Cuidar de un familiar que padece una enfermedad y que, de cierta forma, presenta una dependencia durante un tiempo prolongado puede afectar en gran medida a la salud del cuidador. Por eso, a la hora de lidiar con la enfermedad de un ser querido es imprescindible tener en cuenta ciertos aspectos.
Es bien comprendido que los cuidadores experimentan grandes dificultades, conflictos y problemas que se derivan de la manera de tratar de entender y aceptar la enfermedad, así como de las estrategias que se emplean para poder manejar la situación.
No se quiere decir con esto que ser cuidador de un pariente represente una carga o un problema. Incluso, en ocasiones, puede tener sus efectos positivos sobre el individuo que adquiere el rol de cuidador, ya que la satisfacción y los sentimientos de placer de poder ayudar al ser querido en su momento más vulnerable hace, incluso, que la unión entre ambos sea mayor. No obstante, es importante darle el peso que corresponde, puesto que esta situación puede afectar a la salud del cuidador, especialmente a su salud mental.
El síndrome del cuidador tiene una tasa de representación del 47% de los casos. Por tanto, es necesario tener en cuenta y aprender que, para poder lidiar con la enfermedad de un ser querido, es primordial que el cuidador goce de una buena salud física y mental y que necesita cuidarse.
Enfermedad de un ser querido: Funciones de un Cuidador
Dentro de las actividades que realiza o ayuda a realizar un cuidador, se detallan:
- Ser el compañero de las citas médicas.
- Coordinar u organizar las compras.
- Ofrecer apoyo, brindar tiempo para escuchar y conversar.
- Preparar la comida.
- Mantener la higiene personal.
- Tramitar gestiones pendientes.
- Mantener en orden las cosas en el hogar.
- En caso necesario solventar todo lo relacionado con los niños.
- Gestionar finanzas.
Ya sean actividades de higiene, alimentación, medicaciones, terapias o cualquier actividad de acuerdo a la condición, siempre son situaciones que demandan mucho tiempo y atención. Y es indispensable que se le brinde al cuidador principal el apoyo o la colaboración necesaria.
Hay hogares con familia numerosa en los que es posible distribuir los roles y las actividades para cada miembro de la misma. Pero cuando esto no ocurre de manera natural y no existe apoyo por parte de los miembros de la familia, el deterioro de la salud mental puede ser mayor.
Síntomas emocionales y psicológicos que puede desarrollar un Cuidador
-
Sentimientos de duelo
El duelo anticipado se define como un fenómeno que puede ocurrir cuando la persona tiene la posibilidad de anticipar la muerte de un ser querido o la propia, permitiendo al individuo comprender la pérdida como un proceso natural y desarrollar estrategias de afrontamiento para que sea menos dolorosa.
Cuando una persona sufre un duelo anticipado se pueden observar sentimientos inherentes al duelo y a la aceptación de la pérdida.
El duelo anticipado se ha señalado por algunos autores como un factor protector, puesto que puede ayudar a paliar los síntomas depresivos una vez el familiar ha fallecido.
Otros autores mantienen que es un factor de riesgo, debido a que en el duelo anticipado se da una amnesia emocional temporal que después desencadena en sintomatología más grave (por ejemplo, trastornos ansiosos, trastornos depresivos, trastornos relacionados con el estrés y duelo complicado).
-
Sentimientos de culpa
El sentimiento de culpa es uno de los sentimientos más comunes entre los cuidadores. Pueden sentirse mal por gozar de salud mientras su familiar o amigo tiene una condición de dependencia. O bien, pueden tener sentimientos de insuficiencia, donde sienten que no hacen lo suficiente para ayudar.
Este sentimiento de culpa muchas veces desencadena en el desarrollo de síntomas de depresión y/o ansiedad.
En este sentido, es importante recordar que todo el apoyo que el cuidador le brinda a su familiar o amigo es muy importante para el bienestar de ese ser querido.
PROTEGEMOS LA SALUD MENTAL DE LOS TUYOS DESDE HACE 9 AÑOS
SESIONES PRESENCIALES Y TAMBIÉN ONLINE
-
Estrés del cuidador
Si bien cuidar de un ser querido puede tener muchas recompensas, es casi seguro que en esta nueva condición habrá un cambio de roles familiares y se darán una serie de emociones.
Es natural sentirse enojado, frustrado, exhausto, solo o triste. El estrés del cuidador (el estrés emocional y físico que conlleva el cuidado) es común. Este trastorno puede volverse crónico y puede generar aún más alteraciones en la dinámica del individuo. Y en consecuencia esto desencadenar o agravar las crisis internas en el núcleo familiar. Si no se tiene un enfoque biopsicosocial al abordar las enfermedades de cuidadores y no cuidadores, se corre el riesgo de empeorar la situación de salud familiar.
Los factores de riesgo para que una persona desarrolle estrés del cuidador incluyen los siguientes:
- No contar con estudios básicos.
- Llevar a cabo un aislamiento social.
- Padecer de depresión.
- Dedicar demasiadas horas al cuidado.
- Problemas financieros.
- No tener elección a ser el cuidador/cuidadora.
- No saber/poder afrontar una situación difícil.
Demasiado estrés, especialmente durante un tiempo prolongado, puede propiciar el desarrollo de síntomas de depresión y/o ansiedad.
Además, es posible que no se duerma lo suficiente y no se realice la actividad física necesaria, ni se lleve una alimentación equilibrada, lo que aumenta el riesgo de problemas médicos, como enfermedades cardíacas y diabetes.
Enfermedad de un ser querido: Cómo ayudar a un cuidador
Son muchas las funciones o actividades que cumple un cuidador, de manera que el apoyo social, emocional, el cuidado, amor, la confianza y la empatía forman parte de las acciones que deben tenerse en cuenta y que deben ofrecerse a quien asume la labor de cuidador.
Apoyo Instrumental para lidiar con la enfermedad de un ser querido
Además de ello, también existe otro tipo de ayuda: el apoyo instrumental. Este tipo de apoyo consiste en ayudar a realizar actividades o trabajos que son necesarios en momento de cuidar de una persona dependiente.
Este apoyo instrumental será especialmente importante brindarlo a familias pequeñas, buscando colaboración en personas allegadas, amigos o alguna institución que se dedique a restar el servicio.
Cuando existe apoyo de cualquier parte, se observa un beneficio importante en la salud física y mental del cuidador.
Además de brindar colaboración en la realización de tareas, también resulta útil incentivar a la realización de otras actividades lúdicas que sirvan para disipar las posibles cargas que se originan en el trabajo de cuidador.
Por otra parte, aunque podamos sentirnos incómodos o no encontremos las palabras adecuadas para afrontar una conversación con esa persona, los expertos consideran fundamental mostrarles nuestro apoyo en esos momentos y permanecer atentos a sus necesidades.
Es fundamental entender que su posición es complicada, debido a que este siente la necesidad de mostrarse más fuerte y capaz de apoyar y cuidar al enfermo. Además de tener en cuenta que el cuidador se enfrenta a un torbellino de sentimientos que pueden llegar a ser negativos.
Una de las principales ayudas, es brindar apoyo emocional, un hombro y un oído que los pueda escuchar y entender. Es decir, brindarles la oportunidad de hablar sobre su situación y sobre cómo se siente con lo que acontece.
Estar ahí a su lado brindando apoyo y recordándoles que es solo una etapa (independientemente del diagnóstico o la evolución del familiar o amigo). Y que, si las situaciones se salen de la capacidad de atención, no está mal buscar ayuda. Ya sea para la realización de las actividades cotidianas o ayuda psicológica para aprender a sobrellevar la situación.