padres influyen en el desarrollo de un niño, también sucede en sentido contrario.
Tener un hijo cambia la vida y obliga a pautar una reorganización de las tareas, roles y funciones.
Hay que atenderlo y cuidarlo y esto supone dedicar menos tiempo a otras cuestiones, especialmente al ocio y al descanso. Saber aceptar estos cambios es clave para que la familia trabaje de forma efectiva en todos los sentidos.
Descubrir la disfuncionalidad familiar puede ser un proceso desafiante, pero también puede ser una experiencia muy gratificante.
La clave es tener un enfoque proactivo, trabajar juntos como familia y buscar ayuda profesional cuando sea necesario.
Esto puede ayudar a los miembros de la familia a construir relaciones sólidas y saludables, lo que les permitirá disfrutar de una vida más satisfactoria.
Después de analizar cómo las familias disfuncionales afectan el desarrollo psicológico de los niños, podemos concluir que el entorno familiar es un factor crítico para el desarrollo psicológico de los niños.
Cuando los niños crecen en un entorno disfuncional, están expuestos a un riesgo mayor de sufrir problemas de salud mental, afectivos y comportamentales.
Por lo tanto, es importante que los adultos se esfuercen por ofrecer un entorno seguro y estable para los niños para que puedan desarrollarse de manera sana y equilib
1 comentario en «Familias disfuncionales: ¿Cómo afectan a la salud mental de los niños?»
Mi hijo mensiono que somos una familia disfuncional y me encontré con su artículo. El, cumplió la mayoría de edad y yo tengo problemas de alcohol y la mamá no se dónde clasificarla. Pero necesito ayuda y cuando más calmados estamos Yo o Ella otra vez un problema.