Nadie puede negar que la falta de trabajo tiene un efecto directo y perjudicial en la psiquis de la persona: no saber qué será de nuestro futuro y atravesar crisis económicas en nuestra vida personal es un proceso extremadamente fuerte y que puede derivar a todo tipo de trastornos, incluyendo las adicciones, la ansiedad y la depresión.
Aumento de casos de adicciones y otros efectos
Por lo general solemos abordar el tema del desempleo y de la pérdida del trabajo desde un punto de vista meramente económico, y no nos detenemos a pensar en qué tipo de consecuencias pueden tener estas crisis tan profundas en la psiquis de las personas. Lo cierto es que los efectos del paro pueden verse tanto en adultos como en jóvenes, y en algunos sujetos tiene una mayor intensidad que en otros. En el artículo de hoy les contamos cuales son las principales consecuencias psicológicas que derivan de la situación de desempleo y de crisis económica en masa que estamos sufriendo.
Los efectos psicológicos de estar de paro
A ninguna persona le resulta grato perder el empleo, se trata de un hecho indiscutible: de todas maneras, a algunos sujetos les suele afectar más que a otros, e incluso existen circunstancias generales en la sociedad que pueden profundizar las consecuencias que devienen de estar de paro.
Vivir en un país en plena crisis económica y además perder el trabajo y encontrarnos en una situación de desempleo y total inestabilidad puede ser totalmente peligroso para nuestra psiquis.
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El hecho de tener empleo es algo que se viene reforzando desde la misma infancia como algo muy importante, y cuando lo perdemos lo primero que sentimos es una emoción fuerte de derrota y decepción. A esto pueden venir luego aparejadas otras cosas, como por ejemplo el síndrome de la invisibilidad, en el que según los expertos la persona en desempleo cree que no la ven y que ha pasado a ser un cero a la izquierda dentro de la sociedad que debería de contenerlo pero no lo hace.
Entre los trastornos psicológicos que más se relacionan con el desempleo, nos encontramos con la depresión: las probabilidades de caer en esta enfermedad aumentan dentro del género masculino, aunque se puede ver en ambos sexos. Se trata de un trastorno que debe ser tratado por un psicólogo o un psiquiatra en los casos más agudos y que puede tener consecuencias en el plano físico además del mental.
Por supuesto que la autoestima también sale muy goleada cuando de desempleo se trata, y puede llegar a derivar en trastornos fuertes de la ansiedad o en caer en adicción a sustancias que nos desvinculen de ese sentimiento constante de fracaso o pena, como las drogas o el alcohol mismo. Es fundamental que todas estas situaciones mencionadas se busquen prevenir desde el núcleo familiar de la persona en desempleo mostrando apoyo y tratando de animar a la persona para que no decaiga.