Las profesiones sanitarias son consideradas actividades laborales de alto estrés. Los médicos pueden enfermar como cualquier otra persona, y por estar su profesión sometida a alta exigencia, turnos y guardias, elevada interacción social y máxima responsabilidad, las posibilidades de que sufran problemas emocionales es elevada. Para entender la aparición de estos trastornos hay que tener en cuenta los aspectos personales que presenta el médico, pero también cómo puede influir su entorno laboral, donde pueden darse problemas de agotamiento, «burn-out», desgaste profesional, o incluso “mobbing” o acoso.
El colectivo médico dispone desde el año 1998, un recurso específico de ayuda en este tipo de problemas, el PAIME (Programa de Atención Integral al Médico Enfermo) que el pasado 2016 atendió a un 8’23% más de casos según las cifras ofrecidas por la OMC.
En ese período, las cifras publicadas por la OMC objetivan que el segundo motivo demanda de tratamiento fueron los problemas de alcoholismo (9’3%), y a continuación las drogas (7,3%). Además, el 7,7% de los casos presentaba patología dual. En este contexto de enfermedad, el que el consumo perjudicial de alcohol, tóxicos o fármacos supone cerca del 25% de la demanda asistencial en salud mental dentro del colectivo médico.
El estudio publicado en el Congreso del PAIME de Palma de Mallorca de 2017, destaca una mayor incidencia de estos problemas en facultativos de Medicina Familiar y Comunitaria, con más del 40% de los casos, seguidos por anestesistas (6,1%), pediatras (5,5%) y psiquiatras (4,8%).
PROTEGEMOS LA SALUD MENTAL DE LOS TUYOS DESDE HACE 9 AÑOS
SESIONES PRESENCIALES Y TAMBIÉN ONLINE
A nivel Nacional, las comunidades que muestran una mayor sensibilización y concienciación de que el facultativo médico puede enfermar y que por sus características precisa de recursos ambulatorios y de ingreso específicos para tratar estas dolencias son Cataluña y Navarra. En este sentido, las cifras de médicos afectados se sitúa en los 55 casos por cada mil colegiados, seguidas de Ceuta, Melilla y Andalucía.
Otros datos socio-demográficos objetivados y destacables son el rango de edad en el que más afectados se observan, que va de los 51 a los 60 años. Así como una tendencia hacia la feminización de la población atendida, en el que a diferencia de otros años, el estudio destaca una mayor proporción de mujeres que solicitan ayuda (52,5%).
Noticia extractada de las siguientes fuentes de información:
http://consalud.es/actualidad/archivos/informe_paime_medicos_omc.pdf