Complicaciones médicas de la enfermedad depresiva
Es sabido que los cuadros que intervienen en una enfermedad depresiva producen importantes cambios y modificaciones a nivel neuroendocrino, aumentado los niveles de catecolaminas y cortisol. Los pacientes que presentan un cuadro depresivo suelen presentar poco interés por la adherencia terapéutica, entendida como parte de su sintomatología; pero también el no tratamiento de la depresión puede complicar algunas enfermedades médicas. Si además incluimos que en muchos casos se puede asociar un bajo nivel cultural y socioeconómico; es entendible la frecuencia y la importancia de las complicaciones médicas que se pueden desencadenar.
La depresión induce cambios neurohormonales con aumento de cortisol y catecolaminas; lo que puede predisponer a un aumento de peso y a la diabetes. Además concurren síntomas que predisponen a la enfermedad metabólica (dietas desequilibradas, falta de autocuidado, ausencia de ejercicio, baja autoestima, tabaquismo, estrés).
Hasta el 20% de los pacientes depresivos presentar alguna patología tiroidea. El hipotiroidismo subclínico puede encontrarse hasta en el 50% de los pacientes con cuadros depresivos graves, pudiéndose confundir con demencia y depresiones resistentes al tratamiento. El hipertiroidismo en edades avanzadas puede cursar con apatía y depresión.
La depresión por si está considerada como un factor de riesgo cardiovascular independiente, debiéndose aplicar las recomendaciones existentes por el alto riesgo cardiovascular. Es un factor predictivo de cardiopatía isquémica e incrementa el riesgo de ictus. La depresión es un factor de riesgo negativo para la calidad de vida, discapacidad; riesgo de nuevos eventos cardiovasculares, mortalidad y aumento de consumo de recursos sociosanitarios.
Depresión y enfermedades cerebro-vasculares
Existe una estrecha relación entre la depresión y las enfermedades cerebro-vasculares. Se justifica tanto por mecanismos biológicos (alteraciones eje hipotálamo-hipófiso-adrenocortical, regulación sistema nervioso autónomo, mecanismos de coagulación sanguínea, en alteraciones vasculares…) como por mecanismos genéticos y psicosociales.
Los dolores de difícil explicación se han asociado con frecuencia a trastornos del estado de ánimo no identificados. Existen mecanismos comunes neuroquímicos y psicológicos entre depresión y dolor que explican la relación tan estrecha entre ambos.
Además asocia también trastornos en la esfera sexual, tanto por la propia depresión como por la iatrogenia del tratamiento. Suele asociar cuadros comórbidos hasta en el 50% de los casos.
La depresión empeora la salud física en general debido a la falta de cuidados y por la falta de conciencia de enfermedad; puede aumentar el abandono de otros tratamientos médicos y está considerado como un predictor de morbimortalidad. Ante la presencia de un cuadro depresivo es importante la realización de un adecuado diagnóstico psiquiátrico; un intenso abordaje psicofarmacológico con el objetivo de conseguir una mejoría clínica lo más rápida posible a fin de evitar las posibles complicaciones médicas y psiquiátricas asociadas a los trastornos depresivos.
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Dr. Miguel Ángel Harto. Psiquiatra de IVANE SALUD.
Alberto Manero. Psicólogo de IVANE SALUD.
Unidad de Salud Mental y Psiquiatría Hospitalaria en Hospital Vithas Valencia al Mar.
Clínica de Desintoxicación y Patología Dual en Hospital Vithas Aguas Vivas.