4 de cada 10 adolescentes españoles de edades comprendidas entre los 14 y los 18 años consumen bebidas energéticas cada mes.
Las bebidas energéticas, como Monster o Red Bull, son bebidas sin alcohol que contienen sustancias estimulantes, las cuales evitan o disminuyen la fatiga y el agotamiento, a la vez que aumentan la habilidad mental y aportan mayor resistencia física. Por ello, la población joven se ha sentido atraída hacia esta bebida, utilizándola en contextos deportivos o académicos. En España, según el último informe del Observatorio Español de Drogas y Toxicomanías la edad de consumo de este tipo de bebidas en adolescentes se sitúa entre los 14 y los 18 años, con mayor prevalencia en los chicos.
Las bebidas energéticas contienen altas dosis de cafeína y azúcar, vitaminas del grupo B, L-carnitina y taurina (estas últimas implicadas en la recuperación del tono muscular). Una lata de medio litro de esta bebida equivale a dos cafés expresos y 12 cucharadas de azúcar. Con lo cual, pueden aparecer dependencia y otros efectos nocivos. No se consideran bebidas que aportan hidratación, por lo que hay que diferenciarlas de las bebidas isotónicas o de las gaseosas.
El consumo de este tipo de bebidas se ha incrementado en los últimos años por parte de los adolescentes, suponiendo un consumo del 68%, frente al consumo del 30% de los adultos. En un estudio realizado en Estados Unidos a 22.000 estudiantes de secundaria, se observó que un tercio de los adolescentes de edades comprendidas entre los 13 y los 18 años consumían diariamente esta bebida. Este consumo va acompañado junto con alcohol y otras drogas, como el tabaco, el cannabis o las anfetaminas. En el caso del alcohol se ha visto que, al combinarlo con estas bebidas, se enmascara el efecto depresor del alcohol y como consecuencia existe más probabilidad de seguir bebiendo. Los datos muestran que un 47’5% de los adolescentes mezclan las bebidas energéticas y el alcohol, mientras que dos de cada tres jóvenes que han consumido cocaína han ingerido también estas bebidas.
Efectos dañinos de las bebidas energéticas
Pese a que todavía se siguen investigando los efectos que produce ingerir las bebidas energéticas, se vinculan síntomas físicos, tras ser ingerida la bebida, como aumento de la frecuencia cardiaca, insomnio, nerviosismo, irritabilidad. También aparecen síntomas relacionados con el síndrome de dependencia o de abstinencia a la cafeína, según la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) o con la aparición de síndromes psiquiátricos.
En un estudio realizado por la Universidad de Waterloo en Canadá, se encontró que el 55,4% de los jóvenes que habían bebido este tipo de bebidas había tenido un efecto negativo tras su consumo. Concretamente, el 24,7% informó de tener palpitaciones, el 24,1% comunicó que había tenido dificultades para dormir, el 18,3% afirmó tener vómitos, diarrea o nauseas y un 3,6% experimentó dolor en el pecho. Por otro lado, el 3,1% dijo que había considerado pedir asistencia médica.
¿Por qué prohibir las bebidas energéticas?
Algunos supermercados del Reino Unido han empezado a prohibir la venta de este tipo de bebidas a menores de 16 años. En España, el debate no se ha llegado a tener tanto protagonismo y, a día de hoy, todavía se están realizando estudios con tal de determinar el impacto del consumo de estas bebidas en la salud. Mientras tanto, no existe prohibición hacia el consumo de las bebidas energéticas, pero la industria relacionada con estas reconoce que van destinadas al consumo de personas adultas y no a la población adolescente.
En general, los motivos por los cuales se quiere prohibir la bebida son por los elevados porcentajes de cafeína y azúcar, por la sobreexcitación que puede resultar en un adolescente y su elación con la obesidad o la resistencia a la insulina.
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En definitiva, el consumo de las bebidas energéticas está en auge y las cifras muestran que cada vez se consumen estas bebidas a una edad más temprana. Concienciar a las familias es primordial para que tengan la información necesaria sobre las bebidas energéticas y sus efectos nocivos en la salud de sus hijos. Es necesario promover campañas a favor de limitar la edad de acceso a las bebidas para favorecer un consumo responsable y consciente.
Clara Díez. Psicóloga de IVANE SALUD.
Dr. Miguel Ángel Harto. Psiquiatra de IVANE SALUD.
Unidad de Salud Mental y Psiquiatría Hospitalaria en Hospital Vithas Valencia al Mar.
Clínica de Desintoxicación y Patología Dual en Hospital Vithas Aguas Vivas.