A lo largo de la historia de la humanidad, muchos han sido los científicos que han puesto en práctica la terapia ocupacional, incluso antes de que la terapia en sí fuera conocida como tal.
Desde el año 2000 a.C. los egipcios ya empleaban el uso de juegos y actividades recreativas para aliviar enfermedades y tratar la melancolía. Posteriormente, Pitágoras y Orfeo emplearían la música para tratar diferentes males. Y Cornelio Celso, Hipócrates, Seneca y Galeno recomendaban actividades como la lectura interna o el habla en voz alta y diferentes actividades también para tratar enfermedades.
Pero la terapia ocupacional no fue reconocida de forma oficial hasta después de la segunda guerra mundial.
Definición y objetivo de la terapia ocupacional
La terapia ocupacional (TO) es el uso terapéutico de las actividades de cuidado, trabajo y juego con la finalidad de incrementar la independencia funcional, aumentar el desarrollo y prevenir la incapacidad del individuo.
Por tanto, la principal finalidad de la TO no es más que conseguir la máxima funcionalidad de la persona que presente alguna limitación. Esta limitación puede ser de características físicas, cognitivas o conductuales, o bien una variedad de todas ellas.
Para conseguir esto, los terapeutas deben realizar una valoración previa de las discapacidades y los problemas físicos, psíquicos, sensoriales y sociales del individuo. Tras esta valoración, las actividades que se llevan a cabo tienen la finalidad de contribuir en la recuperación de una enfermedad y/o facilitar la adaptación a la discapacidad que presente el individuo. Así pues, dentro de esta terapia también se incluye la adaptación de tareas cotidianas o del entorno para lograr alcanzar una máxima independencia y así mejorar la calidad de vida.
Características de la terapia ocupacional
Para poder cumplir con el propósito de la terapia ocupacional, la misma debe contar con ciertas características, dentro de las cuales cabe mencionar:
- Todas las actividades a realizar deben tener un propósito u objetivo específico.
- Debe ser significativa o relevante para el individuo.
- Debe exigir el mínimo de compromiso o participación para lograr conseguir resultados positivos.
- Las actividades deben incrementar o mantener el nivel funcional del individuo.
- Las actividades deben prevenir disfunciones futuras.
- La terapia ocupacional debe ajustarse a las necesidades del individuo de acuerdo al entorno y edad del mismo.
- Toda la actividad debe ser desglosada y evaluada por el terapeuta pudiendo comprenderla a la perfección desde principio a fin.
Enfermedad de Alzheimer
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se encuentra asociada a una pérdida de funciones cognitivas superiores, entre las que se encuentran la memoria a corto plazo, la capacidad de orientación, la comprensión, el lenguaje, las capacidades ejecutivas y el juicio de realidad.
El deterioro de estas funciones provoca en el individuo una pérdida progresiva de la autonomía en las actividades, llegando a tal punto en que las actividades más sencillas resultan todo un reto para ellos.
Además de estos síntomas, las personas con Alzheimer pueden tener a su vez otro tipo de síntomas psiquiátricos como episodios de irritabilidad, depresión, apatía, desinhibición o delirios (pensamientos que no se corresponden con la realidad). especialmente cuando la enfermedad tiene un curso avanzado.
Aunado a todo esto, la enfermedad en cuestión también es causante de la incapacidad del individuo para socializar y de adaptarse al entorno en el que se encuentra.
Terapia ocupacional y su relación con el Alzheimer
Existen muchas investigaciones que muestran la eficacia y efectividad de la terapia ocupacional en el Alzheimer. En estos enfermos, la TO permite retrasar de forma significativa la progresión de las distintas disfunciones que causa la enfermedad, conservando así durante más tiempo las habilidades y destrezas que permiten al individuo ser independiente. De esta manera se mejora la calidad de vida del paciente… pero no solo del paciente, sino también de los familiares y personas cercanas puesto que disminuye el esfuerzo que éstos deben dedicar al cuidado del paciente en cada etapa de la enfermedad.
Por tanto, se puede afirmar que su aplicación genera resultados positivos, en especial si se aplica en etapas iniciales. Teniendo en cuenta esto, no es raro que la TO sea considerada una alternativa terapéutica no farmacológica en el Alzheimer.
Una investigación publicada en la Revista Española de Psiquiatría y Gerontología argumenta que la efectividad de la terapia ocupacional radica en utilizar programas estructurados de TO domiciliaria. Estos programas deben incluir la realización de las siguientes actividades:
- Ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento.
- Estimulación cognitivo-sensorial.
- Entrenamiento de la memoria, basándose en aprendizajes sin errores.
Tratamiento con Terapia ocupacional en el Alzheimer
Es indispensable aclarar que la terapia ocupacional en el Alzheimer debe llevarse a cabo teniendo en cuenta la situación individual de cada paciente (situación familiar y etapa de la enfermedad).
Dentro de las técnicas empleadas por la terapia ocupacional en el Alzheimer se detallan las siguientes:
Terapia de orientación a la realidad
Orientar hacia la realidad en cuanto a tiempo y espacio a una persona con Alzheimer es un paso clave para evitar que la persona sienta angustia o ansiedad.
La capacidad de orientación a la realidad se ve afectada a lo largo del curso de la enfermedad, de manera que es necesario adoptar nuevos métodos en cada etapa para suplir dicha necesidad
Una forma de emplear esta técnica en casa podría ser el utilizar un calendario de forma actualizada y rutinaria y que se encuentre en un lugar visible.
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Técnica de estimulación sensorial
Emplear esta técnica contribuye a disminuir la ansiedad, agresividad y la apatía, además de que no solo ayuda al individuo con Alzheimer sino también a su cuidador.
La técnica se basa en estimular y mantener en funcionamiento los sentidos a través de actividades de atención, concentración, fijación, coordinación y reconocimiento de los estímulos.
La técnica de estimulación sensorial tiene un amplio abanico de formas de cómo emplearla, resultando fácil de llevar a cabo la realización de actividades en la cocina, escuchar música, bailar, reconocer olores, y en general todo aquello que estimule de forma positiva los sentidos.
Técnica de Terapia Psicomotriz
La técnica de terapia Psicomotriz tiene su principio en trabajar la mente, cuerpo, afectividad y los roles sociales.
Dentro de esta técnica se encuentran actividades que permiten trabajar en la coordinación, la fuerza muscular, el lenguaje, la atención y la comunicación no verbal.
Técnicas del mantenimiento de las actividades de la vida diaria
Alimentación
Es recomendable dejar orientaciones escritas de lo que la persona con Alzheimer debe hacer, es decir, los pasos a seguir. Una de esas actividades podría ser la compra en el supermercado.
Aseo y vestimenta
Se deberán establecer rutinas de baño que permitan automatizar a la persona y una vez haya terminado la actividad, el cuidador debe supervisar que lo haya hecho de forma adecuada o preguntarle.
El armario deberá estar organizado por ropas de temporadas y vigilar que se hayan vestido de forma adecuada.
Movilidad
En las primeras fases, se pueden establecer rutas en las que la persona pueda salir y caminar al aire libre bajo supervisión y con una ruta a seguir.
En las etapas más avanzadas, será necesario incluir equipos o herramientas para la movilización, desde bastones, caminadoras o incluso sillas de ruedas de ser necesario.
Técnica de reeducación y estructuración del entorno
Se encuentra asociada a las actividades de la vida diaria. Será en este caso el terapeuta ocupacional quien evalúe el entorno del paciente y de orientaciones que permitan adaptar los espacios y las actividades de acuerdo a factores como: seguridad, economía, estabilidad y mantenimiento.
¿Cómo ejercitar la mente para prevenir el Alzheimer?
Existen una variedad de actividades que se pueden realizar para ejercitar la mente y evitar así el deterioro cognitivo y prevenir el Alzheimer.
Entre estas actividades se encuentran:
Jugar al abecedario
El juego consiste en escribir la mayor cantidad de palabras que comiencen por cada una de las letras del abecedario.
Mantener relaciones sociales
Esto es parte importante para la prevención del Alzheimer, hablar con amigos, interactuar con otras personas mantiene el cerebro activo y saludable.
Leer la prensa
Muchas personas la vuelven un hábito que quizá no todos tengamos, sin embargo, nunca se es tarde para comenzar
Jugar al ajedrez, crucigramas o sudokus
Todos esto ejercicios mantienen al cerebro en constante actividad, por lo que el cerebro se vuelve más ágil y con mayor capacidad de razonar.
No está demás recalcar que una buena alimentación es la base fundamental de todo organismo saludable, por lo que lo primero que debemos hacer es mantener una dieta equilibrada, y así tendremos una vida mucho más saludable.