El eje intestino-cerebro y cómo puede afectar a la salud mental
Existe una relación bidireccional entre estos dos órganos, constituyendo el llamado eje intestino-cerebro; en dicho eje, la relación que se establece y el funcionamiento de ambos es fuente de estudio, puesto que se ha visto que existe una complejísima relación donde aparece un tercer protagonista como mediador.
Se suele decir que el intestino es cómo el 2º cerebro, ya que está inervado por una inmensa cantidad de neuronas comparable a las presentes en el dicho órgano. Parece cada vez más acertada esta denominación, pues sabemos con mayor evidencia que el funcionamiento del intestino afecta directamente a aquellas funciones que tienen origen en el SNC.
Suele ocurrir que cuando “algo falla” a nivel cerebral, el funcionamiento intestinal puede verse afectado, y a su vez, una disregulación intestinal puede provocar alteraciones cerebrales de diferentes formas.
La microbiota, mediador en el eje intestino-cerebro
Conocemos desde hace décadas de la existencia de un conjunto de microorganismos, la llamada microbiota, que habitan en el intestino; hablamos de millones de bacterias de más de mil especies distintas, actuando como mutualistas y ayudando a regular el funcionamiento del intestino. El estudio de la relación entre el intestino y el cerebro pasa por conocer mejor cuáles son las funciones de dicho sistema de forma más exacta, cómo altera el funcionamiento intestinal y cómo puede afectar esto directa o indirectamente a la salud mental.
Hasta el momento lo que sabemos es que cada vez hay más evidencia de que alteraciones en la microbiota predisponen a la aparición de ciertas enfermedades, generalmente sistémicas, con afectación intestinal directa, diabetes, obesidad, cáncer…y otras más centradas en el SNC, habiéndose relacionado en diferentes estudios con trastornos neurológicos como parkinson o esclerosis múltiple, así como formas de autismo, ansiedad, depresión e incluso psicosis.
¿Cómo afecta la microbiota al sistema nervioso?
El mecanismo exacto por el que dichas alteraciones facilitan la aparición de estas enfermedades no es del todo conocido. Se sabe que la microbiota contiene genéticamente más material que todas las células de nuestro cuerpo juntas, encargándose de regular en parte el funcionamiento intestinal. Esto afecta directa e indirectamente al sistema nervioso autónomo y al nervio vago, vias por las que se comunican con el sistema nervioso central (SNC). Además, se producen alteraciones en el sistema inmunitario (por ejemplo a través de factores inflamatorios), se regula la liberación de neuropéptidos intestinales y se generan metabolitos microbianos, que directa e indirectamente producen cambios en el funcionamiento del SNC, lo que puede generar todo tipo de manifestaciones neuropsiquiátricas.
La importancia de la disregulación del eje microbiota-intestino-cerebro parece estar descubriéndose actualmente. Faltan estudios, pero la evidencia y lo que sabemos hasta el momento nos hace pensar que será en un futuro, probablemente cercano, una gran fuente de información así como objetivo de tratamiento de gran parte de las enfermedades neuropsiquiátricas conocidas.
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Dr. Fernando Andrés España. Psiquiatra de IVANE SALUD.
Jose María Marco. Psicólogo de IVANE SALUD.
Unidad de Salud Mental y Psiquiatría Hospitalaria en Hospital Vithas Valencia al Mar.
Clínica de Desintoxicación y Patología Dual en Hospital Vithas Aguas Vivas.