COVID-19 y Adicciones: las personas con enfermedad adictiva pueden ser especialmente susceptibles a la infección
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) está causando desafíos incalculables para la atención médica y las estructuras sociales más amplias. Entre las poblaciones vulnerables se encuentran las personas que fuman o vaporizan, usan opioides o tienen un trastorno por uso de sustancias.
Debido a los desafíos directos para la salud respiratoria, las personas con enfermedad adictiva pueden ser especialmente susceptibles a la infección por el virus que causa COVID-19 y las complicaciones asociadas. Y debido a los impedimentos para brindar atención a esta población, las personas con trastorno por dependencia de alcohol o drogas que desarrollan COVID-19 pueden tener dificultades para recibir atención. Aquellos en recuperación también serán desafiados de manera única por las medidas de distanciamiento social.
El riesgo de complicaciones médicas y riesgo de muerte entre los fumadores
El riesgo de complicaciones médicas y orgánicas de la pandemia por COVID-19 aumenta con la edad avanzada; pero también aumenta el riesgo entre aquellos que están inmunocomprometidos o tienen afecciones de salud subyacentes: como diabetes, cáncer y enfermedades cardíacas y respiratorias. Muchos de estos últimos surgen del tabaquismo y, por lo tanto, pueden aumentar el riesgo de muerte y enfermedad entre los fumadores (tabaco o cannabis).
Las personas cuyos pulmones pueden verse comprometidos por consumir nicotina o tetrahidrocannabinol (o incluso solo saborizantes) también pueden estar en riesgo. Las enfermedades pulmonares muy publicitadas por el vapeo y el daño causado por el uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo; nos alertan sobre la posibilidad de lesiones pulmonares, las cuales están aumentando especialmente entre los jóvenes.
Los estudios preclínicos muestran que determinados compuesto de los cigarrillos electrónicos pueden dañar el tejido pulmonar, causar inflamación y disminuir la capacidad de los pulmones para responder a la infección
La función pulmonar por la COVID-19 también podría poner en riesgo a aquellos que tienen trastorno por consumo de opioides o adicción por metanfetamina y otros trastornos por uso de psicoestimulantes. Según algunos estudios, la enfermedad respiratoria crónica aumenta el riesgo de sobredosis mortal en quienes usan opioides terapéuticamente. Además, la respiración lenta debido a los opioides provoca hipoxemia, que puede provocar complicaciones cardíacas, pulmonares y cerebrales y, si es grave, puede provocar sobredosis y la muerte.
Muchos riesgos de la pandemia actual para las personas con enfermedad adictiva son indirectos
Surgen de factores tales como la inestabilidad de la vivienda y el aislamiento, así como el acceso reducido a la atención médica y los servicios de apoyo de recuperación (psiquiatras y psicólogos).
Un alto porcentaje de personas con trastorno por dependencia de alcohol o drogas experimentan la falta de vivienda, y viceversa. Entre otras innumerables dificultades y riesgos que enfrentan los que tienen inestabilidad de vivienda, el aumento del riesgo de transmisión de enfermedades en los refugios para personas sin hogar es particularmente importante ahora.
El distanciamiento social aumentará la probabilidad de que ocurran sobredosis de opioides cuando no haya observadores que puedan administrar la naloxona para revertirlos; por lo tanto, aumentarán las probabilidades de muertes relacionadas con las sobredosificaciones de éstos opiáceos.
Hay personas con adicción que se encuentran desatendidas por los servicios de atención médica, en gran parte debido al estigma
Gran parte de este estigma se basa en la creencia errónea pero persistente; generalizada incluso entre los trabajadores de la salud, de que la adicción es el resultado de un carácter débil y malas elecciones. Mientras que la ciencia ha demostrado claramente que es un trastorno derivado de alteraciones en los circuitos cerebrales.
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El apoyo social es crucial para las personas que intentan recuperarse de la enfermedad adictiva
El apoyo social es crucial para las personas que intentan recuperarse de la enfermedad adictiva, mientras que el aislamiento social es un factor de riesgo de recaída. Si bien las medidas de distanciamiento social que se están implementando en todo el país son importantes para reducir la transmisión de enfermedades; pueden ser especialmente difíciles para las personas en recuperación porque limitan el acceso a reuniones de grupos de apoyo u otras fuentes de conexión social. Aunque la interacción cara a cara es una característica clave del soporte de recuperación. Las reuniones virtuales pueden ser útiles para quienes tienen acceso a Internet.
Las personas que están aisladas y estresadas, como la mayoría de la población está en una pandemia; frecuentemente recurren a sustancias para aliviar sus sentimientos negativos derivados del cambio de hábitos.
Aún se desconoce mucho, pero se puede esperar que las personas que fuman, usan vapeadores o usan ciertas drogas tendrán un mayor riesgo de infección y sus consecuencias más graves
Aquellos en recuperación se enfrentarán a tensiones y mayores deseos de usar sustancias y tendrán un riesgo mucho mayor de recaída. Los compañeros, los familiares y los proveedores de tratamiento de adicciones deben estar atentos a esta posibilidad. Los médicos deben controlar los signos de uso indebido de sustancias o usar trastornos en sus pacientes; dado el estrés, el miedo o incluso el dolor sin precedentes que pueden enfrentar.
No podemos marginar a las personas con TUS durante esta nueva crisis sanitaria
Esta crisis también obligará al sistema de atención médica, a los encargados de formular políticas y a los investigadores a acelerar nuevas formas de satisfacer las necesidades de tratamiento y recuperación de esta población. A través de medidas que van desde mejorar los recursos virtuales hasta la posibilidad de recibir su tratamiento en lugares específicos con las medidas de protección necesarias. Pero bajo ninguna circunstancia podemos olvidar o marginar a las personas con TUS durante esta nueva crisis de salud pública.
Alberto Manero. Psicólogo de IVANE SALUD.
Dra. Alejandra González. Psiquiatra y Directora Terapéutica de IVANE SALUD.
Unidad de Salud Mental y Psiquiatría Hospitalaria en Hospital Vithas Valencia al Mar.
Clínica de Desintoxicación y Patología Dual en Hospital Vithas Aguas Vivas.