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Dismorfia de productividad: creer que nunca trabajas lo suficiente

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Dismorfia de la productividad, ¿Qué significa?

Existe una nueva forma de llamar a esa sensación negativa que puede aflorar en la rutina laboral y que está a medio camino de sentirse quemado y del síndrome del impostor y es la dismorfia de la productividad.

El trabajo nos consume en no pocas ocasiones, vivimos en una rutina laboral que nos arrastra, que nos quema. No es extraño que en torno a todo lo que rodea nuestro día a día laboral vayan surgiendo problemas de salud mental o síndromes relacionados con ella.

La dismorfia de productividad ocurre cuando un trabajador siente que no está logrando o siendo lo suficientemente productivo, aunque sabe que ha dado todo en una tarea o trabajo. En términos simples, una desconexión con los logros.

Esto puede crear un sentimiento de fracaso, insuficiencia o insatisfacción por todo. Esto conlleva a una frustración constante por no alcanzar más, no puede ver sus propio logros y objetivos alcanzados, tornándose cada vez más obsesivo por ir más allá o trazarse metas más exigentes, causándole mayor ansiedad a la persona. 

Es una visión distorsionada, una comparación equivocada de lo que hace y lo que ha logrado. Se convierte en una preocupación excesiva o compulsión por hacer más y más que no termina.

Características de la Dismorfia de productividad

  • Comparación constante: Las personas que sufren de esta dismorfia tienden a compararse repetidamente con colegas, amigos o incluso estándares ficticios, generando una sensación de inferioridad.
  • Autoevaluación excesiva: Quienes padecen de esta condición, se inclinan por juzgarse implacablemente, independientemente de los logros obtenidos, llevando a una constante insatisfacción.
  • Impacto en la autoestima: La dismorfia de productividad puede afectar negativamente la autoestima y generar ansiedad relacionada con el rendimiento laboral.

Para comprender mejor este fenómeno, podemos trazar paralelos con la dismorfia corporal, donde la percepción alterada de la apariencia física conduce a comportamientos autocríticos y obsesiones por la corrección de imperfecciones percibidas.  De manera análoga, la dismorfia de productividad crea un ciclo de búsqueda constante de perfección laboral, independientemente de los logros alcanzados.

¿Cómo saber que sufro de Dismorfia de la productividad?

Poder identificar los síntomas de la dismorfia de productividad es crucial para abordar esta condición de manera efectiva. Aquí desglosaremos los signos más comunes que pueden indicar la presencia de esta obsesión por la productividad:

  • Comparación excesiva: Constante comparación con el rendimiento de colegas, amigos o estándares idealizados, llevando a una percepción distorsionada de los propios logros.
  • Insatisfacción crónica: Sentimiento constante de insatisfacción incluso después de alcanzar metas y objetivos, impulsando a establecer estándares cada vez más altos.
  • Ansiedad por el rendimiento: Experimentar niveles elevados de ansiedad relacionada con el trabajo, especialmente ante la posibilidad de no cumplir con expectativas autoimpuestas.
  • Negación de logros: Minimización de los éxitos laborales debido a la focalización en áreas percibidas como deficitarias.
  • Nunca sentirse lo suficientemente productivo.
  • Sentimiento de culpa cuando se está descansando.
  • Sentir ansiedad el fin de semana y en vacaciones.
  • Solo encontrar el sosiego en el desempeño laboral además de una autoevaluación negativa a pesar de evidencias de éxito o logro.

¿A quienes afecta y que impacto tiene en la salud mental la Dismorfia de productividad?

Imaginémonos una situación donde la productividad se convierte en un espejo distorsionado, reflejando una imagen alterada de tu valía personal y profesional. 

Esta distorsión, equiparable a la dismorfia corporal, lleva a una evaluación exagerada y, a menudo, injusta de nuestras propias capacidades y logros.

La dismorfia de la productividad puede afectar mayormente a las personas con algunas de estas variables: 

  • Workaholics o adictos al trabajo. 
  • Obsesivas y perfeccionistas. 
  • Con altos niveles de responsabilidad
  • Competitivas o meticulosas. 
  • Con búsqueda de reconocimientos, entre otras.

Sin duda, estamos ante un problema que puede llegar a afectar a nuestra salud mental. La constante presión por alcanzar estándares poco realistas contribuye directamente a problemas de salud mental:

  • Ansiedad: La obsesión por la productividad genera niveles elevados de ansiedad, afectando el bienestar emocional y generando un estado de alerta constante.
  • Depresión: La falta de satisfacción continua y la percepción negativa de los propios logros pueden desencadenar sentimientos de desesperanza y tristeza, contribuyendo a la depresión.
  • Burnout: La dismorfia de productividad puede conducir al agotamiento emocional y físico, aumentando el riesgo de burnout, una forma extrema de estrés laboral.
  • Baja Autoestima: La tendencia a evaluarse negativamente contribuye a una baja autoestima, afectando la confianza en uno mismo y la capacidad para enfrentar desafíos.
  • Rumiantes Mentales: La autoevaluación constante puede dar lugar a rumiantes mentales, donde los pensamientos negativos se repiten de manera persistente, generando un ciclo de preocupación y estrés.
  • Impacto en las Relaciones: La autoevaluación excesiva puede afectar las relaciones personales y profesionales, ya que la preocupación constante por el rendimiento laboral puede generar distanciamiento y tensiones en la interacción social.

Las redes sociales y la Dismorfia de productividad

La dismorfia de productividad es una realidad contemporánea que afecta a muchas personas en nuestra sociedad hiperconectada. Así como las redes sociales son una de las causas de la dismorfia corporal o tener una percepción negativa de la apariencia personal, lo mismo sucede con la dismorfia de productividad.

Las redes sociales desempeñan un papel significativo en la exacerbación de la dismorfia de productividad, ya que proporcionan un escenario perfecto para la comparación constante. Aquí analizamos cómo estas plataformas contribuyen a este fenómeno:

  • Construcción de Imágenes Idealizadas:

En las redes sociales, las personas suelen compartir sus éxitos y logros, creando una representación idealizada de sus vidas profesionales. Esta construcción selectiva puede llevar a una comparación desigual, ya que los aspectos menos exitosos rara vez se comparten de manera tan prominente.

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  • Fomento de la Competencia Constante:

La visibilidad de las actividades laborales de otros genera una competencia constante. Las actualizaciones frecuentes sobre proyectos, ascensos y reconocimientos pueden impulsar a los usuarios a medir su propio éxito en función de las experiencias de los demás, generando un ciclo de comparación sin fin.

  • Efecto de Filtrado de Logros:

Las publicaciones en redes sociales tienden a filtrar los logros más destacados, omitiendo los desafíos y fracasos que forman parte integral de cualquier carrera. Esto crea una ilusión de que todos están constantemente alcanzando metas espectaculares, lo que aumenta la presión para mantenerse al mismo nivel.

  • Impacto en la Autoestima:

La comparación constante en redes sociales puede tener un impacto directo en la autoestima. La falta de reconocimiento de los propios logros en comparación con los demás puede generar sentimientos de insuficiencia y ansiedad laboral. Es crucial reconocer que la realidad presentada en las redes sociales es a menudo selectiva y no refleja la totalidad de la experiencia laboral de una persona. 

Si padezco de Dismorfia de productividad, ¿Qué debo hacer?

Explorar estrategias para superar la dismorfia de productividad es esencial para un desarrollo profesional saludable. En un mundo donde la constante comparación está a un clic de distancia en las redes sociales, es crucial abordar este tema.

Cuando se identifique el problema, ¿cuáles deben ser los pasos para seguir? Los expertos coinciden que lo más difícil, como en todos los problemas psicológicos, es reconocer el problema: ese es el primer paso. 

Después, es el momento buscar la ayuda de un profesional en salud mental es fundamental sin complejos.

El tratamiento puede incluir terapia cognitivo-conductual, técnicas de manejo del estrés y de la ansiedad, y aprender a establecer límites saludables entre el trabajo y la vida personal.

También es importante desarrollar una relación más saludable con el trabajo y la productividad, incluyendo la valoración del descanso y el tiempo libre. 

Tengamos en cuenta estos consejos:

  • Establecer Límites Claros: Definir límites en el trabajo y comprometerse a respetar el tiempo personal es esencial para prevenir la obsesión constante por la productividad.
  • Practicar la Autoaceptación: Cultivar la autoaceptación y reconocer que la valía personal no está exclusivamente ligada al rendimiento laboral ayuda a prevenir la autoevaluación excesiva.
  • Promover una Cultura de Bienestar: Fomentar una cultura laboral que valore el bienestar y promueva un equilibrio saludable entre trabajo y vida personal previene la presión constante de la cultura del “siempre ocupado.”
  • Buscar Apoyo: Compartir inquietudes y buscar apoyo en colegas, amigos o profesionales de la salud mental puede ser crucial para prevenir el desarrollo y la exacerbación de la dismorfia de productividad.

Por último, reconsidera tu idea de productividad. Muchas veces tendemos a pensar que nada es suficiente. No hace falta ser los mejores en todo ni tener las exigencias muy altas, lo más importante pasa por estar satisfecho con el trabajo realizado. 

Y si de repente fracasas en algo, «ello no tiene por qué invalidar todo el camino recorrido». 

Por otro lado, el descanso es necesariamente productivo, pues si no nos despejamos y vivimos obsesionados con la idea de cumplir todo en el menor tiempo posible, correremos el riesgo de hacerlo mal al no obtener una recompensa mental al esfuerzo invertido. 

Mantente cerca de tus seres queridos, comparte y diviértete con ellos. Esto sí que es lo más importante.

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