¿Existe la ambulofobia o fobia a caminar?
¿Alguna vez pensamos en que existen personas que le temen hasta a lo más simple y cotidiano? Sea cual sea nuestra respuesta, seguramente nos sorprenderá conocer la Ambulofobia.
La ambulofobia es el miedo irracional y persistente a caminar o, dicho con más exactitud es el miedo a sufrir una caída, motivo por el cual el afectado evita el propio ejercicio de caminar.
Puede que un individuo haya caminado sin problemas durante toda la vida. Pero, fruto de una mala experiencia, una operación o una caída, se vuelva inseguro y sienta auténtico temor a caminar, o al menos a hacerlo sin un bastón o apoyo que le permita desplazarse.
La Ambulofobia es un tipo de fobia específica que entra en la categoría de trastornos de ansiedad en el DSM-V.
Las personas que la padecen experimentan una ansiedad extrema cuando se exponen a caminar.
La ansiedad aparece con solo pensar en caminar y, si se agrava, se puede llegar a sufrir una crisis de pánico.
Por muy rara que pueda parecer, la Ambulofobia, se presenta entre personas que han sufrido algún tipo de lesión o fractura que le mantienen inmovilizados por un lapso de tiempo significativo.
Sin embargo, tampoco hace falta algo tan traumático como para desarrollar este trastorno.
La Ambulofobia puede presentarse en cualquier etapa de la vida de una persona. Sí, en cualquiera. Estudios afirman que los niños también pueden desarrollar Ambulofobia cuando comienzan a caminar.
En estos casos aparece, por ejemplo, cuando el bebé no tiene la debida asistencia de sus padres en este proceso de aprendizaje.
El simple hecho de tropezar, caerse, lastimarse una y otra vez, puede comenzar a alimentar este temor hasta convertirse en un impedimento para su normal desarrollo.
Aunque puede ser experimentado en cualquier edad, parece ser más común a medida que una persona se hace más mayor y envejece, debido principalmente al alto índice de riesgo que representa el desplazamiento a dicha edad.
¿Cuáles son las causas de la Ambulofobia?
El miedo a caminar es un trastorno de la salud mental que afecta negativamente la calidad de la vida de las personas que lo padecen.
Este trastorno puede presentar diversas causas, desde vivencias traumáticas hasta aspectos genéticos, sociales y otras problemáticas de salud mental.
Como cualquier otra fobia específica, la ambulofobia es el resultado de la genética o de una experiencia traumática pasada.
Las personas que tienen antecedentes familiares de trastornos de ansiedad o fobias específicas, tienen más probabilidades de desarrollar ambulofobia que las que no los tienen.
Esto se debe a que están genéticamente predispuestos a desarrollarla.
Los genes y los neurotransmisores también desempeñan un papel importante en esta predisposición genética.
Esta tendencia genética a desarrollar un trastorno mental/fobia específica también puede denominarse relación diátesis-estrés.
Según esto, una persona con predisposición genética no desarrollará síntomas de ambulofobia hasta que, y a menos que, se produzca algún acontecimiento desencadenante que instigue la ansiedad o el miedo a caminar.
Un acontecimiento desencadenante puede ser una experiencia de la infancia. Es posible que uno haya sufrido lesiones por caminar o que haya visto/oído a alguien perder la vida o resultar gravemente herido a causa de ello.
Además, las personas que tienen padres sobre protectores o cuyos padres tenían miedo de caminar son más propensas a desarrollar ambulofobia.
Alguien que se ha recuperado de una larga lesión en la pierna tendrá miedo de volver a caminar. Por lo tanto, la ambulofobia es el resultado tanto de la predisposición genética como de los factores ambientales.
Síntomas de la Ambulofobia
Hay diferentes grados en esta fobia a caminar y los síntomas dependen mucho de en qué punto se encuentre el trastorno.
Puede ser un problema muy serio cuando la persona se aísla completamente para no salir a la calle y evitar caminar. Deja su trabajo, deja su vida social, lo deja todo porque no puede caminar.

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Las personas con ambulofobia experimentan los mismos síntomas de la ansiedad cuando tienen que caminar. No se trata solo de cruzar la calle como en la agorafobia, sino de andar. Y si notan algunos riesgos según el empedrado de la calle, los síntomas se recrudecen.
Mareos, palpitaciones, sudoración excesiva, dificultad para respirar, temblores, náuseas y vómitos… Y ese pensamiento irracional que los lleva a la certeza de que caminando se exponen a un peligro inmenso.
Además de los síntomas que tienen que soportar cada vez que se enfrentan al estímulo de su fobia, las personas con ambulofobia tienen que hacer frente a las limitaciones evidentes que su propio miedo impone.
Sin embargo, para poder efectuar un diagnóstico acertado de padecer este trastorno, es necesario que se cumplan una serie de criterios diagnósticos:
- Miedo y/o ansiedad persistente ante un objeto o situación puntual.
- Evitación de la situación u objeto.
- Miedo desproporcionado con respecto al peligro real que representa el objeto o la situación.
- Duración de seis meses o más.
- Deterioro de las relaciones sociales, laborales y familiares.
- Las alteraciones no pueden ser explicadas a partir de la presencia de otros trastornos mentales y/o de la ingesta de sustancias tóxicas o medicamentos.
A pesar de presentar alguno de los síntomas mencionados, es importante que el diagnóstico de ambulofobia sea realizado por un profesional de la salud mental.
Por ello, en caso de que los síntomas sean graves, deberás acudir a un centro de salud mental para abordar esta fobia.
¿Qué tan común es la Ambulofobia?
Seguramente hasta aquí seguimos pensando en que toda esta cuestión de la Ambulofobia es muy inusual. Pero la realidad es muy distinta, pues es más común de lo que creemos.
Larga es la lista, por ejemplo, de deportistas que han sufrido este tipo de fobia luego de un accidente o una lesión que le impidiera caminar.
Tenemos el caso llamativo del mítico exfutbolista brasileño Ronaldo Nazario. Fue durante su etapa como futbolista del Inter de Milán, cuando, el 12 de abril del año 2000, en un partido ante la Lazio por la Copa de Italia, sufrió una grave lesión en su rodilla derecha.
El resultado fue una rotura total del tendón rotuliano. Lesión que lo llevo a estar 17 meses alejado de las canchas. Ronaldo concedería una entrevista en el año 2005, donde sería preguntado por aquella terrible lesión; declaró recordar cada instante y minuto de sufrimiento.
Del mismo modo, resaltó la importancia de la ayuda psicológica para recobrar y mantener la confianza en su proceso de recuperación.
Desde luego, esto no lo dejó desanimarse y, por ende, en ningún momento se propuso parar.
¿Qué consecuencias puede tener el sufrir de Ambulofobia?
Las consecuencias o alcances que puede llegar a tener la Ambulofobia, en la vida de quienes padecen esta enfermedad pueden llegar a ser realmente perturbadoras.
El paciente con ambulofobia podría quedar en sillas de ruedas o simplemente en cama ante el temor de que caminar empeoraría la lesión sufrida.
Tratamiento de la Ambulofobia
Para superar el miedo a caminar, hay que andar. Es lo que se llama exposición gradual y debe hacerse de la mano de un profesional y acompañado de alguna terapia psicológica como puede ser la terapia cognitivo conductual.
La persona con ambulofobia necesita ayuda para transformar ese pensamiento distorsionado que considera el acto de caminar como un verdadero peligro.
El miedo a caminar puede ser superado a partir de la realización de tratamientos y pautas especializadas en la remisión de los síntomas típicos. Seguidamente, te explicamos los tratamientos más eficaces para perder el miedo y la inseguridad al caminar.
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Terapia psicológica
En primer lugar, una de las formas más efectivas de tratar la ambulofobia es realizar terapia psicológica.
La asistencia de un profesional de la salud mental puede brindar herramientas que ayuden a identificar los pensamientos, sentimientos y emociones que se producen ante la idea de caminar.
Por un lado, la terapia cognitivo conductual trabaja sobre los problemas del presente mediante técnicas tales como la exposición gradual a los estímulos temidos, la relajación corporal, entre otros.
Por otro lado, el psicoanálisis es un tipo de terapia que intenta resolver el miedo a andar a partir del recuerdo de situaciones infantiles que estén relacionadas a la problemática actual. En este sentido, la persona puede tomar otras decisiones frente al miedo a caminar.
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Tratamiento médico
Los ansiolíticos disminuyen los niveles de ansiedad que se presentan en cuadros de ambulofobia, ya que intervienen sobre las conexiones producidas en el sistema nervioso central.
Sin embargo, la toma de los mismos debe ser supervisada por un profesional de la salud mental especializado.
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Fisioterapia
Los tratamientos fisioterapéuticos aplicados en los pacientes con lesiones juegan un papel fundamental. Ya que estos estimulan sus músculos para que puedan ir respondiendo favorablemente.
2 comentarios en «Ambulofobia: Miedo a caminar»
Me pasa que me da miedo a caminar pero cuando me asustó vuelvo a la normalidad, camino sin problema pero solo es momentáneo.
Hola buenas tardes tengo una hija de 20 años ella tiene discapacidad intelectual ase 2 días así de la nada tiene miedo a caminar y si lo ase se agarra de cual quier cosa q este a su al rededor si usted pudiera orientar me a q puedo a ser se lo agradecería