La disfunción eréctil piscológica es un problema que puede afectar el bienestar emocional de las personas. No ser capaz de mantener la erección mientras se siente deseo sexual genera frustración y problemas emocionales, pudiendo incluso influir en la autoestima, en las habilidades sociales, laborales, generar tensiones con una pareja e incluso propiciar síntomas depresivos.
¿Qué es la disfunción eréctil?
La disfunción eréctil, es una disfunción sexual común. Ocurre cuando se tienen dificultades para lograr o mantener un endurecimiento del pene que satisfaga la experiencia sexual de la persona. Esta disfunción es más común a medida que se envejece, pero no es exclusivamente parte natural del envejecimiento.
Podríamos también decir que la disfunción eréctil, también conocida como impotencia sexual masculina, es la incapacidad persistente para conseguir o mantener una erección que permita una relación sexual satisfactoria.
Debe diferenciarse de otros problemas sexuales, como son la falta de deseo, las alteraciones de la eyaculación (eyaculación prematura, eyaculación retrasada y ausencia de eyaculación) o los trastornos del orgasmo.
La disfunción eréctil no es una enfermedad, sino un síntoma, y los últimos datos estudiados en España arrojan que es padecida por un 19% de personas entre 25 y 70 años según el Estudio de Disfunción Eréctil Masculina. Sin embargo, debemos hacer una distinción según las diferentes etiologías: entre aquellas de origen orgánico, la disfunción psicológica y la mixta.
Tipos de disfunción eréctil
En la función eréctil intervienen diversos factores físicos y psicológicos, por lo cual la alteración de uno o más factores puede llevar a disfunción eréctil. Podemos clasificarla en tres grupos según su origen:
- Orgánica: puede ser secundaria a lesiones vasculares (lo más frecuente 60-80%), neurológicas (10-20%), hormonales (5-10%) o locales.
- Psicológica: debido a una disfunción del mecanismo eréctil sin lesiones físicas.
- Mixta: debida a la combinación de factores orgánicos y psíquicos.
En este artículo vamos a centrarnos en la disfunción eréctil psicológica, analizaremos sus causas y tratamientos, definiremos cuando la disfunción eréctil es psicológica y no orgánica.
Diferencias entre la Disfunción Eréctil Psicológica y la Orgánica
Es importante diferenciar entre la disfunción eréctil de origen orgánico, es decir la que tiene causas médicas físicas, de la disfunción eréctil psicológica.
Un paciente con disfunción eréctil de origen psicológico suele tener erecciones normales en determinadas situaciones; un ejemplo sería durante la masturbación, en relaciones sexuales con otras parejas, de forma espontánea a lo largo del día o al despertar por la mañana.
La Disfunción Eréctil Psicógena muchas veces no se puede explicar por factores médicos como podrían ser la diabetes, la hipertensión o el síndrome metabólico.
Muchos pacientes pueden padecer inicialmente trastornos relacionados con su salud mental como puede ser síntomas depresivos o ansiosos.
También se deben investigar otros aspectos del día, como son posibles problemas de pareja o interpersonales, problemas de trabajo, autoestima baja…Ya que estas situaciones pueden influir en el desarrollo de la disfunción eréctil y es fundamental recogerlas para su análisis en una consulta médica.
La disfunción eréctil de origen psicógeno se puede dividir en Disfunción Eréctil psicógena generalizada, que sería cuando se producen problemas de erección en casi todos los intentos de relación sexual, y la Disfunción Eréctil psicógena situacional se produce cuando la erección falla en determinadas situaciones y no en otras.
Los especialistas en Urología describen que es frecuente que muchas disfunciones orgánicas puedan con el tiempo influir a desarrollar asimismo en la persona una disfunción psicógena, ya que la ansiedad y el miedo a no conseguir una erección satisfactoria se suman a los problemas orgánicos físicos de su erección.
Definición de Disfunción Eréctil o Impotencia Sexual Psicológica
La disfunción eréctil psicológica está asociada al bienestar emocional y mental de la persona que lo padece. En un principio, puede ocurrir que, por anticipación, por preocupación, porque la persona se encuentre en un momento vital estresante, desde el inicio, no haya acontecido la erección.
Esta situación comienza a ser relevante cuando esta falta de erección se repite de forma regular, y por ello empieza a afectar a la propia autoestima del individuo o a la relación con sus parejas sexuales.
De esta forma, a pesar del fuerte deseo sexual, de los posibles sentimientos de atracción por otra persona, o la planificación previa, hay un factor determinante que no permite disfrutar de las relaciones sexuales de forma plena.
La impotencia psicológica, puede también manifestarse como una dificultad para mantener la erección, no solo como que esta no haya tenido lugar. De esta forma la persona en un primer momento logra tener una erección, pero esta no es mantenida en el tiempo como para satisfacer el disfrute.
Es importante señalar que, si esta situación se ha dado en un momento específico durante unas circunstancias determinadas, no es algo que implique que se vaya a acabar desarrollando una disfunción sexual. Debido a los múltiples factores que pueden generar una disfunción sexual psicológica, la situación podría verse influida por ejemplo por tener un día estresante por causas laborales, o por estar pasando por una época de malestar emocional.

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Sin embargo, si los problemas con el inicio de la erección o con el mantenimiento de la misma se repiten en el tiempo, o están interfiriendo en exceso en la calidad de las relaciones sexuales, es el momento de ponerse en las manos de un especialista.
Posibles causas de la Disfunción Eréctil Psicológica
- Ansiedad y/o depresión: Una de las mayores causas de la disfunción psicológica es la ansiedad.
Con el ritmo frenético del día a día, las metas sociales constantes, el estrés del trabajo, los estudios y los dilemas a los que nos vemos sometidos día a día, podemos caer fácilmente en mantener un estado hiperalerta que derive en sintomatología ansiosa o depresiva.
En este tipo de procesos, también influyen muchas de nuestras inseguridades o posibles experiencias traumáticas del pasado.
Las distorsiones cognitivas negativas de uno mismo, presentes en procesos depresivos, pueden generar un proceso anticipatorio donde a partir de nuestras inseguridades y miedos comencemos a pensar escenarios catastróficos imaginarios que alimenten la preocupación: “¿Y si no le gusto? ¿Y si hago el ridículo? ¿Y si no consigo llegar al orgasmo o que otra persona lo haga?”.
Estas rumiaciones afectan a los estímulos que recibe el cerebro, pudiendo provocar además de disfunción en la erección, una falta de deseo u otros problemas relacionados.
- Falta de educación sexual: La educación sexual y el autoconocimientoson elementos clave para lograr una mayor seguridad en nosotros mismos, así como para llevar una vida sexual plena.
Debido a la falta de estos dos factores, la preocupación aumenta y pasamos a centrarnos en aquello que no está yendo bien en lugar de en el disfrute de la experiencia sexual.
Durante la adolescencia, no es frecuente tener acceso a conocimientos realistas y emocionalmente saludables con respecto al sexo, haciendo de la pornografía, la principal fuente de información y “educación sexual” para algunas personas.
La falta de referentes saludables reales en lo relativo a la educación sexual, afecta a las expectativas que creamos sobre nosotros mismos en este ámbito. El miedo a no cumplir la imagen que tenemos de lo satisfactorio sexualmente hablando, debido a falta de fuentes de información y educación sexual no comerciales, puede hacer que las personas se preocupen en exceso y esto influya de forma psicológica en el desarrollo de la erección.
- Problemas con una pareja: Las discusiones interpersonales o los problemas sin solventar también afectan a cómo vivimos una experiencia sexual plena.En estas situaciones, podemos sentir incomodidad con la otra persona, pérdida de la libido o problemas para poder concentrarnos durante el coito.
Muchas personas con esta afección, sobre todo las más jóvenes, experimentan la llamada ansiedad anticipatoria en la que el paciente antes de tener la relación sexual, experimenta:
- Miedo a fallar.
- Excesiva focalización en satisfacer a su pareja
- Focalización en la correcta erección y comportamiento del pene. El paciente, en lugar de disfrutar de la relación sexual, se comporta como un espectador de sí mismo.
¿Cómo superar la Disfunción Eréctil o Impotencia Psicológica?
El tener un conocimiento amplio, específicamente acerca de cómo superar la disfunción eréctil psicológica es una de las mejores formas de empezar a tratar este infortunado problema sexual.
Es decir que, si quieres conocer más sobre ello, es importante conocer lo que se ha ido investigando hasta el momento sobre este trastorno.
De hecho, grandes especialistas médicos, dicen que el mero hecho de saber cómo superar la disfunción eréctil psicológica, puede generar grandes resultados en el momento del acto sexual.
Tanto así que, muchos hablan de que la principal causa de esta patología, tiene que ver con la parte psicológica del paciente, afectando directamente en lo sexual.
Gracias a los grandes avances médicos, si la patología es de carácter psicológico puede tratarse con distintos métodos de una forma efectiva.
Podrían darse las siguientes recomendaciones generales:
- Enfócate en el momento: el tema primordial es rebajar la tensión que puedes generar antes de empezar el acto sexual. Lo que significa que, debes de enfocarte en el momento y disfrutar (sin pensar en lo que puede ocurrir en el acto o cómo finalizará) bien sea contigo mismo o con una pareja sexual.
- Evita el estrés: tratar de reducir las preocupaciones diarias es un gran paso para minimizar la posibilidad de aparición del trastorno.
- Mantén una vida saludable: unos hábitos de vida saludables con una alimentación variada y ejercicio físico te ayudarán considerablemente a tratar la disfunción eréctil. Para lograr estos objetivos, puedes buscar la ayuda de un especialista médico.
- Déjate apoyar por tu pareja: tu pareja o parejas pueden ser una pieza clave para ayudarte a mejorar. Tomando en cuenta que estarán contigo en alguna de las posibles situaciones en las que aparece el problema.
- Busca ayuda de un profesional médico: como hemos mencionado, es fundamental el análisis de los múltiples factores que pueden generar este tipo de síntomas, así como su diagnóstico para un correcto abordaje terapéutico.
- Date tiempo: Es fundamental que tengas paciencia, mantengas un buen autocuidado y dejes tus actuaciones hagan su efecto.
Terapia Sexual: un tratamiento integral para la disfunción psicológica
Tanto para la disfunción eréctil de origen orgánico como psicológico, es frecuente recomendar el iniciar psicoterapia para mejorar la evolución clínica.
La terapia sexológica o sexual es un tratamiento psicológico con el se abordan las dificultades que estés teniendo para que, de la mano de los mejores profesionales, puedas encontrar una solución en conjunto y hacer que consigas vivir las experiencias sexuales de una forma totalmente positiva en tu día a día.
1 comentario en «Disfunción eréctil psicológica ¿qué diferencias hay con la orgánica?»
Buenos días,a mi jamás me había pasado, pero últimamente si me viene sucediendo y.me está preocupando demasiado…siempre fuí muy activo sexualmente y este problema me.esta dejando sin autoestima,tengo 54 años tengo una vida normal sin excesos de ningún tipo pero trabajo demasiado y en horario nocturno…en ocasiones,incluso tengo erecciones en cualquier momento y lugar pero a la hora del coito aparece este problema.Gracias.