El aislamiento social o “social withdrawal”, surge cuando el individuo se retira por completo de su entorno social. En cierta medida, todos hemos sentido la necesidad de estar solos y hemos buscado la forma de alejarnos del entorno; cuando mantenemos esta situación de manera indefinida evitando cualquier tipo de relación con los que nos rodean, debemos de prestar atención pues puede que derive en Aislamiento Social.
No siempre se presenta como una decisión voluntaria, puesto que en ocasiones se percibe como el único modo de enfrentarse a una situación complicada. Y es que El aislamiento social es uno de los primeros indicadores de la aparición de diversas enfermedades psiquiátricas.
Durante el transcurso de la enfermedad mental, es común el retraimiento fruto de la apatía o el malestar psicológico, que influye en la relación con los demás. A menudo aparece la sensación de no ser comprendidos por los otros o incluso por uno mismo, acompañado del sentimiento de culpa por percibirse como una carga para los que le rodean; por lo que el aislamiento social aparece como una medida de autoprotección o un intento de cuidar de sus seres queridos.
la exclusión social puede acabar siendo prácticamente total, donde relaciones con otras personas son escasas o casi nulas, limitándose a las meramente básicas para la supervivencia.
En este aspecto, la persona olvida que la familia y amigos actúan a modo de nexo con el resto de la sociedad y si se produce una separación del núcleo más cercano se extiende al resto de población. Como resultado, la exclusión social puede acabar siendo prácticamente total, donde relaciones con otras personas son escasas o casi nulas, limitándose a las meramente básicas para la supervivencia. Finalmente, la persona enferma termina viéndose totalmente sola y desamparada o bien percibiéndose de esta manera dificultando aún más la recuperación.
Llegado a este punto, es fundamental ser capaz de admitir y tratar de explicar lo que ocurre una manera natural, solicitando ayuda para poder superarlo. El hecho de exponer nuestras emociones es impresiones es el modo de interacción más humano y que más nos aproxima a nuestros seres queridos, ofreciendo la información necesaria para que aparezcan los sentimientos de comprensión y empatía que ansiamos.
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La ayuda de profesionales de la salud mental también resultaría útil para seguir un entrenamiento en habilidades sociales y así fomentar o recuperar las herramientas comunicativas que hayamos perdido, lo que indirectamente también repercute en una mayor percepción de autoeficacia y mejora de la autoestima. Cabe resaltar que este re-aprendizaje solo se consigue a través de una disposición real al cambio actitudinal, con apertura mental y persistencia.
Marta Escobedo. Psicóloga de IVANE SALUD.
Dra. Charo Genovés. Psiquiatra de IVANE SALUD.
Unidad de Salud Mental y Psiquiatría Hospitalaria en Hospital Vithas Valencia al Mar.
Clínica de Desintoxicación y Patología Dual en Hospital Vithas Aguas Vivas.